𝑬𝒕𝒆𝒓𝒏𝒂𝒍 𝒍𝒐𝒗𝒆 | James Potter

2

— CHAPER TWO —
a small accident

📍???

—Y LE DIJE, SI SE COLOCAN LAS FORMAS EN horizontal, en vez de vertical, se usa el doble de papel para cobrar el doble de costo —terminó de relatar el señor Heart.

Sirius lo miró aburrido mientras jugaba con los cubiertos. Remus lo pateó por debajo de la mesa.

James forzó una risa.

—Es.. es todo un visionario —respondió un poco confundido—. Pero, de hecho, la forma es..

—Analizar las entradas y salidas —completó Arthur.

—Usted es un poco lento, James.

Sirius carcajeó sin vergüenza mientras que Remus se mordía el labio conteniendo la risa.
Rápidamente le pegó un codazo a Sirius para que se callara.

Por otro lado, Victoria abrió la puerta trasera dando paso a su amable vecina rubia.

—¡Oh, Regina, me acabas de salvar la vida! —la pelirroja suspiró aliviada.

—Sería una muy mala ama de casa si no tuviera cuatro comidas gourmet para preparar —le restó importancia dejando al gran canasta en la mesada, no pareció importarle que los objetos de cocina estuvieran flotando por todos lados.—. Aunque Frank nunca cena nada que lleve frijoles, lo que explica lo poco atractivo, supongo.

Las ollas se cayeron de la mesada creando un estruendo por toda la casa, Victoria la miró horrorizada al darse cuenta del pequeño descuido que tuvo. Regina no reaccionó.

Las personas en la sala se sobresaltaron ante el estruendo.
James y la señora Heart se levantaron rápidamente.

—Creo que necesita que la ayude —a paso rápido, la señora Heart se encaminó hacia la cocina —No ha servido ni tartas, ni galletas, ni canapé, ni siquiera un poco de paté —le sonrió a James.

:Oh, claro.. que gentil, señora Heart —la detuvo antes de que entrara, ahuantando las ganas de discutir con ella por las cosas que insinuó en malo tono respecto a su esposa—. ¡Pero mi esposa sabe muy bien lo que hace! —levantó la voz con intención de que Victoria lo escuchara.

Victoria se giró y miró a Regina preocupada.

—Gracias, Regina. Pero creo que puedo encargarme del resto žagradeció lo más rápido que pudo con el alivio reflejado en su rostro. Puso sus manos en la cintura de Regina con intención de que caminara a la salida.

—¡Ay! ¿Estás segura, linda? Más ayuda es menos trabajo, y más bocas ofrecen horas de chismes... —Regina le dio la espalda mirándola sobre su hombro, dándole una sonrisa juguetona.

—¡Ay, qué traviesa! —Victoria rió para aguantar las ganas de lanzarla de una patada hacia la puerta. Respiró y caminó hacia la salida todavía tomando la cintura de Regina.