III

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DESPERTE PEGANDO EL GRITO de mi vida cuando mi celular empezó a sonar, y apenas eran las 10:30, notando que era el Minho... ¿qué queria?, porque este weon nunca me llama.

—¿Alo?—conteste, volviendo a cerrar los ojos, sin tener la intención de dormirme.

—Mi mamá quiere que vengas, estoy como hace media hora afuera tocando la wea de timbre—dijo harto de la situación.

—Esta malo—dije riéndome y poniéndome de pie— al tiro te abro

Y trote a la puerta, abriéndola apenas me colgó.

—Hazte un bolso, te vas a quedar a allá—comentó, entrando sin esperar a que me hiciera a un lado, empujándome— permiso

—Pasa—dije irritada, cerrando la puerta— ¿te ofrezco algo?

—No gracias, apúrate—comentó, yendo derechito al sillón.

Y suspiré, subiendo las escaleras para hacerme un bolso rápido para mañana, poniendo lo esencial e importante para la salida de mañana y sobrevivir en la casa de ese weon por la noche.

—Listo—comenté bajando las escaleras, notando como en la tele sapeaba libremente mi cuenta de Netflix—¿Qué wea andai sapeando?

—¿Por qué tantas weas chinas?—dijo aguantando la risa— ¿veis dramas, Misery?

—No, los ve mi mamá—mentí, quitándole el control y apagando la tele— ahora, vamos a tu casa, weon sapo—le di un pape fuerte.

—Oye, me dolió la wea—se puso de pie y me lo devolvió igual de fuerte, dejándome marcando ocupado unos segundos— Lee MinHo, corre culiao o te voy a sacar la cresta

Noté que dejo de burlarse para verlo correr y cerrar de portazo la puerta de mi casa, haciéndome suspirar de rabia.

LA CASA DEL LEE ESTABA AL LADO DE LA MÍA, prácticamente además de ser amigos de la infancia y "familia", también éramos compañeros de curso y para colmo, vecinos

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LA CASA DEL LEE ESTABA AL LADO DE LA MÍA, prácticamente además de ser amigos de la infancia y "familia", también éramos compañeros de curso y para colmo, vecinos. Y, a pesar que nuestras piezas estuvieran frente a frente, nunca me di el gusto de sapearlo por ahí, porque yo siempre tenía una de las cortinas roller abajo.

Así que, me tomé el tiempo para tardar en llegar, caminando lento y mirando las estrellas, tratando de encontrar constelaciones que mi mente no podía identificar. Y al momento de abrir la puerta cuando ya estaba frente a esta, ni me moleste en tocar el timbre, porque el weon lindo se había dignado a abrirla.

—Pensé que erai el weon del uber eats—dijo con un pucherito.

Y lo empujé de la misma forma que me empujo en mi casa, soltando un "permiso" junto a un "tía, ya llegué ".

Dejé mi bolso en el sillón y vi la hora en mi teléfono, y es que apenas eran 10 para las 11.

—¿Necesita ayuda tía?—pregunté entrando a la cocina— el MinHo me llamó hace un rato y me dijo que usted me quería acá

Oye weon, me gustai; Lee Know |Skz Chilencis|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora