Wei Ying

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El tiempo es relativo, aun mas para los inmortales. Pero con la llegada de Jiang Cheng, el tiempo que, antes parecía congelado, había comenzado a moverse.

Cada que los visitaba se sentía tan feliz de verlos tan unidos, casi pareciera que Jiang Cheng estuvo ahí, con ellos, toda su pequeña vida. Así que el señor del viento había decidido celebrar la ceremonia de los 100 días de su A-Cheng.

Importándole poco que el pequeño tuviera 5 años y que su cumpleaños, según lo que Yin Yu les informo, estuviera próximo a suceder.

-San Lang consiguió el mejor regalo para su pequeño sobrino favorito- alabo Xie Lian mirando el paquete envuelto. Una caja de los más finos pinceles con mango de hueso pintado y hebras de caballo, tenia el nombre de A-Cheng grabado y también la caja donde estaban

-oh, no es nada su alteza- le sonríe- el pequeño ha mostrado interés en la pintura, se que He Xuan esta preparando una pared conmemorativa- le dice como si nada- también se que mis regalos son ínfimos, comparados con lo que le hace Aguas Negras- toma la caja de madera y comienza a caminar por el pequeño pueblo-además puedo aprovechar esta ocasión para tener un agradable paseo con Gege-

-San Lang...- niega jovial- si solo quería pasar mas tiempo conmigo, San Lang sabe que solo debe pedirlo, Este dios de la basura cancelara toda su agenda para poder pasar tiempo con mi Calamidad Favorita- le responde caminando a su lado por las concurridas calles de aquel pueblo de Yunmeng.

-Oh, pero su alteza no debe olvidar que soy una calamidad, y las mas odiada de los cielos- le toma la mano dejando un beso suave en el dorso- secuestrar a su alteza, el emperador celestial en el día que mas trabajo hay para hacer es una forma de fastidiar a esos dioses- le regala una sonrisa entre sincera y picara

Xie Lian solo niega respondiendo la sonrisa. Luego se lo compensara a Ling Wen, quien es la que queda a cargo cuando a San Lang le da por "secuestrarlo". Aunque básicamente si el mismo accede a irse a donde su calamidad le pida acompañarlo no cuenta como un secuestro oficial.

Tanto la Ciudad Fantasma como la Capital Celestial tienen dignos asistentes que se hacen cargo mientras sus líderes están "fugados", no tenía nada de qué preocuparse, así que siguieron tranquila mente con su paseo.

**********

Corrió todo lo que podía, todo lo que sus piernitas le daban, los gruñidos y ladridos le erizaron la piel cada que algún perro labraba y justo tenía dos detrás suyo. Un anciano tiro unos viejos bollos al vapor, fríos y algo duros. Para él y para los perros era la comida del día. Inocentemente y pensando que la cantidad era suficiente para compartir, tomo uno, pero al hacerlo el perro le gruño y fue ahí donde comenzó a correr por su vida protegiendo su comida.

Sentía las fauces de esos perros sobre su ser, aterrado corrió por las calles tropezando a veces con alguna que otra persona, pero no se detenía. En su mente solo estaba en salvar su vida.

Otra vuelta a una esquina, de nuevo tropezó con alguien cayendo de cara al suelo, quería ver contra quien fue, pero solo logro vislumbrar algo rojo antes de que su mente se bloqueara de nuevo al escuchar los ladridos.

Se levanto como pudo, tomo el pedazo de bollo al vapor y salió corriendo hacia el callejón donde solía dormir en las noches, en medio de algunas cajas solía esconderse de esos horribles animales. Ahí sea acurruco en un rincón, temblando y sollozando, apretando contra su pecho su único trozo de comida de ese día.

Cuando deseaba que alguien le salvara

Cuanto deseaba que su madre y padre no se hubieran ido

Xie Lian y San Lang salían de una pequeña tienda de te cuando algo tropezó contra las piernas de la calamidad, al mirar se dieron cuenta que era un niño algo andrajoso, desarreglado y sudoroso tal vez porque venía corriendo.

IkigaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora