Créditos de la imagen a: @beanscurd.
Cuando Wuyong estaba en su gloria, ser parte de los vasallos de su majestad era un honor en todos los sentidos, muchas veces Jun Wu escapaba de sus clases y solía ocultarse en su oficina. Claro que siempre lo pillaba en su descanso. No puede decir que el amor se dio de golpe, no. Fue algo cultivado desde una semilla, regad con paciencia, cariño, algunos regaños y risas.
Nadie puede siguiera imaginar el dolor y angustia que sufrió cuando cayo su reino, pero fue mas que nada por la frustración de no poder ayudar a su alteza, de verlo sufrir y casi enloquecer por los diversos sucesos que condenaron su reino al olvido.
Mei Nianqing huyo dejando su corazon en Jun Wu y el reino de Wuyong sumergido en la lava de aquel volcán.
Tal vez pensarían que se olvido de su príncipe, pero ¿acaso alguien puede olvidar al ser que su corazon adora con tanta facilidad? Que le pregunten a lluvia sangrienta si eso es posible, la respuesta es un claro: NO.
Cuando Xie Lian nació, deseo con todo su ser evitar ese fatal destino de su príncipe heredero, pero ¡¿que carajos tiene el destino en contra de los príncipes herederos?! Ellos merecen ser felices, no vivir las desgracias de la vida, como si con ese sufrimiento validaran su posición de príncipes.
La caída de Xian Le, las tres ascensiones y caídas de Xie Lian y los diversos sucesos del monte lo llevaron a reencontrarse con su amado príncipe heredero. Jun Wu era poderoso, hizo cosas atroces, fue emperador y calamidad al mismo tiempo, pero ¿acaso se puede juzgar al corazon por elegir?. Verlo ahí, el el suelo, con su armadura casi destruida después de su batalla con Xie Lian fue agregar mas sal a su herida eternamente abierta.
No fue fácil, vaya que no lo fue, pero era persistente por algo y gracias a eso logro recuperar algo de su príncipe. Dentro de una cabaña en el monte Tunglu vivían los dos y el le servía como siempre lo hizo, las conversaciones regresaron, las reuniones de te con Xie Lian, las miradas retadoras con Lluvia Sangrienta.
Y cuando Xie Lian llego con a-ying fue como si ratificara que los veía como unas figuras paternas, ver a Jun Wu con un nene en brazos fue demasiado para su corazon, gracias a los cielos Lluvia sangrienta dibuja rápido y demasiado bien.
Ver a Jun Wu de pie, con túnicas sencillas (demasiado sencillas) enfrentando con una mirada y sonrisa burlona a un líder de secta que no es mas que una hormiga a su lado, le hace sentirse aun mas enamorado de su príncipe. Los suspiros no se hicieron esperar, Jun Wu es un hombre guapo, pero que lo admiren de lejos, ese ser que fue capaz de reformar el reino celestial para que olvidaran el incidente de Wuyong era todo suyo.
Camino situándose a su lado, con una sonrisa oculta en su abanico, admirando los pilares, las telas que colgaban del techo, la arquitectura y todo lo demás.
-Es un buen lugar, el dorado no me gusta mucho, es muy... extravagante- Expreso ante el silencio que causo la declaración de Jun Wu- Xiang Gong*, es mejor hablar esto después de que termine la conferencia de discusión, no sabemos aun como son las tradiciones en este lugar- apoyo su mano en el brazo de su esposo y le sonrió dulcemente para mirar de forma burlona al líder de la secta Jing- Se nota que es por vinculo generacional, pero si existe una ley de enfrentamiento por el trono, mi amado príncipe no tiene nada que temer-
Jun Wu miro fijamente a Mei Nianqing con una leve sonrisa ladeada, tomo su mano y deposito un beso suave sin dejar de ver al líder de secta- bien, que sus ancianos investiguen esas leyes, antes de que termine la conferencia de discusión el titulo de furen pasara a mi esposo- dicho esto simplemente se retiro hacia donde estaban sus conocidos- creo que va siendo hora de cambiarnos, las túnicas sencillas no son adecuadas para esta ocasión-
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Ikigai
FanfictionA- Cheng tenía muy en claro quiénes eran sus padres biológicos. Claro que lo sabía, pero para él no eran más que dos extraños, después de que Yu Zi Yuan lo dejara abandonado a su suerte a la edad de 5 años, solo por no ser "Digno" de ser su hijo y h...