Amistad

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3 días fue lo máximo que pudo soportar el reino celestial sin su emperador y la ciudad fantasmas sin su rey fantasma.

San Lang y Xie Lian se quedaron en el templo Puji con Wei Ying, adaptándose al pequeño. No querían encerrarse en la mansión, pues eran conscientes de que su tesoro necesitaba aire puro y sol después de sabrá los dioses cuantos días a la intemperie, viviendo en cajas de cartón y robando la poca comida que los perros le dejaban.

Al cuarto día Xie Lian ascendió al cielo con su pequeño en brazos, pues San Lang también tenía algunos asuntos de los cuales hacerse cargo. Se disculpo con el señor del viento y aguas negras por no visitarlos esos días, pero le aseguro a su amigo que cuando se encontraran en el palacio celestial le tendría una sorpresa, también le sugirió que llevara a A-Cheng con él.

-A-ying no corras- la suave voz de advertencia del emperador atrajo la atención de los dos generales que esperaban una audiencia con su alteza. Pei Ming y Ling Wen vieron con mal disimulada curiosidad como un niño daba salticos delante de un sonriente Xie Lian.

El pequeño llevaba una prenda superior de color blanco y mangas estrechas, la prenda inferior era claramente una falda roja con una elegante cinta azul claro, bajo la falda se podía ver que llevaba unas botas negras con una delgada cadena de plata gracias a los saltos emocionados.

Para Pei Ming era una copia casi exacta de lluvia sangrienta que busca una flor, salvo que el cabello recogido en una coleta alta con una cinta roja era un poco más rebelde que el de la calamidad.

El niño se detuvo frente a ellos y su majestad detrás de el – Buen día Ling Wen, General Pei- ambos devolvieron el saludo y regresaron su vista al pequeño, que al sentirse observado se aferró un poco a las piernas de Xie Lian -A-ying... ¿Cómo se dice? – le insto a que se presentara como era debido. Durante esos pocos días se había dedicado a mimarlo, pero también le empezó a enseñar modales, lectura y escritura.

Aunque las clases de caligrafía que compartía con San Lang terminaban en clases de arte gracias a la calamidad.

-... buen día, mi nombre es Wei Ying, un honor- con vocecita educada hizo una hermosa reverencia causando orgullo en su alteza- ¿lo hice bien a-niang? -

-Perfecto- Xie Lian acaricia el rostro del pequeño para regresar la vista a los generales- ¿comenzamos la reunión? El señor del viento vendrá pronto y quiero estar desocupado-

-... eh. su alteza, ¿y este niño es...? – Pregunto Pei – ¿no me diga que es el hijo perdido de Lluvia Sangrienta? – se agacho para mirar mejor al niño- jum... la mujer con la que estuvo debe ser realmente hermosa, este niño le salió muy lindo, aunque me sorprende que después de tantos años su alteza le permitiera estar con una mujer-

- ¿¡que lluvia sangrienta hizo que?¡ - la voz de Fen Xing se escuchó fuerte y claro al entrar a salón. Porque la gente debía aparecer en los momentos más incomodos, o en este caso, cuando el general Pei comenta las cosas tan... inapropiadamente

-vamos, calma, San Lang no ha hecho nada de eso General Pei, agradecería que fuera más...sutil en su forma de preguntar - le pidió agachándose a cargar a su pequeño hijo- Este es Wei ying, Hijo mío y de San Lang- presento con una sonrisa suave- es huérfano, lo encontramos vagando en las calles y junto con San Lang hemos decidido adoptarlo- explico sin dejar de sonreír- ¿verdad mi hermoso A-ying? – dejo un beso en la mejilla del pequeño antes de volverlo a bajar-

- oh... entonces... - Ling Wen sonrió suavemente antes de inclinarse un poco más ante el niño- esta diosa civil saluda al heredero del reino celestial como es debido, mi nombre es Ling Wen, espero servirlo en lo que necesite-

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