Engranes de Guerra ch 15

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             CAPÍTULO QUINCE: GUERRA FINALIZADA... ¿O NO?

En el hospital, Zach ya había recibido la atención que su extremidad herida necesitaba mientras era acompañado por Dipper, Mabel y el perro Bill que a su vez fueron atendidos por Beth.

-Listo. En solo un par de semanas estarás como nuevo- le dijo la doctora que enyesó su brazo y estuvo a punto de darle las gracias, pero alguien habló primero.

-"Doctora Lourdes, se requiere su inmediata presencia en el quirófano, Doctora Lourdes Arias se requiere en el quirófano de inmediato"- la llamaron por unos parlantes, por lo que resopló de lo más frustrada.

-Los deberes nunca acaban...- sin más opciones, se dirigió a dónde tanto la necesitaban haciendo reír a la hermana de Liam y al pelirrojo de gafas que susurró: "lo mismo digo"

-Jamás había visto un hospital así de limpio y que huela tan bien...- dijo el niño a su melliza.

-Mejor dicho... jamás habíamos visto un lugar tan libre de mugre- la niña miraba todo lo que los rodeaba como si las paredes estuviesen hechas de oro -me pregunto sí... así eran las cosas en los tiempos del tío cuando era joven- no pudo evitar soltar unas lágrimas al agachar la cabeza.

-Ah... no pongan esas caras, niños- al ver como sus ánimos se desplomaron, Zach le palmeó la cabeza a la castaña -al menos están en un lugar seguro y lejos del martirio de la guerra y de las inmundas garras de los Locust tal como él lo quiso. Este es un nuevo capítulo en sus vidas- su sonrisa reconfortante bastó para alzarle un poco los ánimos y que ellos también le sonrieran.

-Ya suenas como mi hermano, Zach- Beth río un poco -espero que Liam regrese rápido para así ver como los acomodamos. No creo que nuestro apartamento sea lo suficientemente grande para dos... digo, para tres nuevos inquilinos- se corrigió al recordar al canino que se paró en sus patas traseras para poder lamerle la cara tal y como solía hacer con el otro ex-granjero.

-Sí... yo también espero que ese cabeza de roca y los demás puedan volver pronto- pidió Zach sobándose el yeso en su brazo lesionado y miró por una ventana como se hacía de atardecer.

(...)

Montados en sus motocicletas, los Escuadrones Serpiente y South continuaron andando en terreno desconocido intentando hallar un lugar en dónde poder refugiarse de los Locust que aún podrían estarlos persiguiendo.

Divisaron una cueva parcialmente oculta entre dos grandes rocas a la que ingresaron y a buena hora porque se hizo de noche y nuevamente los Krill se paseaban a sus anchas por el nocturno cielo de Sera atentos a cualquier víctima desprevenida a la que puedan despedazar sin piedad.

-Gracias por su ayuda, Sargento Marsh- dijo Clyde a Stan porque con este pudieron hacerle una rápida e improvisada trasfusión de sangre a Lincoln salvándole por poco la vida al también curarle lo mejor que pudieron la herida que Jermad le generó.

-De nada- el pelinegro de pompón rojo habló con aspereza y se juntó con sus amigos que lamentaban la muerte de Kenny.

-Jodido muerto de hambre... ¡¿Cómo se le ocurrió dejarse matar así por el maricón de RAAM?!- expresó Cartman que no lograba contener sus lágrimas por más que se esforzaba.

-Kenny... tú... ¡MALDITO IMBÉCIL!- Kyle era mucho más abierto al expresar su gran pesar.

Para Lincoln, Clyde y Liam eso era un completo Déjà Vu. Una sensación de pérdida y dolor que solo se la desearían a sus peores enemigos (O sea a los causantes de eso y mucho más)

Engranes de Guerra (Gears of War)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora