Era la típica historia de amor, dos personas que en un evento se encontraron con la mirada y que con solo un saludo sintieron que su vida estaba justo frente a sus ojos.
Así es, Alemania y Chile se amaron a primera vista. Por qué a sus percepciones, el contrario era todo lo que necesitaban, su universo entero hecho persona, algo hermoso que solo pasaba una vez en la vida... Pero como es cruel el cosmos, que impedía que ambos amantes se uniera, debido a que uno de ellos, Alemania, ya tenía pareja oficial. Abrazarse en público no fue una opción, ser amantes simplemente se volvio un fragmento de lo que hacian, pues "mejores amigos" se decían a los ojos del público general... Una gran farsa que siempre que era dicha se convertirá en una cachetada para ambos tórtolos.
Pero siempre gana el amor, ¿No es así?, Esa no sería la excepción entonces.
En una junta mundial los atraparon besándose en una de las oficinas, con tan mala suerte que era la pareja oficial el cuál los vio, quien ni corto ni perezoso hizo un escándalo; hubieron gritos y empujones, insultos y maldiciones que gracias a ONU no pasaron a mayores. El secreto salió a la luz ese dia y los amantes tuvieron su final feliz, cuando la pareja oficial se destruyó.
El joven alemán y el guapo chileno se fueron por su lado, mientras que el agraviado... Solo se quedó.
Un mes paso y el idilio de los tortolitos tuvo una pequeña pausa que utilizo Alemania para explicarse con el ex que traicionó, le envío un mensaje y lo cito en una cafetería cerca de donde se ejecutaría la junta mundial ese vez... El engañado acepto... Pero el engañador nunca se presentó.
"Lo sabía, eres un cobarde"
Ese mensaje de texto fue enviado por Guatemala, el engañado, quien con cólera en los ojos se imaginaba gritando de nuevo al europeo por hacerlo ver como un tonto una vez más. Algunos dirían que es un impaciente, pero es que ya llevaba media hora esperando y, tratándose de Alemania, estaba claro que no se presentaría. Guardo su celular y dejo su taza de café a medio terminar, pues el espeso líquido le sabía amargo apesar de haber sido endulzado más de una vez. Pago su cuenta y se retiró con el semblante serio que muy pocas veces se le podía ver.
Quiso caminar hasta su hotel y reflexionar un poco que había hecho mal, más sin en cambio su travesía fue interrumpida cuando el estruendo de una próxima lluvia se anuncio en los cielos nublados de Inglaterra, la sede de esa ocasión. Bien entonces esperaría a su chófer, solo camino un par de cuadras enviando su ubicación al humano que lo llevaba y cuando esté le pidió que no se moviera para ir en su búsqueda, el guatemalteco decidió esperar en una parada de autobús cercana.
Era simple ese espacio; el alto letrero con el dibujo del autobús, una banca de metal sin ningún tipo de techo y un semáforo en la esquina menos transitada de toda Inglaterra, eso lo apostaba. Al menos tendría unos minutos de calma mientras esperaba... O eso quiso creer pues para su ya mala suerte un niño que esperaba el transporte junto a su madre, no paraba de verlo, como si conociera todos sus pecados... Era incómodo sin dudas, pero antes de rehuir de la mirada del infante decidió confrontarlo.
Si, ahí estaba Guatemala, esperando a su chófer mientras tenía una intensa batalla de miradas contra un niño desconocido. El menor era aguerrido, con sus cabellos rojizos hechos chinos y sus ojos verdosos agresivos no le daba cuartel. Más el chapín era sin dudas más inteligente, saco su lengua hacia el infante y este frunció el entrecejo, quiso avisar a su madre sobre la reciente ofensa recibida más cuando está miro a Guatemala el solo parecía un joven country que esperaba con seriedad, así que la llamada de atención fue para el niño.
El guatemalteco sonrió, al ver qué la mujer ya no lo veía, de nuevo saco la lengua hacia el infante haciéndola, de paso, cambiar de color: de rosada a verde y luego a amarilla, una vez más a rosada y luego a violeta, para después reiniciar el proceso como un foco de colores. El niño abrió ligeramente los ojos y sonrió sorprendido. En ese momento comenzó a llover ligeramente.
La mujer saco de inmediato un paraguas para cubrir a su hijo y así misma, el centroamericano solo suspiro y regreso la mirada al frente pidiendo internamente que su chófer llegará pronto o se empaparia, pero lo único que llegó fue el autobús. La dama se acercó más hacia la orilla de la acera, cerró su paraguas momentáneamente y cuando el gran vehículo se detuvo subió con rapidez a su hijo y luego ella subió.
El niño se detuvo antes de ir a un asiento, la lluvia comenzaba a aumentar, el pequeño pelirrojo miro al country y se despidió moviendo su manita, para después hacer una señal con su mano sobre su cabeza, ¿Acaso se burlaba de él?. Lo que le faltaba.
El chapín dio un suspiro y se despidio del infante de igual manera con la mano, más grande fue su extrañes cuando el niño abrió los ojos como si hubiera visto algo sorprendente. Guatemala levantó una ceja y fue cuando se dio cuenta que no sentía las gotas caer en su cabeza y en sus hombros.
El país centroamericano levantó la mirada mientras el autobús se iba, lo único que llegó sus ojos fue un color café intenso que después lo hizo mirar hacía un costado.
-México -hablo sorprendido al ver al mencionado cubriéndole con una de sus enormes alas marrones, mientras que el mismo se cubría con un paraguas negro.
-Joven Guatemala, buenas tardes, ¿Esperando el transporte?-hablo amable el norteamericano con esa sonrisa que parecía caracterizar a todos los latinos, esa sonrisa que posiblemente el mismo chapín usaba a menudo... O esa misma sonrisa que tal vez uso el sudamericano para enamorar a su ex
-A-ah, si, mi chófer no tardará en aparecer -respondio el centroamericano tratando de quitar sus pensamientos negativos de su cabeza aún más negativa -¿Tu qué haces?- no dudo en preguntar para desviar su cabeza
-Iba a mi hotel, pero note que un lindo joven necesitaba un paraguas -fue afable el tricolor para después ofrecer su paraguas al country que le llegaba a la mitad del pecho. El bicolor enrojeció por sus mejillas ante el cumplido, luego, puso las manos frente de si para negar repetidas veces con la cabeza
-Que amable, pero no podría México, tu te mojarás -se puso nervioso el menor -Mi chófer llegará pronto y...
-Y no tienes que preocuparte por mi -insistio el mexicano dejando la agarradera del paraguas entre las manos de Guatemala, agachandose un poco debido al cambios de estatura, para quedar aún bajo la tela impermeable que los cubría, acabando de paso justo frente a la cara del chapín quien estaba aún rojo. -Tu lo ocupas más...
El norteamericano amplio la sonrisa y por fin salió de debajo del paraguas para después comenzar a caminar alejándose del bicolor que lo miraba expectante, extrañado y asombrado por lo que recién acababa de suceder... En las últimas décadas casi no se trataba con México, ¿A qué se debía su repentina acción?
El tricolor después de alejarse lo suficiente hizo aparecer su segunda ala marrón y luego salió disparado hacía el cielo desapareciendo de inmediato. Haciendo que el bicolor dejara de ver en su dirección para regresar a mirar al frente.
Ese fue su primer encuentro en bastante tiempo...
Que alegría.
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G U A T E X I C O W E E K || Countryhumans
Fanfiction_Entre tus brazos_ One-shot [Guatemala x México] ::Completa:: +Alégrate de estar junto a mi Implora por que jamás te deje ir Emocionante cuando te mire... Hazlo conmigo por favor... Por qué yo lo hago contigo+ Esta es una semana que me saque de los...