6. Amor Dulce

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El mes pasado, mientras se ejecutaba la reunión mundial de rutina en el país de Suiza, una chica country hizo una declaración de amor a el que fue su mejor amigo, aprovechando el mes del amor y que ese día tan especial para los tórtolos estaba cercano a suceder. Esa chica era Guatemala, que justamente en aquella ocasión se puso más guapa que cualquier otro día, con sus vestido de cóctel color negro simple pero elegante con adornos en un azul marino que recalcaba por su piel canela y sus rizos chocolates que enmarcaron aquel bello rostro redondo con el toque celeste de sus mismo ojos. La declaración fue en privado, ella llevo al afortunado a la recepción del edificio, y aprovechando que el lugar estaba medianamente solitario lo hizo, abrió su corazón haciendo brillar tan lindo rostro que tiene, entregando con sus dulces palabras también una pequeña caja con chocolates que ella misma estaba orgullosa de haber preparado. Era como una escena de película, donde ambos amigos se daban cuenta de lo que en realidad sentían, y con la calida luz de una tarde de febrero se reconocían el amor que era obvio desde el minuto uno, o al menos así debió de haber sucedido en la mente de la centroamericana que con sus mejillas sumamente rojas entregó de manera delicada su corazón, más para el sujeto que lo recibió, solo fue un pequeño inconveniente.

--Disculpame hermosa, pero a ti siempre te eh considerado una hermana --fueron las palabras que en forma de bate golpearon la cabeza de la chapina quien en cuanto las escucho abrió sus ojos sorprendida --Te aprecio, te respeto, y nuestros pueblos son aliados, pero no te voy a entregar mi amor romántico, no podría... Aún así, gracias por tu dulce regalo, espero que nada cambie entre nosotros Měilì de.

Tras eso dicho, el taiwanés pasó lento su mano sobre la cabeza de la bicolor, enredando sus dedos largos, suaves y blancos en la cabellera de rizos de la chica, como una caricia de cariño que no se volvería a repetir: le levantó la mirada que inconcientemente ella había bajado, y en un solo movimiento depósito un casto beso sobre su frente. Le decía que no y la trataba así, como una tortura irónica e involuntaria, fue como si en la guatemalteca algo se quebrara con el mismo bate de palabras que la golpeó la primera vez, solo que un poquito peor. Al apartar su mano, el asiático simplemente se fue directamente a la siguiente junta que lo necesitaba, mientras el mundo seguía y la chica lo miraba irse con el semblante abatido que manchaba la hermosa imagen que se había creado de su persona. Ese mismo día todos se enteraron del rechazo a la bella joven, pues más de uno la vio en su estado de tristeza, y aún que sus hermanos lucharon para que nadie la viera llorar por un tonto, no fue posible, sus sollozos hicieron eco.

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El mes siguiente todo pareció olvidado, los países no paraban demasiado pensando en las relaciones íntimas de otros, o al menos no lo hacía la gran mayoría, pues si que hubo una pequeña sección que murmuró desde su asiento cuando la guatemalteca llegó acompañada de sus hermanos a la gran sala, en lugar de su estimado taiwanés. Pese a ello todo fue con normalidad, los centroamericanos se dirigieron directo a su zona apenas llegar, en una discreción casi atípica de ellos pero 100% afectiva. Más el gusto les duró poco, ya que este mundo es muy pequeño y jamás puedes escapar de lo inevitable. Taiwan apareció por la puerta, como era de esperarse a la hora pertinente, y aún que más de un hermano de la chapina deseo que el asiático desapareciera, solo se limitaron a mirarlo de lejos tratando de intimidarlo para que ni siquiera se le ocurriese acercarse. Pero el taiwanés es persistente, era verdad que rechazó a la centroamericana bicolor, pero deseaba mantener su amistad y le dolía estar lejos de ella en juntas, a pesar de ello, con su persistencia también llegaba la prudencia, indicándole que lo mejor era darle espacio a la chica y esperar a que los familiares de está no desearan arrancarle el cuello a mordidas. Por el lado de Guatemala, está se encontraba dolida después de todo, y aun que la ausencia del asiático se resentia en su rutina, le alegraba saber que tenía a sus familiares para apoyarse, e incluso se podía decir que otros también estaban interesados en verla con mejor cara.

G U A T E X I C O     W E E K || CountryhumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora