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Los chicos se esperaron al domingo pues en sus mentes ese era el único día que la iglesia abría. Faltaban exactamente dos días para la ceremonia, sería fácil convencer al padre.

Los tres se juntaron en la casa de Jimmy esa mañana para salir directo hacia la casa del señor.

Mientras caminaban por el pueblo podían ver a su gente muy alegre, agudizando el oído se podía escuchar como se hablaba de la futura boda de los niños gays de South Park.

Aún me sorprende lo lejos que has llegado por un capricho. —Menciona divertido Tolkien viendo a algunas personas con bolsas de ropa elegante.

No subestimes de lo que soy capaz. —Habló altanero el castaño de rojo.

A-Aunque la ma-ma-mayoria lo hi-hizo Be-Bebe. —Recordó Jimmy para que su amigo no se creyera. Solo recibió una mirada ofendida.

Te recuerdo que también ayudé. —Se cruzó de brazos.— A parte, todo esto fue mi idea.

¿Qué fue tu idea?

Una voz nasal tras ellos los hizo congelarse en su lugar, voltearon solo para encontrarse con Craig agarrando la mano de un tembloroso Tweek.

¡Craig! ¡amigo! ¿Qué tal tu fin de semana? —Preguntó Donovan con la mejor sonrisa que podía poner.

El de chullo enarcó una ceja sospechoso.— Normal. —Respondió llevando su vista a sus otros dos amigos.— ¿Qué hacen acá?

Pff ya sabes, paseando. —Comentó Tolkien, entre los tres es el que parecía más tranquilo aunque también estuviera nervioso.

Mh... ya veo. —Siguió escudriñandolos con la mirada. La mano temblorosa que sostenía la suya se soltó ahora envolviéndolo en busca de confort, Tweek lo abrazaba con fuerza ocultando su cara en su pecho.

¿Tw-Tweek? ¿Qu-Qué le pa-pa-pasa?

Nada, solo es su ansiedad que lo ha estado alterando estos días. —Respondió mientras también envolvía al rubio con sus brazos de forma protectora. Su vista se perdió un momento en el pueblo y su gente un tanto nervioso.— No han notado... ¿algo raro? —Se atrevió a cuestionar.

¿Raro? ¿aquí? ¿en South Park? Nah. —Rió falsamente Donovan recibiendo un codazo del moreno del grupo.

Craig no pareció notar este comportamiento más atento a su alrededor.— No sé, todos parecen actuar más extraños de lo común. —Su mirada volvió a fijarse en ellos en busca de respuestas.

Ya sabes como es la gente Craig. —Restó importancia Black, siendo siempre el más sensato seguro el peli-negro le creería.

Tucker hizo un sonido gutural en afirmación. El rubio oculto en su ropa alzó un poco su mirada para susurrarle algo al oído recibiendo un asentimiento de parte de su novio.

Llevaré a Tweek a mi casa, él pregunta si quieren venir.

¿Pasar tiempo con mi Tuic? —Preguntó vibrante Clyde al ser tomado en cuenta.— ¡Claro que si! —Se iba a acercar para él mismo abrazar en lágrimas al de ropaje verde hasta que fue tomado y jalado por atrás de su sweater por su moreno amigo haciéndole recordar por qué estaban aquí.— ¡Ah! Pe-Pero será después. —Volvió a hablar nervioso.

¿Y eso? —La cara de sospecha de Tucker volvió, debía decir una excusa creíble.

¡Hay un descuento de 2x1 en maquillaje! —Dijo lo primero que se le ocurrió.— Se-Seguro si le compro algo, Bebe me haga caso. —Rió un poco esperando que su contrario le creyera.

Black a su lado rodó los ojos.— Si, también quería comprarle algo a Nichole. —Le siguió el juego.

Y-Yo no te-tengo no-no-novia, p-pero ta-también los a-aco-acompaño. —Sonrió lo mejor que pudo Jimmy.

Craig, como el gay no estereotipado que quiere ser, no quiso escuchar más sobre novias y maquillaje así que no preguntó más.

Como sea, ya saben donde escontrarnos. —Dicho esto se llevó a Tweek aún abrazado a él.

Una vez solos, los tres chicos suspiraron calmados.

Está empezando a sospechar. —Advirtió el de morado.

Tranquilo, no lo descubrió cuando empezó ahora menos que solo faltan dos días. —Hizo un ademán restándole importancia.— Vamos por el padre de una vez que Tweek nos espera. —Habló emocionado poniéndose en marcha de nuevo.

La boda - [Creek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora