"...El peligro es real,
pero el miedo es una opción..."
Pov San
Las pequeñas luces de emergencias se veían como estrellas a lo lejos dentro de aquel centro comercial.
Sentí el puño de Wooyoung aferrarse con fuerza a la tela de la rodilla de mi pantalón.
Estaba muy asustado, probablemente le costaba respirar, pero aun así, él intentaba permanecer quieto para de alguna manera colaborar.
Quedé con medio cuerpo escondido tras la pared, con la pistola lista para matar a cualquiera que se acercara.
Minutos más tarde se escuchaban ruidos de mesas y sillas chocar, gente corriendo, y entre todo eso, el sonido más aterrador que existe para un soldado en todo el planeta tierra...
Tres disparos se oyeron retumbar haciendo eco por todo el centro comercial.
Sentí a Wooyoung sobresaltarse y ajustar el agarre de su mano en mi pantalón.
Tuve que taparle la boca cuando se empezaron a oír los gritos del otro chico, que chillaba desesperado porque se lo estaban llevando.
No podía verle bien la cara a Wooyoung por la poca claridad, pero no me hacía falta para saber que estaba a punto de desmayarse.
Unos cinco minutos más tarde la luz volvió.
Le tomé la mano y tiré de él para que se pusiera de pie.
-Wooyoung tenemos que salir de aquí. ¿Crees que puedes correr?-le pregunté con calma.
Asintió otra vez con la cabeza, con un nudo en la garganta que no le dejaba ni hablar.
En cuanto cruzamos la puerta de cristal de la tienda, vimos claramente el cuerpo de lo que dedujimos era el guardaespaldas, con dos agujeros de bala en el pecho.
Él se quedó petrificado ante la imagen y por un segundo le sentí tambalearse un poco, así que suavemente tiré de su mano nuevamente para hacerlo correr hacia la puerta de emergencia trasera, con la pistola lista atento a cualquier cosa que se moviese alrededor.
De un movimiento rápido metí a Wooyoung al asiento del copiloto, y mientras ponía en marcha el coche, saqué la segunda pistola del compartimiento secreto para dejarlo bajo mi pierna derecha.
Salí de aquel estacionamiento, diciendo por el manos libres del teléfono que llamara a Yuta.
-El centro comercial, hubo un secuestro, WinWin estaba en el local de videojuegos- dije
-Yo me ocupo, ¿Wooyoung está bien?- preguntó.
Le miré de reojo y contesté -¡de puta madre!, y colgó.
El chico estaba hecho una bolita en el asiento, abrazando sus rodillas y la cabeza perdida dentro de estas.
Podía escuchar como batallaba para obtener algo de oxígeno y llorar a la vez.
Estaba aterrorizado.
Deposité la pistola sobre mi regazo y extendí la mano acariciándole la nuca, a lo que su única respuesta fue un sollozo aun más fuerte.
Veinte minutos más tarde y a toda velocidad, entrabamos a la mansión por el portón trasero.
Suspiré hondo y me bajé, dando la vuelta para sacar en brazos a Wooyoung de allí llevarle hasta mi habitación.
Le dejé sentado en la cama y le abracé acunándolo en mi pecho.
-Estamos en casa, ya pasó, tranquilo... tranquilo...- le susurraba suavemente al oído.
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My Cold Revenge Woosan Sanwoo
Fiksi PenggemarPrimera regla de un guardaespaldas: nunca, pero nunca, te enamores de tu protegido... En América cada 60 minutos es secuestrada una persona... El 80 % de las victimas no sobrevive...