IV

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Superhéroes escualidos y no tanto.

Era el lunes siguiente del baile, Eli ya me había explicado lo que paso con los idiotas y Miguel, ahora por eso su madre no lo deja hacer más karate y nosotros estamos intentando calmar su agonía mientras estudiábamos en la biblioteca

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Era el lunes siguiente del baile, Eli ya me había explicado lo que paso con los idiotas y Miguel, ahora por eso su madre no lo deja hacer más karate y nosotros estamos intentando calmar su agonía mientras estudiábamos en la biblioteca. 

-¿Eso es todo? ¿No más karate? - Pregunto Demetri ya sabiendo la respuesta. 

- Creo que no. - Respondió Miguel. 

- Tal vez que si te comportas como buen hijo por unas semanas te dejará en paz. - Sugerí, el negó.

- Quizá sea lo mejor, te aumentaba la confianza. - Dijo Demetri como si fuese algo malo. 

- ¿Y eso no es bueno? - Miguel me leyó la mente. 

- No.- Dijo y lo miré confundida. - ¿Qué te deja la confianza además de un ojo morado y la mochila en la basura?- Miró hacia abajo, el imbécil de Kyler le arrojaba la mochila al cubículo al menos una vez a la semana, era un total bastardo. 

- No lo sé, quizá... ¡Confianza! - Dije obvia. 

- Bueno, - Dijo Eli susurrando.- Me pareció genial como te enfrentaste a Kyler. 

- A mi también, eres el hombre Migue. 

-¿Están locos? Tu ni siquiera estabas allí. - Me señaló.

- Al menos hizo algo, no como tu que corriste como un bebé. 

- Una pregunta: - Dijo mirando a los chicos. - ¿Cuál es el mejor superpoder ?

- Super-fuerza. - Respondió Miguel.

-Mal.

- Convertirse en un Leopardo. - Dije yo. 

- Ese es bueno pero no va al caso. - Me miro por un segundo y volvió a ignorarme. - La invisibilidad. - Hizo una pausa para pensar. - En segundo lugar, más lejos, la supervelocidad para huir rápido.

- ¿Huir por quien? - Levanté la cabeza y allí se hallaba Kyler, sobre Eli, junto a su amigo idiota

- "De quién" - Corrigió el amigo que al parecer no es tan idiota. - Es la preposición "de" , recuerda la clase.

-Ya nos íbamos. - Dijo Miguel mientras guardábamos nuestras cosas rápidamente, pero antes de que Demetri se ponga su mochila la cambie por la mía que era negra también, solo por si acaso. 

-¿Adonde vas? - Preguntó tomando a Eli de la nuca y la mandíbula. - Mira a este bicho raro. - Ambos se rieron y mi sangre se enfureció y corrió a mi cara. - Carajo. ¿Qué chica besaría a esta mierda? -El claramente idiota del amigo no dejaba de reir, estaba por insultarlos cuando Miguel se adelanto. 

-Déjalo en paz, Kyler.- no iban a ser las palabras que yo usaría pero me parecía correcto, Demetri le tocó el hombro intentado cortarlo mientras hablaba pero eso no lo frenó. 

-¿Que dijiste? - Se le acercó Kyler serio y Miguel bajó la mirada. - ¿No te bastó, Réa? - Es amigo imbécil lo empujó levemente con su libro y Kyler lo empujó fuerte de su cabeza, haciendo que Eli y Miguel tomaran la iniciativa de irse, detrás íbamos Demetri y yo. - Una mochila nueva, no quieres esta mierda. - Intentó tomar la mochila que colgaba de los hombros de Demetri. 

-A la basura no. - se quejó mientras se la quitaban y empujaban lejos de ellos. - Esa mochila no... Acabo de tirar... - Antes de que terminara mi mochila ya estaba en la basura. - un yogur ahí. - 

-Es de doble remojo. - Dijo señalando la mochila que Demetri saco del tacho. 

- Imbéciles.- Susurré y antes de que lo pensara ya me habían tomado de la cintura. - ¿Qué haces?- Dije en pánico. 

- ¿Qué nos has dicho?- Dijo y acercó su mano a mi pierna. - Que seas parte de su grupo de ñoños idiotas no significa que no me puedas dar placer.

- Hey. - Dijo Demetri separando lo de mi. - Una cosa es bullying, otra es acoso sexual, aléjense de ella. - Lo tomé de la mano y corrí fuera de la biblioteca. - Lo siento mucho Jane, debimos haber corrido antes.- dijo al llegar a mi pasillo y yo lo abracé fuertemente. 

- Gracias. - Susurré con mi cabeza hundida en su cuello, al borde de las lágrimas. 

- Yo debería decir gracias. - Dijo sin haber devuelto el abrazo completamente alejando la mano en la que sostenía mi mochila llena de yogur . - tu mochila... no te preocupes por ella, ya me volví experto en limpiarlas, ve a tu clase, yo te la devolveré luego- Me separé del medio arazo y sonreí. 

-En serio, gracias Demetri, sin superfuerza eres un superheroe. - Sonreí y le dí un beso en la mejilla para entrar a clase con Miguel que me esperaba en la puerta de el aula del Sr Peterson.

Miguel y yo nos sentamos juntos en matemática, aunque me miró raro la mitad de la clase, se giraba hacia mi confundido y luego sonreía para si mismo. Ya la séptima vez que lo hizo tuve que decir algo.

- ¿Qué quieres?- Pregunté irritada. 

- Respuestas. - Dijo sonriendo pícaramente. - No, no a los problemas de matemática... aunque me vendrían bien, quiero saber que pasó entre tu y Demetri. 

- Nada, solo me salvó de una posible violación. - El me miró incrédulo. - Kyler... el se me... - Me interrumpió al darse cuenta de que no me sentía cómoda hablando de eso. 

- Está bien no hace falta que digas nada. - Dijo serio. - Ya me encargaré de el. - No pasó mucho tiempo para que lo hiciera, unos días despues Entramos a la cafetería y todo miraban a ese imbécil discutiendo con Samantha y dijo algo sobre ella y su padre que no llegué a entender. 

- Escuchaste lo de la chica que le gusta a Miguel? - Dijo Demetri acercándose peligrosamente a mi cara y negué. - El imbécil de Kyler dijo que le hizo... - Susurró e hizo un gesto de que ella le hizo una mamada. - en el cine. 

- Que imbécil. - Dije levantando la vista hacia sus ojos, ¿Normalmente son tan grandes?

-Lo sé. - Dijo con la respiración acelerada, antes de que cualquier cosa sucediera el ruido de Miguel siendo arrojado sobre una mesa nos explotó la burbuja. 

Mientras el usaba su bandeja para golpear a cuatro personas, nosotros tres las sosteníamos sin saber que hacer, tan solo estábamos sorprendidos, al igual que toda la cafetería. Finalmente, luego de que terminara la pelea como un total ganador la directora lo tomó gritando que se baje.

-Demetri...- Susurró Eli llamando su atención. - Quizá deberíamos empezar karate...

Esa tarde fui al estudio de danza, aunque habia audicionado como la principal ni siquiera pude llegar a ser suplente, era una bailarina del fondo. Esto era un castigo de la señora Seymour, ella quería que audicionara para ser una rosa que aunque tenía un solo, no volvía a aparecer en toda la obra.

-Jane, llegaste. -Dijo al verme pasar por la puerta junto a mis compañeras. - he visto la mirada que traes, es por la audición, quizá te hubiese ido mejor si hubieses audicionado para ser la rosa de estanque. 

-Lo siento, pero yo no quiero ser la rosa de estanque. - Ella rió.

-¿Prefieres ser ratón número uno? - negué. - Bien, haré otra audición para rosa de estanque mañana antes de la clase... audicionarás. -Ordenó.

-Pero, señorita, yo no quiero ser la rosa de...- Fuí interrumpida por sus gritos que callaron al estudio completo.

-¡ Audicionarás o quedas fuera del equipo! - Gritó, estremeciendo hasta el último de mis huesos. Caminé unos pasos hacia atrás asustada. - Jane, el papel es perfecto para ti. -Dijo suevemente al ver el efecto que casó en mi sus alaridos.

-Si señora, mañana vendré antes de clase a audicionar.- Afirmé temblorosa, en este momento solo queria estar con mis amigos para llorar en sus hombros, pero la clase estaba por comenzar.

Slippery CeramicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora