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Mi fin.

Narra Yuuri

Corazón.

Repetí y repetí pero nadie me contestó.

- Ma - amá - mamá

Escuché esa pequeña voz junto a mi, me extendió su mano, yo la tomé.

Mi pequeño ángel.

Le dije, el empezó a reir, esa hermosa voz hacia que todo fuera mejor.

-Vamos mamá

Me le quede viendo con curiosidad, mientras era llevado por ese pequeño ángel con mucha felicidad.

¿A dónde vamos?

Tome el valor suficiente para preguntar.

-Vamos por papá.

Me quedé sorprendido, como que por papá acaso el lo sabe todo.

¿Porque por el?

-¿Acaso papá no nos quiere ya?

Baje la cabeza de repente no sentía más la presencia de mi pequeño.

-Probre Yuuri.

Esa voz no otra vez no, esa voz que sale solo para atormentarme, que quiere herirme que quiere salir, la busco con esperanza de no volver a verle pero es demaciado tarde, se apoderó de mi.

-Y tú decías que no pasaría de nuevo.

Apareció frente a mi con mi ángel entre sus brazos durmiendo plácidamente.

EROS

Salió de mis labios como un pequeño susurro, no quería que le hiciera daño a mi pequeño.

Dámelo, no lo toques.

Trate de quitarle a mi pequeño pero el fue más rápido, impidió que me acercará, desapareciendo de enfrente.

-No grites, lo despertarás y no queremos eso.

Apareció detrás de mi.

No le hagas daño.

Le pedí con voz suplicante.

-Claro que no yo jamás hari algo tan bajo, pero el si.

De repente todo el lugar se llenó con imágenes de Víctor.

-Dejame regresar una vez más y lo verás a tus pies, el acaba de matarnos, piénsalo solo tienes poco tiempo mi querido Yurri.

El desapareció y mi pequeño regreso.

-Mami ¿acaso no me quieres?

Esa pregunta es muy cruel incluso para la persona más fuerte de este mundo, mi repuesta lo sería todo en ese lugar obscuro que solo brillaba por la cálida luz de mi pequeño.

Claro que te amo mi pequeño.

-¿Entonces porque papá se fue con otro?, ¿Acaso no fuimos lo suficiente?, ¿acaso soy el culpable?.

No, no, no mi bebé no!!!!!!

No culpes a otros por lo que tú provocaste Yuuri, me decía yo mismo, es tu culpa y solo tuya todo lo que te pasa, el no poder detener a Víctor en ser una vez y otra y otra nada para el te debió quedar claro la primera vez.

Tú jamás vas a ser el culpable de nada mi corazón, yo soy el verdadero culpable amor, yo que simpre fui una escoria para tu padre yo que no sabe nada más que huir.

-Entonces vámonos, quiero que estemos para siempre juntos mamá.

Claro que sí me pequeño, siempre vamos a estar juntos pero tengo que hacer algo antes amor solo un poco de tiempo.