Capítulo 3

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La gente caminaba entre pasillos, a las entradas y salidas cargando maletas y mochilas, en el primer piso estaba esperando a la entrada la mujer platinada que miraba su teléfono celular con un mensaje en la pantalla.

"¿A dónde te has ido?"

Ella suspiró negando con la cabeza mientras lo guardaba y se volvía a cruzar de brazos.

Observaba a las personas concentradas en sus asuntos, hablando por teléfono celular o entre sus mismos acompañantes, en la zona de comida quien llegaba a ordenar o quien se retiraba con su pedido.

-Por fin llegamos -Escucha la voz de Norte llegando a su lado acompañado del peliblanco con una expresión apática- En unos minutos llegarán otros dos compañeros que los acompañarán en el vuelo y en San Francisco, pero estarán hospedados cerca de su zona.

-Buen día -Elsa saludó.

Jack ni siquiera había saludado, simplemente se giraba a otra dirección para observar su alrededor. Para unos minutos subieron al tercer piso en espera de los otros dos agentes que estaban tardando en aparecerse.

-Voy a contactarlos, no vaya a ser que algo malo sucedió -Norte comienza a llamar por teléfono celular mientras que Jack se levantó de su asiento para irse a la zona de cafeterías.

Elsa estando del otro lado de los asientos, lo siguió con la mirada.

Este cruzó unos pasillos para llegar a una cafetería donde una hermosa chica lo atendía. Ella le sonrió con mucha amabilidad en cuanto llegó frente a ella.

-Uno cargador por favor -Dijo ordenando un café.

-¿Viaje largo? -Preguntó escribiendo su orden.

-Será agotador -Suspiró el ojiazul – Me obligaron a casarme.

-Si fuiste obligado no creo que debas sentirte culpable de irte con alguien más.

Jack le sonrió de lado con encanto siguiendo el juego, pues le parecía una chica hermosa.

-Sería infiel mi primer día.

Ella iba abrió sus labios para hablar, pero detrás de Jack llegó otro cliente que la hizo no decir nada. Cuando el peliblanco se iba a girar a ver a este cliente, sintió un puño aferrarle del cuello de la camisa para cargarlo por los aires y lanzarlo contra las orillas de cristal del piso donde estaban.

Ocasionó que el cuerpo de Jack estrellara en miles de pedazos el vidrio y que además cayera al segundo piso donde la gente corrió y gritó de la sorpresa.

El peliblanco gruñó adolorido de su espalda tras recibir tal impacto, pues también había caído encima de muchas maletas.

-¿Se encuentra bien? -Un desconocido se acercó junto a otros para ayudarlo.

Pero Jack ubicó tras de ellos la figura que se asomó por el piso y los destrozos por donde lo lanzaron.

-¡Apártense! -Dijo alejándolos cuando otro grupo de hombres empezó a lanzar rayos plasma de armas.

La gente se empezaba a agachar para retirarse corriendo mientras que Jack se ponía en pie con dolor.

El hombre de traje negro de batalla se acercó a este apuntándole.

Un hombre lanzó un aparato en dirección a este cuando estaba distraído, cuando intentó esquivarlo, este aparato le encarró las muñecas con una fuerza magnética de este mismo.

-Sé rápido, Frost, tenemos el tiempo contado -Anunció el hombre alto de cabellos blancos.

-Recompensa de Balck ¿Cierto? -Jack miró a los hombres que lo rodearon – No te dará nada, sólo quiere.....

Guardiana de él. Primera ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora