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Habían pasado dos semanas largas y horribles, Yelena se mantuvo tranquila contigo y eso no quitaba él hecho de fueran menos malos tus días.
Lo que realmente te mantuvo inquieta fue evitar a Hange, el saber que estuvo yendo todos los días a el almacén en la hora del descanso, ella preguntaba por ti con Armin y le decía siempre lo mismo 'dile que la esperare, quiero hablar con ella de nuevo'. Pasaba muchas veces por tu mente la vez que sonrió frente a ti de esa manera, por unos segundo creíste que era por algo más pero reías de tan solo imaginarlo.

Todos los recreos la pasabas con Yelena en la terraza de la escuela, ella hablaba sobre cosas de su vida que escuchabas solo por segundos al tener la mente ocupada buscando maneras de alejarte de ella. Cada vez hablaba como si estuvieras ahí por voluntad propia y no por lo que en realidad era, obligación. Al terminar el descanso pasaban frente a el almacén donde lograbas verla, leyendo el mismo libro que le entregaste aquella vez, nunca logro notarte al estar concentrada en el.

Escuchaste como todos regresaban a sus dormitorios, Armin siempre llegaba a la misma hora para ver series, cosa que acordaron no volver a hacer pero el al notar tu bajo animo esas semanas no pudo dejar que la pasaras sola.
Le habías dicho que tu compañera de cuarto salía a entrenar, tomando esas horas para no incomodarla.

Escuchaste a alguien tocar la puerta y te dirigiste a abrir, pero antes de girar la manija te detuviste al escuchar esa voz.

 ¿___ podemos hablar?,  ¿te sucede algo? te estuve esperando en el almacén, le dije a Armin que te avisara pero no llegaste, solo quiero saber si estas bien.

Retrocediste hasta quedar sentada en la cama sin decir nada, esperando que se marchara pronto.

Puedes ir a mi habitación si quieres hablar, realmente no comprendo porque me ignoras de esta forma, solo espero no haberte incomodado ese día, es lo que menos quería discúlpame.

Esas ultimas palabras hicieron que te levantarás, querías dejarla pasar y aclarar que lo que pasaba no era su culpa. En ese momento tu mente mostro la imagen de Yelena sonriendo sínicamente e hizo que volvieras a la cama, escuchaste sus pasos al fin alejándose de la puerta.

Querías volver a hablar con ella, era cierto, al pasar los días sin ver la manera en que sus ojos se centraron en ti te desánimo y la verdad era que fue la mas linda a tu vista aquel día.
Te parecía tonto pero lograste comprobar que el ignorar a una persona en algunos casos, podía hacer que pasaras de no sentir nada a querer estar con esa persona, cosa que ahora resultaba inútil y difícil por mas que lo desearas.

'Quiero que esta mierda termine solo para volver a hablar contigo'.

Paso un tiempo desde que se marcho y tocaron la puerta nuevamente, esta vez esperaste a que hablara alguien por si acaso volvía a ser ella, pero escuchaste la voz de Armin.

Soy tu hermano tonta puedes abrir, vengo con bolsas algo pesadas date prisas.

Abriste de inmediato y entro con bolsas llenas de papitas, dulces y junto con un café que al verlo tomaste enseguida luego de ayudarle con las bolsas.

— Traje un americano, también traía un batido de fresas pero fue imposible no comerlo. — dijo dándote unas gomitas en forma de disculpa.

— Esta haciendo frío y espero que tú te enfermes en mi lugar.

— No debí comerlo perdón, ¿Crees que podamos seguir viendo crímenes sin resolver? nos faltaban solo dos capítulos para terminarla y quedamos en una parte que no puedo sacarme de la cabeza. — hizo una cara tierna tratando de convencerte.

— No entiendo como a tus 19 años puedes seguir siendo tan lindo, pero esta bien, ahora no puedes quedarte aquí tan tarde así que no pasara lo de aquella vez. — reíste lanzándole una manta.

𝗘𝗻𝗱 𝘁𝗵𝗲 𝗹𝗶𝗲 | 𝗛𝗮𝗻𝗴𝗲 𝗭𝗼𝗲 (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora