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Los días pasaron después de terminar todo contacto con Hange. El festival de inverno estaba cada vez mas cerca, oportunidad tomada por Yelena para llevarte con ella al ser la encargada de los arreglos del salón.

Las marcas de golpes en tus brazos y piernas iban aumentando, por lo que parte de tu closet estaba ocupado con blusas manga larga compradas por Yelena, con una nota y mismas palabras cada vez que las recibías, 'Lo lamento pequeña'.

Esos días tu actitud mantuvo preocupados a Moblit y Armin, a pesar de lograr mantenerte distraída de todo lo que pasaba, su tiempo a tu lado molesto a Yelena.
Tareas y mandatos como lo hizo con Hange fueron dados por el director, ellos aceptaron realizarlos para no preocuparte al seguirles insistiendo en que lo hicieran.

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11:23am, el sonido de la alarma colocada por Armin te despertaba a la misma hora. Cambio de habitación para estar mas tiempo a tu lado, lo que pudo evitar las llegadas sin aviso de Yelena.

— Deberías dejar de colocar tu alarma la vuelves a apagar, no tiene sentido. — volteaste dándole un golpe en la cara al verlo aun dormido.

— Es sábado por eso la apague. — te devolvió el golpe antes de que salieras de la cama. — Recuerda que hoy iremos a la casa de Nanaba.

— Gracias por recordarme, pero no pienso ir. — llevabas evitando varios días sus mensajes sobre la fiesta, ella sabia bien sobre la separación de ambas, pero menciono que no importaba eso ya que te necesitaba ese día. Sus platicas y salidas fueron mas constantes después de la ruptura, era algo que te alegro en su momento.

— Prometo que no estaremos ahí tanto tiempo. — se paro frente a ti juntando sus manos en modo de suplica. — Te comprare café las veces que quieras al día, por un mes.

— Me agrada eso, te mandare un mensaje confirmándote, si no lo recibes espero que disfrutes la fiesta. — le diste una sonrisa antes de entrar al baño.

La noche anterior recibiste un mensaje de Yelena dándote la hora exacta para verse por la tarde. Terminaste de bañarte y arreglarte, al salir del baño recibiste una mirada confusa de Armin hacia lo que usabas.

— Te compre mucha ropa hace unos días, y solo usas las misma de siempre que solo cambian en color. 

— ¿Me veo mal entonces? — reíste dando una vuelta mostrando como te veías.

— Claro que no tonta, te ves muy bien. — tomo tu brazo sentándote frente al tocador para secar tu cabello. — Sigues viéndote con Yelena pero siempre regresas sonriendo, al menos deberías desahogarte conmigo las veces que quieras, es lo mínimo que puedes hacer ya que no me dejas intervenir.

— Si lo hago terminaras llorando conmigo, no quiero eso. — dio un tirón a tu cabello por lo que dijiste y reíste cerrando los ojos hasta que termino. 

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— Iré a comprar el regalo para Nanaba, ¿Quieres ir?

— Tengo que ir a la biblioteca a devolver unos libros. — señalaste la pila de libros sobre el buro. — Ve con cuidado.

— Nos vemos en un rato entonces, y llámame si necesitas algo. — agito su mano despidiéndose antes de cerrar la puerta.

En el momento en que salió esperaste recostada en la cama por su mensaje. Tu espera no fue mucha pasando así solo cinco minutos antes de que el celular vibrara dejándote ver su nombre en la pantalla.

Profesora: Estoy afuera, date prisa pequeña.


Tomaste los libros y saliste de la habitación. La viste a lo lejos recargada en su auto atendiendo una llamada, cuando al fin logro verte guardo su celular rápidamente y camino hasta a ti antes de que llegaras.

𝗘𝗻𝗱 𝘁𝗵𝗲 𝗹𝗶𝗲 | 𝗛𝗮𝗻𝗴𝗲 𝗭𝗼𝗲 (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora