Capítulo 11

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—Chicos despierten...

Dijeron los tres chicos al unísono para que después el menor de todos los moviera, haciendo así que ambos despierten.

—Mm?... ¿Qué pasó? —dijo un soñoliento Soobin tapándose los ojos

—Pues no sé, los encontramos aquí dormidos...

—Dormidos?... —ahora respondió el mayor haciendo un click en su cabeza cuando recordó que estaba con el castaño

De inmediato volteo su cabeza encontrándose al otro mirándolo de la misma forma, ambas caras se pusieron rojas.

¿Desde qué hora estaba ahí? ¿Los habrán visto más personas?... Espera... Si ellos estaban afuera significaba que ya acabó la clase... ¿Qué hora era?

—B-beomgyu... ¿Qué hora es? —dijo en voz bajita levantándose del suelo y agachando la cabeza para que no se vea el rojo de su cara, aunque ya sabía que se habían dado cuenta

El rubio vio la hora, ya estaban por la mitad de la cuarta y última hora. Esto le molestaría mucho a su amigo, que hay que aclarar nunca se había saltado ni una clase.

—Pues verás... Que te parece si vamos a almorzar, yo invito—dijo rápido y nervioso

El mayor se dio cuenta.

—¿Qué hora es? —respondió con un tono de voz demandante y ahora si alzando su rostro pues toda vergüenza que había sentido hace un momento, ya se había ido

—Ya es la mitad de la última clase... —dijo cerrando los ojos por miedo a ver su cara de enojo, pero se sorprendió cuando escuchó al mayor agradecer a los otros dos chicos por haberlos despertado

Eso hizo suspirar de alivio al rubio, pero después sintió un agarre en su mano y escucho como se despedía, nop, no estaba de buen humor... ¿Como no?... Recordemos que esto nunca le había pasado.

El pelinegro lo llevó hasta los casilleros, lugar donde ambos sacaron sus cosas y salieron de la escuela. Yeonjun completamente serio lo llevó hasta un parque cercano y una vez ahí se sentó en una banca.

—¿Qué pasó? — habló el mayor con un tono de voz ya más tranquilo dándole así seguridad al otro chico para que hable

—Pues no sé, los encontramos así, ahí...

Soltó un suspiro, habían pasado muchas cosas en un solo día, como era posible que un chico influya tanto en su vida al extremo de casi cambiarla.

—Se veían lindos...

—Eh?

—Los dos, eran tiernos... Nunca te había visto así...

Mierda... Es verdad ellos los vieron y si más personas los vieron así, que pensarían de él y si su padre se entera... ¿Se molestaría?

Se estaba auto torturando con sus pensamientos cuando le llegó un mensaje... de Beomgyu... ¿Por qué le mandaría un mensaje si están en el mismo lugar?

Cuando lo abrió se dio cuenta que era una imagen, no cualquier imagen... Era una foto de Soobin y él abrazados y durmiendo.

Su rostro se puso rojo y cuando escuchó una leve risita del otro, le dio un leve golpe en brazo. Esto estaba mal, un chico no puede destruir el progreso de toda su vida, esto no podía ser posible.

Debo alejarme de él

Pensó decidido... Ese chico no cambiaría su vida, o al menos eso esperaba.

Minutosantes

—¿Qué acaba de pasar? — dijo un castaño aún sentado en el suelo viendo a sus amigos

Dos Corazones | »»Yeonbin««Donde viven las historias. Descúbrelo ahora