Era viernes por la tarde y un castaño se encontraba feliz en su sala con una mascarilla en el rostro mientras comía trozos de piña. Estaba emocionado pues esa misma mañana, todos los chicos habían estado decidiendo a qué hora se encontrarían y que es lo que harían al día siguiente.
—No pendeja, no regreses con él... Te engañó, vete con tu mejor amigo... —dijo Soobin como si la chica de la pantalla lo escuchara
Y es que bueno, esa tarde Soobin estaba disfrutando de una película completamente solo pues el mayor que siempre lo acompañaba, ese día no pudo ir con él porque cuando salían de la escuela un señor grande, que sinceramente daba miedo, se había acercado al pelinegro y le dijo unas cosas al chico haciendo que seguido de eso, Yeonjun, le dijera que no podía acompañarlo pero que se verían mañana.
Soobin supuso que era algún trabajador del padre de Yeonjun, así que simplemente le dijo que estaba bien.
Esa tarde era la primera que después de un largo tiempo la pasaba sin compañía, sinceramente era algo aburrido pero que podía hacer.
Las horas pasaron y alrededor de las seis de la tarde, justo cuando sus ojos se empezaban a cerrar, demostrando el cansancio que tenía, el sonido del timbre de su casa sonó.
Soobin algo molesto por la interrupción de su intento de dormir, se quitó la mascarilla de su rostro y fue a abrir la puerta, pero al abrirla toda molestia que llegó a sentir se eliminó al encontrarse con cierto pelinegro todo golpeado y sangrando del labio y la nariz.
—¡¿Pero qué te pasó?!... —exclamó preocupado ayudando a entrar al mayor—... ¿Por qué estas así?... ¿Quién te hizo esto?...
—F—fue mi papá... —dijo Yeonjun con la voz quebrada, pero con un tono completamente enojado
Soobin se asustó por la simple idea que el padre de ese chico lo había dejado así. No lo podía creer posible.
El castaño lo hizo entrar, y ya una vez dentro lo hizo sentarse en el sofá para después irse por una toalla húmeda y por el mini botiquín que tenía en su casa.
Soobin los buscó apresurado y una vez los encontró, regresó con Yeonjun y comenzó a curarlo. el mayor no dejaba de quejarse, pero a pesar de eso Soobin continuó mientras pensaba en cómo ese señor le puedo haber hecho eso a su propio hijo.
Aquello le traía horribles recuerdos, pero no era momento de pensar en eso, era hora de ayudar a aquel chico que lo había estado ayudando demasiado durante los últimos días.
—Tienes que denunciarlo... —dijo Soobin de una forma seria mientras seguía limpiando las heridas
Yeonjun lo miró, se dio cuenta que aquel castaño estaba molesto, cosa que no le sorprendió y que sinceramente él también lo estaba, aun así, sus palabras lo sorprendieron.
¿Denunciar a su padre?... ¿Por qué nunca se le había ocurrido?
Suspiró... ¿A quién pretendía engañar?... Claro que se le había ocurrido, simplemente era que no se atrevía.
—No puedo hacerlo... — respondió en voz baja
—¿Por qué?... —le preguntó Soobin mientras que ahora le ponía una crema cicatrizante
—Le tengo miedo...
—Le tienes cariño? —dijo dejando de aplicar la crema para después verlo a los ojos
—Lo odio...
Él nunca había querido a su padre, ni siquiera cuando su madre estaba viva, jamás lo quiso... Él sabía desde pequeño que ese hombre golpeaba a su madre porque incluso lo golpeaba a él, siendo que por eso mismo tenía una que otra marca en su espalda para confirmarlo.
—Tu mamá?
—Falleció hace años... Obviamente la quiero demasiado
Él amaba a su madre, la adoraba, por ello cuándo ella se enfermó y después murió, Yeonjun sufrió demasiado y sintió que su mundo se había acabado.
Aquella era una de las razones porque la que odiaba tanto a su progenitor, pues cuando a su querida madre la diagnosticaron de leucemia, ese señor solo hizo que la trataran al inicio de la enfermedada, pero cuando empezó a empeorar dejó pagar el tratamiento, después de eso, al cabo de medio año, falleció.
—Puedes escaparte...
—¿Y la escuela? ...
—Puedes aplicar a una beca...
—¿Dónde vivo?...
—Te puedes quedar aquí
¿Escaparse?... Sabía que a su padre no le importaba, la única razón por la que lo mantenía era porque él sería próximo CEO de la empresa que tenía ese hombre. Incluso por eso desde pequeño le había exigido lo mejor de lo mejor, lo había llenado de ideas de que si no sacrificaba todo esto sería mediocre y que los mediocres no tenían felicidad.
Él solo quería felicidad, pues en los últimos momentos de la vida de su madre ella le hizo prometer que buscaría la felicidad... Lo hacía por ella y por él mismo.
Aunque desde que había conocido al castaño se dio cuenta que nada de lo que le había hecho creer ese señor era verdad.—¿Puedo quedarme aquí?... ¿Qué dirá tu mamá?
—Ella te va a apoyar, porque le voy a contar lo que hiciste por mí... Y porque ella sabe que es horrible vivir con un monstruo...
¿Monstruo?... Era verdad, su padre era un monstruo.
Miró al muchacho, este le devolvía la mirada, confiado... ¿Sería capaz de escapar?... Podría de verdad... ¿Ser feliz?
—¿Cómo lo sabe?
—Porque yo lo viví...
El castaño al decir esas palabras por primera vez no sintió tristeza o temor a pesar de que los recuerdos de lo que vivió regresaron a su mente. Talvez era la adrenalina del momento o talvez era el hecho de que sabía que con esas palabras lograría que el mayor se atreviera a escapar y ser feliz.
No lo sabía en realidad, pero sinceramente esto no le importaba.
—¿Me ayudarás?
—Sí
Lo haría, lo intentaría... Ese hombre ya no le arruinaría su vida, ya no se dejaría lastimar ni pisotear... A pesar de que tener mucho miedo.
—¿No te cansaras de mí?
Sería libre.
—Nunca lo haré
Ambos chicos se sonrieron, talvez por la emoción o talvez por el ambiente que se sentía... Un ambiente que no sólo era de amigos si no de algo más.
—Entonces...
—¿Entonces?
—Hagámoslo...
Waaaa por fin Yeonbin jsjs, ahorita mismo voy a escribir el siguiente capítulo porque estoy emocionada... Y también para que no se me olvide la trama.
Aayy toy happy por fin llegué al arco del Carnaval, que era lo único que desde el comienzo sabía que quería poner en la historia sí o sí.
Wenu eso es todo.
Bys (((o(*゚▽゚*)o)))
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Dos Corazones | »»Yeonbin««
CasualeChoi Yeonjun es el chico más inteligente del salón y no sólo eso, también es el más lindo y muchas como muchos lo sabían. Choi Soobin no era la excepción. Choi Soobin, Soobin o Binnie para los amigos, era un chico común y corriente, no era malo en...