Kings\\ Mafia Au-omegaverse // Rubegetta +18

ONCE

Tal vez pasaron unos días cuando entraron varios hombres a la pequeña cabaña, el albino ni siquiera se inmutó, mantenía la cabeza baja las manos juntas y una mirada perdida, Rubius y el resto de sus hombres les apuntaban aunque teniendo cuidado con las sombras que habían, no querían tener un accidente y descuidarse - Guillermo.

- rubius y veg - paro de hablar cuando alzó la mirada y no vio al pelinegro por ninguna parte, solo la sonrisa del alfa frente a el además de lo que parecía ser un teléfono en una llamada, lo cual aparte de darle curiosidad comenzó a sentir una desesperación única - ¿Dónde esta?

 - ¿quien?- Desvio la mirada al celular al ver que el contrario miraba este mismo- ¿mi omega? posiblemente acabando con toda tu armada, con tu estúpido omega - Willy apretó los dientes, apunto a rubius, al menos hasta ser apuntado por el resto de personas que estaban cerca - espera, ya lo tienen ¿quieres hablar con el? - con la misma sádica sonrisa que tenia Sam, rubius puso la llamada en alta voz.

- ¡por favor Vegetta no lo hagas! - la voz de fargan sonaba con miedo... la risa del omega pelinegro se hizo presente, mas el ruido de algunos golpes y disparos sordos y lejos.

- dime una cosa fargan - Willy miro con ira a rubius, como si en cualquier momento fuera a disparar o a lanzarse encima de el para comenzar una pelea - ¿tu crees que ella me escucho? 

- te prometo que yo no sabia nada de eso - se alcanzó a escuchar un quejido de dolor. - ¡por favor no!

un golpe seco mas un grito un poco desgarrador. - si yo lo perdí tu también, ese niño era mi vida... Yo voy a quitarte la tuya. - rubius hizo una seña y el albino bajo el arma... ya no tenia a donde ir, luchar contra el otro alfa no pararía al otro omega - no me importa nada, tu lo sabias... eres incapaz de mentirme - se escucharon unos pasos - atenlo, lo llevaremos con nosotros.

lastimosamente un omega acorralado y en ese estado es difícil de manejar luego de que se escuchara un pequeño forcejeo se escucho un disparo y la cínica risa de Vegetta, mas la burla de unos cuantos alrededor - ¡fargan!

- mira, tu alfa te esta llamando - al acercar el teléfono se escucharon los jadeos y quejidos de fargan, con una vez algo dolorosa - ¿no le vas a decir nada? ¿no vas a rogar por tu vida y por la de tu niño? ¿No vas a siquiera pedir perdón? 

- wi-willy no te preocupes por no-nosotros - unas gruesas lagrimas comenzaban a salir de los ojos ámbar mas su voz trataba de no quebrarse aunque le era difícil. - estaremos bi-bien.

- no le mientas - rubius cerro los ojos para sobarse con la otra mano su entrecejo, le desesperaba un poco aquel juego de su omega - ya no hay un ustedes, solo un tu  - Willy al ver la expresión de rub supo que el no tenia planeado eso, Vegetta estaba actuando por su cuenta en ese momento... había cometido un error que cobro la vida de un ser inocente... pero el no sintió remordimiento por la muerte del "príncipe" de karmaland, ahora tenia que ver a su pareja sufrir. Alzó las manos y se arrodillo, mirando al suelo y tratando de pasar aquel nudo que se le había formado en la garganta, producto de la desesperación y la angustia que sentía.

- Vegetta... mi señor - trago saliva, estaba resignándose, queria al menos poder tener algo de tiempo - no le haga nada más por favor, se lo suplico.

- Rubén - el nombrado hizo un sonido para hacerle saber que estaba escuchando, dejando la poscion anterior, tomando una nueva un poco alejado del alfa en el suelo - lleva a esa escoria al punto de encuentro, te estaré esperando chiqui.

- claro... No demoraremos - colgó y miro a los que estaban a su lado - ya oyeron, a la bahía. - todos comenzaron a moverse, se llevaron al albino y mataron al guardaespaldas, cuando llegaron a la bahía encontraron a Vegetta sentado encima del coche, con un pequeño vaso en las manos donde se podía ver una pequeña hilera de humo, seguramente té. fargan estaba a un lado, con una mano hacia presión en una herido que tenia en el vientre, estaba atado de piernas. Cuando Willy bajo vio algunos ojos brillantes en la oscuridad, seguramente más hombres que cuidaban al omega, seguramente esperando como cazadores a que su presa hiciera algún mal movimiento.