Suena la puerta abrir se, se asoma Finlandia con el ceño fruncido, y detrás de el viene Bélgica.
- ¿Voitteko kertoa, minulle missä vittu olit? - Preguntó enojado el filandes.(Me puedes decir, ¿dónde mierda estabas?)
- Con un amigo... - Desvía la mirada con una sonrisa y luego de vuelve la mirada a los presentes - Bueno ya es tarde y mañana tengo que ir a la pega - Dijo caminando en dirección a su habitación pero fue detenido por el filandes.
- Mañana no te escapas - Dijo y fue fue dejando al belgicano y al chileno solos por el pasillo.
El belgicano se hacerca a el con una sonrisa pícara y le dice.
- Mañana me lo cuentas vale?, ahora ve a dormir picaron - Le sonrió y fue por donde se fue el filandes.
El chileno sonríe y va su habitación a intentar dormir, por que de seguro su mente le traiga varios, que ahora son, recuerdos.
(...)
- Welcome! - Dijo alegré el estadounidense.
"Buenos días señor Usa" dijo alegré el peruano mientras los otros sudamericanos dijeron un cansado "buenos días".
- Hoy les tengo una sorpresa - Hizo una pausa y continúo - Al cocinero le tengo esto! - Mostró un traje de chef de color negro, el mexicano al ver esto quedó sorprendido y encantado, iba a hablar pero fue interrumpido por el estadounidense. - Pero tendrás que ponerte esto también - Mostró unas orejas de gato, luego todo se lo entrega al mexicano.
- Chinga... - Dijo en un susurro el mexicano, observando el traje junto a las orejas de gato.
- Tengan querido - le un trage de maid al peruano, boliviano y al chileno los cuáles tenían cara de desagradó. El norteamericano caminó hasta el argentino y le entrego un trage el cuál era de mesero muy peculiar. - Good! ahora que todos tienen sus uniformes vallan a cambiarse que ya abriré la cafetería - Caminó con paso lento pero de un momento se detenio- Y es obligatorio - Ordenó y se fue en dirección a la estantería.
Todos se quedaron mirando entre sí.
Hasta que el pequeño boliviano fue corriendo a los vestidores y detrás de el iba Perú, México y Argentina y por último Chile esté no tenía prisa pues su turno es en la tarde.
Alcanzaron a entrar el peruano y el boliviano el cuál al entrar a los vestidores cerró la puerta en la cara del méxicano.
- AHHH NO MAMÉS! - Gritó enojado el mexicano esté dió un golpe a la puerta y luego se sentó en el frío suelo.
- Le da una patada a la puerta - La concha de la lora -
- Y Chile? - Dijo confuso el mexicano.
- Estaba detrás mío -
- Voy a buscarlo - Se levantó de dónde estaba y caminó por a lado del argentino pero, fue detenido por este -
- Descuida, yo voy - Le dió una sonrisa.
- Está bien, te espero - Se volvió a sentar en el suelo, observando como el argentino se iba por aquel pasillo.
Mientras caminaba por el pasillo con una sonrisa en busca del chileno, su querido chileno.
Lo encontró en otro pasillo el cuál daba al cuarto de limpieza, en mitad del pasillo está el chileno a mitad de vestir, dándole la espalda al argentino.
