Capítulo 1

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—Mami, se me ha roto. —Dijo mi hijo haciendo pucheros y enseñando su coche de juguete, al que ahora le faltaba una rueda.

—Tranquilo cariño, ya verás como papi lo arregla. —Dije yo sonriendo. Él se levantó de la alfombra y fue corriendo al estudio de Chris.

Yo seguí leyendo mi libro a la luz de la hoguera. Vivíamos en una casita de campo acogedora, en un pequeño pueblito. Vivíamos muy bien, y me sentía segura, porque sabía que era imposible que Zayn me encontrara aquí. Chris trabajaba como empresario, en la ciudad, viajaba mucho, pero era el precio que tenía que pagar por tener esta bonita casa. Y yo trabajaba como camarera en un pequeño bar, no muy visitado. ¿Y quién cuidaba a Lucas mientras no estábamos? Mi mejor amiga, Nina. Ella no trabaja, y como le encantan los niños dejo que cuide a Lucas, ya que ella dice que prefiere quedarse con él que estar sola en casa.

—Mira. —Dijo Lucas enseñándome el coche de juguete, ahora arreglado.

—¿Papá ya te lo ha arreglado? —Dije sonriendo con ternura al ver su sonrisa de niño pequeño.

Igualito a su padre. —Pensé.

Mi sonrisa se transformó en una triste.

—Sí, ahora arrancará su motor otra vez. —Dijo y se sentó de nuevo en la alfombra.

La puerta del estudio de Chris se abrió y salió vestido con un traje gris. Chris era rubio y tenía los ojos verdes y un cuerpo increíble —y no lo digo por presumir—.

—Cariño, tengo que irme. Me necesitan en el trabajo. —Dijo dándome un casto beso en los labios.

—Te echaré de menos. —Le dije.

—Y yo a ti, mi amor. —Dijo y me besó de nuevo. —Hey, grandullón. —Dijo poniéndose de cuclillas al lado de Lucas. —¿Ya no le das un beso a tu padre? —Lucas lo abrazó y le dio un beso en la mejilla. Chris le revolvió el pelo y se levantó. —Bueno, me voy ya. —Dijo y nos lanzó un beso con la mano desde el umbral de la puerta, haciendo reír a Lucas y haciéndome sonreír.

***

Alguien estaba moviendo mi hombro, y abrí un poco los ojos. Lucas me estaba removiendo para que me despertara, y escasos rayos de luz se colaban por la ventana de la habitación, debido a las persianas.

—¿Qué ocurre, cariño? —Dije acariciando su mejilla.

—¿Hoy puedo acompañarte al trabajo? —Dijo con su vocecita.

—¿Por qué? —Dije bostezando.

—Quiero irme contigo. —Dijo con esos ojitos miel mirándome y haciéndome imposible negarme.

—Claro que sí, cariño. —Dije y él me abrazó. —¿Quieres que desayunemos y nos vamos? —Dije y él asintió sonriente.

Me levanté, me puse las zapatillas y fui con Lucas a la cocina. Preparé un café y un colacao y cogí unas galletas.

—¿Puedo ponerle azúcar? —Preguntó moviendo las piernas debajo de la mesa.

—El colacao ya tiene azúcar. —Dije colocando el vaso delante de él y mi taza en su lugar para luego sentarme a su lado a desayunar.

—Jo. —Dijo sacando su labio inferior.

—Anda, bebe. —Dije dando un sorbo a mi café.

***

—Buenos días. —Saludé a Nicolás.

—Buenos días. —Me dijo él igual.

—¡Hola Nicolás! —Dijo Lucas para correr a lanzarse a sus brazos.

Good sex, only you | Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora