XII

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Ambos omegas iban en el carruaje, Chan estaba muy nervioso, pues no sabía si alguien le pueda reconocer. Pero aún con toda la preocupación de ser descubierto, Chan estaba seguro de querer ayudar a Seúl.

En cuanto el carruaje llegó al pueblo, se llevó la atención de todos ¿El rey había vuelto? Y si era así ¿Por qué? Todos los del pueblo estaban confundidos.

— Muy bien... Al primer lugar al que iremos es... — el pelirosa leyó la lista que había hecho — ¡El orfanato! — dijo con una sonrisa.

— ¿¡Enserio!? ¿¡Con niños y bebés!? — al rubio le brillaron los ojos.

— Así es... Le mande una carta al orfanato y ellos felizmente aceptaron tu visita — sonrió Minho.

Ambos omegas sienten como el carruaje es detenido. La puerta se abre y la gente está afuera, un guardia se pone a la puerta del carruaje y grito algunas palabras.

— ¡Den la bienvenida al omega del rey! — grito aquel guardia, y Chan salió del carruaje y pudo ver a todos inclinándose.

Detrás del rubio salió Minho. Ambos omegas empezaron a caminar hacia donde esta el orfanato, habían dos guardias detrás de ellos, pues Seungmin les había ordenado mantenerse cerca, no se iba a arriesgar a que pasara lo mismo que hace unas semanas, sobre todo porque esta vez no estaba el allí presente.

Los omegas por fin llegaron al orfanato, y ambos guardias se había quedado afuera en la entrada para asegurarse que nadie entre al lugar mientras Chan y Minho estaban allí dentro. Ambos omegas caminaron, hasta que una vieja omega se acerco a ellos.

— Buenos días, mi nombre es Im Nayeon — la vieja omega hace una reverencia — Pueden llamarme Nayeon — sonríe la mujer.

— Buenos días — contesta Minho mientras Chan admiraba el lugar.

— ¿Han venido a ver a los cachorros, cierto? — ante la pregunta de la omega, Minho asintió — acompáñenme — sonrió la mujer.

Ambos omegas siguieron a la mujer, que los llevó a un patio, donde se pudieron ver muchos cachorros corriendo por todos lados. Al rubio le brillaron los ojos al ver a tantos cachorros de diferentes edades corretearse; algo llamó su atención, fue una chica, la cual se podía notar con claridad que estaba embarazada.

Los tres omegas se adentraron al patio y de inmediato, los dos omegas desconocidos llamaron la atención de los niños, sobre todo al ver esas ropas tan elegantes.

— ¡Es un príncipe! — una pequeña gritó, corriendo hacia el rubio — Usted es muy bonito  — le dijo la niña cuando estaba frente a él.

— Tu también eres muy bonita — el rubio se agachó a la altura y acarició los castaños cabellos de la pequeña cachorra.

— Jeongyeon, deja al príncipe en paz — la joven chica embarazada se acercó con rostro apenado — Lo siento tanto — la joven dijo con intención de hacer una reverencia, pero es inmediatamente detenida por Chan.

— No debes inclinarte, te puedes hacer daño — el rubio la agarra del hombro para que no se incline más.

— Pero usted es el omega del rey, tengo que... — la omega es interrumpida.

— Y como omega del rey, te ordeno que no te inclines — sonríe el rubio, y la joven embarazada se sonroja.

— ¿¡Entonces usted si es un príncipe de verdad!? — la pequeña niña pregunta en un grito.

— Así es — sonríe el rubio.

La pequeña niña chilló emocionada y abrazó al rubio que había vuelto a agachar para poder hablar con la pequeña. Ambas omegas trataron de alejar a la niña del omega, pero se detuvieron en cuanto notan que el rubio levanta a la cachorra en brazos y está feliz se aferra a su cuello.

— Usted huele muy bien, príncipe — la pequeña entierra su pequeña nariz en el cuello del omega —¡Usted huele a vainilla y cereza! — exclama y el rubio sonríe.

— Jeongyeon... No molestes al príncipe — la omega mayor se acercó.

— No importa, si he venido aquí, es para pasar tiempo con los niños — el rubio le sonríe a la pequeña que no se disponía a soltarle.

— M-Mi nombre es Hirai Momo — la omega embarazada dice.

— Su majestad ¿Desea algo para comer? — la vieja omega se acerca.

— Y-Yo... No gracias — el rubio sonríe con amabilidad — Chan... Llámenme Chan — pide el menor.

— Oh... Pero usted... Nosotras no podemos simplemente llamarlo por su nombre — la joven dice.

— ¡Chan! — la pequeña niña gritó — Y usted bello hombre ¿Cómo se llama? — la niña se dirigió al pelirrosa que se empezaba a sentir olvidado.

— Mi nombre es Lee Minho — sonrió el pelirrosa.

— Minho Hyung ¿Es usted un príncipe también? — un pequeño cachorro se acercó a ellos.

— Así es, soy primo del rey — el pelirrosa se agachó.

Todos los niños empezaron a gritar de felicidad debido a la presencia de dos príncipes allí. Todas las risas son interrumpidas cuando la puerta es abierta y el aroma de alfa llegó a ellos dejando ver una alfa joven que se veía un poco pálida.

—  Momo ¿Sabes por qué hay guardias del castillo afue... — aquella  alfa se interrumpe en cuanto ve a ambos omegas allí.

— ¡Dahyun! — la omega embarazada corre hacia la alfa.

— Momo, te dije que no corras, te puedes lastimar — la alfa posa una mano en el vientre de la omega — L-Lo siento — dice en cuanto ve a ambos omegas, claramente de la realeza y hace reverencia.

— Dahyun, el es el omega del rey y este es el primo del rey, han venido a ver a los niños — sonríe Momo.

— ¿O-Omega del rey? ¿Está el aquí? — la alfa voltea a todos lados.

— No, solo hemos venido nosotros dos — dice el pelirrosa.

Ambos omegas se quedaron un rato más en el orfanato, hasta que notan que la comida que les dan, es muy poca. Cuando preguntaron, solo les fue respondido que nunca había dinero suficiente. El rubio, alarmado por eso, preguntó dónde podía conseguir comida para los niños, a lo que la vieja omega respondió que siempre compraban la comida en una tienda cerca de allí.

El omega rubio, arrastró a Minho afuera del orfanato, estaba decidido a ir a aquella tienda y comprar por su cuenta todo lo que fuera necesario para los pequeños cachorros, pero al mismo tiempo, la ira se formaba  dentro de él ¿Cómo era posible que Seungmin nunca hizo nada? Definitivamente el rubio estaba furioso con el alfa.

𝙈𝙮 𝙆𝙞𝙣𝙜 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢𝘷𝘦𝘳𝘴𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora