𝙈𝙮 𝙆𝙞𝙣𝙜 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢𝘷𝘦𝘳𝘴𝘦

IV

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Habían pasado dos semanas desde que Bang Chan llegó a aquel castillo. El Rey había cambiado su actitud con el notoriamente; pues ya no le gritaba o trataba mal.

El rubio ya lo sabía; sentía que aquel rey era su destinado, pero simplemente no lo podía creer, pues al principio ese Alfa había sido muy malo con el. Tenía miedo de ser cruelmente rechazado por aquel Alfa, pues Christopher debía admitir que aquel rey se le hacia realmente atractivo, pero el rencor aun estaba ahí.

por otro lado, Seungmin no quería caer ante el encanto de aquel Omega. Se estaba empezando a enamorar, pero el no lo podía aceptar, no podía caer ante un simple Omega, no siendo Rey.

Ya era hora de la cena; por lo que Bang Chan, se dirigió al  comedor junto con la compañía de Minho, quien comería también allí al ser quien cuide del rubio.

Seungmin estaba en la punta de la mesa, a su lado derecho estaba Bang Chan y Minho se encontraba al otro lado de Chan. La cena era silenciosa, como todas las demás. Pero en ese momento, el silencio es interrumpido debido a la puerta siendo abierta, dejando ver a un sirviente entrando.

— Su Majestad — aquel sirviente se inclina — Le ha llegado una carta del Reino de Daegu — se acerca para entregar la carta al Rey.

— ¡Retírate! — exige el Rey en cuanto tiene la carta en manos.

El sirviente hace una última reverencia para luego retirarse. Seungmin, empieza a leer lo que decía la carta y gruño, Minho se confunde debido a la actitud del Rey. El Alfa nota la confusión de Minho y le entrega la carta; en cuanto Minho la lee, jadea sorprendido,  pero con una sonrisa, mientras que Chan decide ignorar lo que estaba pasando.

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A la mañana siguiente, Bang Chan se levanta animadamente y decide bajar al comedor a desayunar. El nota que Seungmin no está allí, pero le resta importancia, él comería solo con Minho.

Christopher decide ir a su habitación; pero es detenido, pues siente que alguien lo agarra de la mano. Al voltear, puede ver a Minho con rostro animado.

— Chan, necesito que te pongas esta vestimenta — Minho le entrega una ropa más fina y elegante.

— ¿Qué? ¿Por qué? — pregunta confundido.

— Habrá visitas de otro pueblo y todos los que vivían en el castillo, deben ir a recibir a los invitados — sonríe el Omega mayor.

— Esta bien — dice para agarrar las prendas e ir a su alcoba.

Chan se cambió de ropa que le indicó Minho. El rubio se veía muy bonito, pues esa ropa se le hacía ver más elegante y radiante.

Chan bajo y fue a donde se suponía la entrada del castillo, en la puerta estaba Seungmin y Minho a su lado. Estaban todos los sirvientes en fila a los lados del pasillo, dejando ver aquel pasillo ordenado y perfecto.

Minho le dice a Chan que se acerque a él, por lo que Chan se pone al lado del mayor, quedando Seungmin en medio y los dos Omegas detrás de él, uno de cada lado; Minho a su izquierda y Chan a su derecha.

Las puertas son abiertas, dejando ver la parte de afuera, donde hay un carruaje azul con detalles de oro. De allí baja un chico, aquél chico  era pálido, cabello negro y ojos marrones. Detrás de él salió otro chico, tenía el pelo con tonos azulados, al igual que sus ojos color azul cielo. 

— Den la bienvenida, al Rey de Daegu, Hwang Hyunjin y a su Omega Hwang Jeongin — un guardia grita e inmediatamente todos los sirvientes y guardias se inclinan con respeto. 

Minho y Chan se inclinaron levemente y Seungmin seguía firme, en su posición. Hyunjin se acercaba y tras él estaba Jeongin, quien lo seguía. Al fin ambos reyes quedaron cara a cara.

Chan supo que aquél Hyunjin era un Alfa, y como había gritado anteriormente el guardia, su acompañante era su Omega; pues tenía un aroma a algodón de azúcar, junto con el aroma de su Alfa, menta y café.

— Cuanto tiempo sin verte, hermanito — sonrío Seungmin, haciendo que Jeongin agachara la cabeza con sumisión.

— Deja a mi Omega en paz — gruño Hyunjin al notar la mirada que le dio el contrario  a su Omega?

— ¿Terminaste enamorándote de mi hermano? — preguntó con burla — Que bajo has caído, Hwang —

—  ¡Cállate! ¡No se te olvide que soy mayor que tú, debes respetarme! — gritó el azabache.

— ¡Tu estas en mi territorio, respétame tu a mi! — le gritó de vuelta el más joven.

— No he venido aquí a pelear contigo — dijo más calmado Hyunjin.

— ¿A que has venido entonces? — Seungmin levanto una ceja.

— Esto mejor lo platicamos adentro — gruño Hyunjin.

Seungmin y los dos Omegas detrás de el se hicieron a un lado, dejando pasar a Hyunjin junto a Jeongin. Jeongin no evitó posar su mirada en aquel rubio Omega al lado de su hermano ¿Será ese su Omega? se preguntó Jeongin, pero al final decidió ignorarlo. 

— Ustedes dos vienen conmigo — le susurro Seungmin a los dos Omegas tras el. 

— ¿Porqué yo? — suelta Chan.

— ¡Porque así te lo ordeno! — y Seungmin empezó a caminar, sin darle oportunidad a Chan de decir alguna u otra cosa. 

Seungmin guía a los demás a una sala, donde habían sillones y una mesa en medio. Todos allí se acercan y en un sillón se sientan Jeongin y Hyunjin y en el otro se sentaron Chan, Seungmin y Minho.

— ¿A qué vinieron? — suelta de repente Seungmin.

Hyunjin suspiró pesadamente — Nos están atacando — es lo único que dice.

— ¿Y a mi qué? — pregunta sin interés.

— ¡Están planeando entrar en guerra, Kim! — le grita — Sabes que Seúl y Daegu tiene alianza debido a mi boda con Jeongin, si nos atacan a nosotros, los atacará a ustedes — el azabache trata de hacer razonar al menor.

— Tienes razón... Pero yo solo protegeré a mi pueblo — contesta Seungmin.

— ¡Seungmin! Dos pueblos serán más fuertes que uno solo — reclama Hyunjin.

— ¿De que pueblo estamos hablando? — pregunta con poco de interés — Si es uno fuerte, tal vez piense en ayudarte — 

— Busan — es lo único que responde, dejando a los otros tres sorprendidos.

Pues Busan también era un pueblo poderoso y fuerte.