El rubio se acercó con timidez al alfa que se encontraba en el borde de la cama, este al sentir su aroma de vainilla y cereza volteo a verle. Seungmin noto el nerviosismo que tenia Chan, por lo que el alfa empezaba a preocuparse que podía estar pasándole.
— Chan, necesito saber que me pasa. Minho no me quiso decir y me dijo que te preguntara — el alfa se levanto de la cama para ir hacia el omega rubio.
— Es que... Es complicado — el menor empezó a jugar con sus manos nervioso.
— Necesito saber ¿Qué pasa si muero? — el rey estaba desesperado.
— ¿Tu lo sabías verdad? — el menor empezó a derramar lágrimas.
— ¿Saber que cosa? — el mayor estaba confundido.
— T-Tu sabías que somos destinados... — susurro Chan sollozando, dejando al rey sorprendido.
— ¿Q-Qué? Y-Yo... — el alfa se había puesto nervioso.
— Si sabías... ¿¡Porqué no me dijiste nada!? — el menor grito la pregunta.
— ¿¡Y qué querías que dijera!? — gritó el rey — "Hola Chan, eres mi pareja destinada y debemos estar juntos" — el rey hizo una imitación — ¿¡No seria algo tonto!? —.
— ¡No solo se trata de ti, también estoy involucrando en esto! — el rubio grito con enfado.
— ¡¡Pero no sabía como decírtelo, no es algo que se toma a la ligera!! — el rey también estaba enfadado — ¡¡Además, eso no explica el porque me desmaye!! —.
— ¡Pues yo no pienso explicarte nada! — dijo el rubio para después dirigirse al armario y agarrar aquella capa celeste con toques dorados que tenía cuando llegó al castillo, para después irse corriendo.
Mientras Chan corría, se puso la capa y cuando ya la tenía puesta se fue hacia la entrada del castillo. Cuando ya estaba allí, fue hacia la gran puerta y como pudo la abrió.
Chan se dio cuenta que Mingi lo vio mientras corría, pero el rubio solo siguió corriendo hacia afuera del jardín delantero del castillo. Cuando por fin estuvo totalmente afuera del castillo, se dirigió a un bosque que estaba cerca de allí y se adentraron a este. Chan se escondió detrás de un árbol, aun pudiendo ver el castillo, y es cuando se dio cuenta que un grupo de guardias salió del castillo, y el rubio supuso que irían a buscarlo. El omega necesitaba estar al aire libre para pensar lo que ocurría.
Chan se adentro aun más al bosque, perdiendo de vista al castillo. El rubio corrió, hasta que se canso y se sentó en una roca que estaba allí en el piso y empezó a llorar. Se sentía engañado, aun cuando el ya sospechaba que era la pareja destinada de aquel rey, le enojaba que el supiera y que no le haya dicho nada; además de que tenía miedo, miedo de que aquel alfa le maltrate y tenga que permanecer a su lado.
La noche ya había caído, el rubio siguió llorando, hasta que un ruido extraño lo puso alerta. Pisadas se escuchaban, por lo que inmediatamente se paro de su lugar, las pisadas se hacían cada vez más fuertes, asustando al rubio y de un momento a otro, el rubio se vio rodeado de lobos.
— ¿Q-Qué q-quieren? — preguntó con miedo el rubio, para que después uno de esos lobos se transformara a su forma humana.
—El príncipe de Busan... — dijo aquel hombre sonriente — Lo hermanos estado buscando durante mucho tiempo, príncipe —.
— ¡Aléjense! ¡No volveré a Busan, si me fui es por algo! — el rubio grito enfadado.
— El rey de Busan nos mando a buscarlo, no podemos desobedecer — aquel hombre dijo para después acercarse al rubio.
— ¡No me toques, no volveré! — el omega siguió gritando.
Chan se dio cuenta que más lobos se transformaban y lo sujetaron. El rubio gritaba que lo dejaran en paz, pero no hacían caso. De un momento a otro, se dio cuenta que frente a ellos, había un gran lobo castaño con más lobos detrás de el, aquello lo confundió, pues no reconocía a aquel lobo castaño, hasta que un aroma a de cierto alfa conocido llego hasta el, supo de quien se trataba.
Chan fue testigo de ver como Seungmin mataba con sus dientes y garras a aquellos hombres que lo sostenían, así pudiendo estar libre. A lo lejos, Chan pude ver a Mingi en su forma humana, quien le decía con gesto que se acercara. El rubio sin dudar se acercó al guardia que estaba lejos.
— Debes volver al castillo — le susurro Mingi cuando el rubio estuvo frente a el.
— N-No... ¿Qué pasara con Seungmin? — el rubio volteo a ver el lobo que peleaba con los otros.
— El estará bien, el es fuerte, no por nada es el rey. En el castillo te esta esperando Minho, ve — le dijo Mingi con una sonrisa.
Chan volvió a dar un vistazo al lobo castaño, dándose cuenta que manejaba completamente la situación. El omega corría con rapidez, temiendo que uno de los lobos de Busan lo atrapara. Cuando pudo ver el castillo a lo lejos, dio un suspiro aliviado y corrió hacia allá. Cuando estuvo frente a la entrada del castillo, pudo ver a Minho, quien mordía sus uñas con notoria preocupación y nerviosismo.
Cuando el pelirrosa vio al rubio, corrió hacia el y le dio un abrazo. El rubio estalló en llanto nuevamente, sabía que todo era su culpa, que Seungmin estaba en peligro peleando por su culpa.
— Ven, vamos adentro — el pelirrosa guio a Chan hacia su habitación y se dirigieron al baño.
Minho le pidió al rubio que se aseara y el menor le obedeció aun entre sollozos. Cuando Chan salió, pudo darse cuenta que tenía unas cuantas cortadas en su piel y algunos moretones.
Cuando el rubio salió, Minho lo recibió con un abrazo. El mayor se sobresalto al ver las pocas heridas del rubio, así que empezó a curarlo. La noche había caído en cuanto los lobos de Busan encontraron a Chan, por lo que ambos omegas empezaron a preocuparse cuando empezaba a amanecer y los guardias y el rey no regresaban.
El mayor le pidió al rubio que comiera algo, pero este se negó, preocupando al mayor, puesto que en todo el día de ayer no había comido por andar en el bosque.
En un momento, los dos omegas escucharon gritos afuera del castillo, por lo que ambos se dirigieron allá, viendo a Mingi caminando y a Seungmin gravemente herido, recargándose en Mingi para caminar y no caerse. En cuanto el alfa vio que Chan estaba frente a el, totalmente seguro, sonrió, para por fin caer inconsciente.
ESTÁS LEYENDO
𝙈𝙮 𝙆𝙞𝙣𝙜 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢𝘷𝘦𝘳𝘴𝘦
Fanfiction𝓢𝓮𝓾𝓷𝓰𝓒𝓱𝓪𝓷 - Adaptación 𝙆𝙞𝙢 𝙎𝙚𝙪𝙣𝙜𝙢𝙞𝙣 𝙚𝙨 𝙪𝙣 𝘼𝙡𝙛𝙖, 𝙍𝙚𝙮 𝙙𝙚 𝙎𝙚ú𝙡. 𝙉𝙤 𝙚𝙧𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙤𝙘𝙞𝙙𝙤 𝙥𝙧𝙚𝙘𝙞𝙨𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙪𝙣 𝙍𝙚𝙮 𝙖𝙢𝙖𝙗𝙡𝙚 𝙮 𝙘𝙤𝙢𝙥𝙧𝙚𝙣𝙨𝙞𝙫𝙤, 𝙨𝙞𝙣𝙤 𝙥𝙤𝙧 𝙨𝙪 𝙛𝙪𝙚𝙧𝙩𝙚 �...