𝙈𝙮 𝙆𝙞𝙣𝙜 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢𝘷𝘦𝘳𝘴𝘦

XXVII

Ambas mujeres al oír el gruñido de los reyes, temblaron. La alfa abrazo a su omega, quien tenía a la cachorra en brazos, tratando de protegerlas de cualquier peligro. La pequeña cachorra empezó a llorar, pues aquel gruñido la había asustado demasiado.

Ambos omegas al notar la tensión, voltearon a ver con molestia a sus alfas. Hyunjin sonrió apenado, pues no quería que Jeongin se enojara con el, por otro lado, Seungmin tenía el ceño fruncido, viendo a aquella familia de tres.

Chan se acercó a las tres y se disculpó, después de eso, ambas mujeres se fueron con la pequeña cachorra. Chan pensó que tal vez aquellas 2 chicas adoptaron a Jeongyeon en el orfanato y sonrió.

Los dos reyes y los tres omegas tras ellos siguieron caminando, llegaron hasta un lugar donde había mucha gente y un espacio en medio, donde estaba el alfa de la última vez, San.

— Su majestad — San hizo una reverencia a ambos reyes.

Seungmin agarra la mano de Chan y lo guía hasta el medio. Todos los habitantes de Seúl estaban impacientes por saber cual era la noticia que daría el rey.

— ¡El rey Kim esta aquí para darnos una noticia que alegrara a todo el pueblo! — grito San.

Todos quedaron en silencio, esperando a que el rey dijera que es lo tan emocionante que tenía que decir. Seungmin aclaro su garganta, para después gritar.

—¡He venido aquí porque hay algo importante que deben saber! — empezó a decir el rey — ¡El reino de Seúl, ya tiene a su siguiente heredero, mi omega esta en espera! — grita con una sonrisa.

Los gritos de felicidad de los pueblerinos no se hicieron esperar, todos empezaron a festejar en cuanto escucharon aquello, tendrían a su futuro rey, pero claro... Solo faltaba que se presentara como alfa.

Todos estaban festejando, Jeongin y Hyunjin veían con felicidad como todo el pueblo de Seúl festejaba y Chan y Seungmin se dieron un tierno beso, el alfa posando sus manos en el vientre del ahora pelirrosa. Pero lo que no sabían, es que dentro de todos esos pueblerinos felices, habían unos infiltrados de Busan.

   (...)

— Su majestad —— el hombre se inclino.

— ¿Qué pasa ahora? — pregunta con seriedad el rey.

— Los espías que mandamos a Seúl... Han dado noticias importantes — ese hombre dice con nerviosismo.

— ¿¡Qué cosa!? — grita con enojo el rey.

— S-Su hijo... El príncipe... Esta en espera de un cachorro del rey Kim — el hombre tembló en cuanto escucho el potente gruñido del rey.

— ¿¡Cómo dijiste!? — el rey uso su voz de mando.

— S-Si... Me dijeron que... Tenía aproximadamente 3 meses — tartamudea el hombre.

— ¡Ya no esperare más! ¡Dile a las tropas que están cerca de Seúl que ataquen! — ordeno.

—Como usted diga, Rey Chansung —.

(...) 

Ya estaban regresando al castillo, mucha gente sabía acercado al rey de Seúl y a su omega para felicitarlos por el cachorro. Cuando llegaron, se fueron al comedor para poder cenar.

Jeongin se sentía extraño, pues el cachorro dentro de el se movía mucho, pero decidió ignorar aquello, hasta que un dolor punzante llego hasta su vientre, haciéndolo soltar los cubiertos para poner sus manos en su vientre y cerrar sus ojos con fuerza.

Hyunjin le volteó a ver preocupado, Chan y Seungmin veían confundidos aquello  y Minho solo se puso más atento de lo que podía pasar.

Jeongin se levantó rápidamente y es cuando siente una contracción, que le hace gritar. Hyunjin y Minho se acercaron a él rápidamente y el peliazul respiraba con dificultad.

— ¿¡Qué pasa!? — Hyunjin grito.

— M-Me duele —Hyunjin grito.

Todos fueron testigos de ver como un líquido caía al piso y allí es cuando todos se dan cuenta de que se trata. Hyunjin sentía que quería desmayarse, pero Seungmin le mete tremendo cachetadon y queda despierto mientras Jeongin jadeaba por el dolor y regañaba a Seungmin por pegarle a Hyunjin tan fuerte.

Chan y Minho se acercaron a Jeongin para guiarlo a la habitación donde se quedaba, pero algo que no entendían es que Jeongin apenas tenía 7 meses, ya casi 8, pero todos sabían que debían ser 9 meses para que naciera el bebé.

Jeongin se recostó en la cama y Hyunjin estaba junto a él, dándole apoyo. Unos minutos después una partera llegó a la habitación, sacaron a todos menos a Hyunjin.

Chan podía oír los gritos de Jeongin desde afuera de la habitación, aquello le asustaba, pues sabía que el estaría así en un futuro; inconscientemente, Chan posa su mano en su vientre. Seungmin nota la preocupación de su omega, así que solamente se dedicó a abrazarlo para que su aroma lo tranquilizara.

Los gritos de Jeongin seguían y se podían escuchar por casi todo el pasillo. De un momento a otro, los gritos pararon y un pequeño llanto se pudo escuchar fuerte y claro. Todos suspiraron tranquilamente al saber que el cachorro estaba bien.

La partera salió de la habitación con una sonrisa, ella les dijo a los tres que podían pasar a la habitación solo con el permiso de Jeongin y Hyunjin.

Los tres fueron hacia la puerta y tocaron levemente, se escuchó desde adentro como Hyunjin los dejaba pasar a la habitación solo con el permiso de Jeongin y Hyunjin.

Los tres fueron hacia la puerta y tocaron levemente, se escuchó desde adentro como Hyunjin los dejaba pasar, y todos vieron a Jeongin acostado en la cama con un bulto en sus brazos envuelto en sábanas. Hyunjin y Jeongin tenían lágrimas en los ojos, el peliazul se veía cansado, pero feliz.

— Es un niño — dijo Hyunjin abrazando a su omega.

— ¿Cómo se va a llamar? —pregunta Chan con curiosidad.

— Heeseung... Hwang Heeseung — susurro Jeongin abrazando con delicadeza al cachorro en sus brazos.

— Quiero verlo —dijo el menor entusiasmado.

Jeongin acerco la mano a las sábanas que cubrían al cachorro quitándolas con cuidado, dejando ver el rostro del bebé, que al sentir el frío en su rostro, empezó a llorar. El peliazul arrullo al cachorro en sus brazos y este se empezó a calmar.

Todos en aquella habitación sonrieron, eran felices, la familia había crecido; pero lo que no sabían, es que fuera de aquella felicidad, fuera del castillo, la guerra se estaba desatando.