–¿Qué es esto? – se preguntó Erik en un murmuro.
Veía todo sin comprender, esa mujer no podía ser Sandra, tiene que ser otra mujer.
Leía y releía la nota. Su rostro, eran idénticos, la diferencia es su manera tan elegante de vestir y su maquillaje. No hay dudas, es la misma persona.
Se toma la cabeza con ambas manos con desesperación.
Las cicatrices en sus muñecas, el golpe fuerte en su cabeza, su mente en blanco...
Todo se debía a lo que acababa de leer.
Joselyn intentó suicidarse y para su desgracia no lo logró. Tuvo que estar años en coma, años paralítica. El la ayudó, ayudó a recuperarse y convertirse en otra mujer.
«Otra mujer» pensó.
Claro, es otra mujer.
Su pasado puede ser oscuro pero, su presente es completamente transparente.
–SÍ, si. Lo que importa es lo que es hoy – sonríe.
Apagó la maquina, se levanta de su asiento relajándose, se dirige a la habitación donde descansaba Sandra.
Allí la encontró dormida en su cama con un libro a su lado, sonrió. Se acercó a la cama para tomar el libro en sus manos y dejarlo sobre la mesita de luz. Acomoda bien las sábanas cubriéndola del frío, contempló su rostro tan angelical, luego apaga la lámpara y se retira del cuarto.
Sin mucho ruido le cerró la puerta, suspira, no puede juzgarla... él no es quien para hacerlo.
Olvida el tema para dirigirse a su cuarto así poder descansar.
Amaneció otro día de frío de invierno, Sandra ya estaba despierta de hecho se encontraba en la sala bebiendo café calentito. Nada para combatir el frío helado con un exquisito café. En la pequeña mesa que adornaba la sala estaba repleta de libros de todo tipo, le encantaba aprender de cosas nuevas sean pequeñas o grandes, no se quería perder de nada.
Le llamaba la atención la moda, esa era otras de sus curiosidades, le hubiera gustado ser modelo. Sí, ¿por qué no? A lo mejor está a tiempo.
Necesitaba hablarlo con Erick, no cree que podría ser un problema.
Cuando estuviera levantado hablaría con él seriamente.
Sonrió, dejó las cosas en su lugar, su taza la dejó en el lava vajillas y se dispuso a salir. Conseguiría otro libro para leer, es uno de sus pasatiempos hasta que consiguiera trabajo.
En la ciudad de México en el reclusorio de mujeres se encontraba en una celda apartadas de las demás, una mujer mayor, a pesar de la edad se mantenía siempre igual, la diferencia era su larga cabellera rubia. Han pasado doce años desde que la metieron en la cárcel, los primeros años fueron terribles y más al saber la noticia de su hija Joselyn.
Recuerda ese momento como si hubiese sido en el día anterior:
Llegaba a la sala de visitas con una seriedad que le caracterizaba, lamentablemente traía un golpe en la cara solo que no era tan grabe, aunque sí fue socorrida antes de que fuese asesinada por otra reclusa.
Del otro lado del vidrio se encontraba su hijo Leonardo, quien se asombró y asusto de ver su estado.
–Mamá... ¿qué te sucedió? ¿estás bien? – preguntó preocupado.
–Estoy bien, Leonardo – responde con simpleza –.No te preocupes, lo que quiero saber es de Joselyn ¿qué pasó con ella? ¿Dónde está?
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Joselyn: Revival
FanfictionNo siempre se debe confiar en supuestas muertes, cuando la vida siempre te dará sorpresas. ¿Qué pasaría sí, Joselyn no hubiera muerto? ¿Seguirá Gabriel pensado en ella? , ¿sentiría culpa? ¿Y si la víctima ahora sería Joselyn? Inspirada en el persona...