Donde Misuk Mun, una chica de personalidad rebelde y un pasado que prefiere esconder se enamora de un chico inocente, justiciero y amable
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Donde Euntae Lee, alías Vasco conoce a una chica que aunque sea su polo opuesto, se encariña y termina enam...
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Hoy era un día común para muchos, pero para la pequeña Misuk Mun de 9 años era uno totalmente diferente y emocionante. Se había cambiado de escuela elemental/primaria por qué su madre se había quedado sin trabajo y su padre ganaba poco. Así que debieron cambiarla a ella y su hermano a uno más económico, quedaba un poco más lejos que el anterior pero no importaba mucho eso. Luego de que su madre les diera el desayuno y los alistara a sus dos hijos. De la mano, salieron caminando del departamento en el que vivían rumbo al nuevo colegio.
Cuando llegaron a la puerta del lugar, no sin antes despedirse de su madre, ambos niños entraron. Cada uno a sus respectivos salones. Con los nervios a flor de piel, respiro profundo y ingreso a su aula. Allí había otros niños de su misma edad, los cuales algunos hablaban con otros, algunos dibujaban o escriban y otros jugaba con cartas de Pokémon, etcétera. El lugar era de un lindo color amarillo patito, con el abecedario ensima de la pizarra, algunos dibujos de estudiantes pegados en las paredes, flores, corazones hecho por la maestra y demás adornos, dandole mucha vida al lugar. Camino agarrando las correas de su mochilita celeste rosada de La sirenita y se sentó en un banco que estaba libre, al final del salón, parecía que lo habían agregado nuevo para ella. Aun así, todos en el lugar la miraban, después de todo era casi mitad de año y ella era una cara nueva que ninguno conocía. Aun así nadie dijo nada, aunque algunas niñas susurraban entre ellas para ver si incluirla o no en su grupito de amigas.
-¡Buen día!-Saludo al entrar una joven maestra con una gran sonrisa.
Cuando los niños vieron que entró su autoridad, se sentaron cada uno en su respectivos bancos, los cuales eran individuales. La primeriza y sonriente maestra dirigió su vista a los alumnos, viendo que había una que no reconocía, ahí fue cuando recordó que hoy vendría a su división una niña nueva.
-¡Bien chicos y chicas! ¡Hoy tenemos la alegre noticia de que tenemos una nueva amiga en el aula! ¡Por favor presente lindura!- Hablo fuerte y claro la docente.
Con vergüenza y los nervios a flor de piel se levantó de su silla, moviendo sus dedos, entrelazadolos y soltandolos, buscando algún tipo de confort en la acción.
-Hola, me llamo Misuk Mun y espero llevarme bien con todos- Se presentó haciendo una leve reverencia, para luego volver a sentarte.
-Bien Misuk, es un gusto tenerte con nosotros. Cómo estamos a mitad de año, voy a entender si hay temas en los que no sean tu fuerte, así que no dudes en preguntarme, estoy aquí para enseñarte a ti a todos los demás- Le sonrió la adulta joven de la habitación.
-Si, muchas gracias-Le respondió con una leve sonrisa la chica de cabellos cortos.
Luego de eso, la clase empezó como de costumbre, la maestra les explicaba a los niños los diferentes temas de su asignatura, controlando cada tanto que su nueva alumna sugiera al corriente como los demás. Que por suerte, así era, Misuk recordaba a ver visto esos temas en su anterior escuela, así que no se le complicó tanto como creyó su docente. Al paso de las horas, llego consigo la esperada hora del almuerzo. Misuk como sus demás compañeros saco de su mochila el tupper con comida que le había preparado su madre, con la diferencia que ella estaba sola, mientras que los demás compañeros estaban juntando sus mesas para poder charlar y comer.
