Mi pecado

Especial Kirishima

-Estas bien cariño?

-Vamos Kiri, puedes hacerlo un poco mas fuerte.

-No quiero lastimarte.

-El bebé esta bien- le susurro mientras posaba una de sus manos en su vientre.

-Joder, te vez tan hermoso con tu bonito vientre abultado- daba pequeños besos en su cuello.

-Lo se, lo se... me lo recuerdas todos los días- le correspondió un beso húmedo, donde sus lenguas chocaban por poder dominar.

Kirishima estaba recargado sobre la cabecera de su cama, y tenia a Denki sentado a orcadas sobre su regazo. El pelirojo había aceptado las repentinas calenturas de su pareja a causa de su embarazo, le preocupaba su estado, pero era insistente y ¿Como negarse a la persona que más amaba a una buena sesión de sexo y amor puro?

-Te amo Denki- le susurro el alpha regresando a las embestidas certeras que le exigía el rubio.

Denki se estremece cuando la punta de la polla caliente de Kiri roza su piel resbaladiza y luego jadea cuando el alpha se hunde en su pasaje insaciable. La polla del pelirrojo es más grande y arde de la mejor manera posible mientras lo llena.

-¿Cómo se siente, Denki?

Kaminari aprieta la mano del alpha, gimiendo cuando Kirishima empuja perezosamente dentro de él, tan profundo que se siente abarrotado y lleno.

-Vamos, bebé, dime cómo se siente mi polla?.

-Bi... bien-  balbucea el rubio, abrumado. - tan bueno. Estás tan profundamente dentro de mí, cariño.

El alpha tararea, mirando su vientre con ojos acalorados. -Lo sé bebé. Puedo sentirlo. Sé exactamente lo profundo que estoy dentro de ti. Y me abrazas tan bien. Comiéndome tan brillantemente.

Eijiro levanta sus muslos con una sonrisa, empuja su polla un poquito más profundo, y el rubio jadea ante el aumento de tensión.

-Muy bien, mi lindo gamma-casi gruñe el pelirojo, comenzando a empujar en él de verdad. Kaminari gime, agarrándose a sus hombros cuando el alpha lo folla más fuerte y más rápido con cada golpe en su piel.

-Eres tan diminuto, cariño. ¿Puedes sentirme frotándome contra tu lindo y pequeño utero? ¿Eso se siente bien? ¿Sabiendo que podría meterme en tu útero lascivo si quisiera?

Denki gime, se retuerce, y Eijiro se ríe, acostandolo y empujando contra él con gemidos hambrientos. Kaminari siente la ráfaga de calor en su coño codicioso ante la perversidad de todo esto. La vergüenza y el cariño se mezclan. Tiene espasmos alrededor de la hermosa longitud dentro de él, mojándola aún más.

Sabía que provocar al pelirojo terminaría de esa manera, era emocionante ver lo dominante que se volvía a la hora de tener sexo y no se arrepentía.

El alpha se ríe; no cesa sus embestidas. Y podría ser demasiado para Denki, pero no para su entrada que babea y babea  alrededor de la polla perfecta de Eijiro. El gamma solloza cuando el pelirroji lo llena con una explosión de esperma caliente, pero no está triste. La felicidad florece en su pecho. Alivio.

Por fin... estaba lleno de nuevo.

-Joder, eso fue peligroso- escucho un gruñido profundo y sonrió ante su pareja.