-Estan totalmente ebrios...- susurro Bakugo al aire.
-Estan disfrutando sus últimos días de paz- no esperaba una respuesta, pero el forastero que irrumpió en su hogar estaba a su lado.
-No están todos obligados a ir a pelear.
-Es diferente su lucha, ellos esperaran los días aquí y rogaran para que los que fueron a pelear, regresen vivos.
-Es una gran lucha, ustedes no están hablando de palabras menores.
-Nunca lo hicimos, nuestro objetivo siempre ha sido obtener nuestra libertad.
-Aunque cuando conocí a Deku no tenía ese tipo de aura- Mirio se molesto por el sobrenombre de su amigo, pero talvez podría hacerle cambiar de parecer.
-Tu no eres el primero...
Esas palabras dejaron una intriga en Bakugo porque de nuevo historias que no conocía y de nuevo que no le involucraba... esas cosas le molestaban y para él era raro, su forma de ser nunca requería información inecesaria, pero ahora es como si todo lo que involucrara al pecoso, lo involucrara a él y eso Mirio lo noto.
-No se de que hablas- Bakugo trato de evitar el tema.
-Izuku se enamoró, no eran destinados... pero algo en ellos era especial, y luego... él le dejo una gran cicatriz. Seguramente justo ahora este en ese lugar.
-Que... lugar?- la curiosidad le ganó.
-Buscalo por tu cuenta- le sonrio con descaro, no le iba a ayudar, aun creía que era mala idea tenerlo en la aldea, pero no podía hacer nada en contra de Izuku.
Bakugo maldijo en voz baja, ahora tenía más curiosidad y también se lo había tomado personal...
Desapareció de la fiesta, donde desde hace rato no se sentia cómodo busco un rato por los alrededores al omega, pero sabia que era bueno escondiéndose, así que tendría que buscarle de otra forma.
Empezó a rastrearlo por el olfato y aunque era débil, encontró su dulce esencia. Lo siguió hasta salir de la aldea y encontrar un gran árbol con luciérnagas adornando el ambiente, pudo alcanzar a ver al omega bajo ese gran árbol y lo que lo detuvo fue alcanzar a ver unas lápidas.
Frunció el ceño al notar como el aroma se volvía amargo. Sabia lo que sucedía, pero no podía moverse, esa sensación de cuando perdió a sus padres había regresado, como si en su pecho tuviera un vacío... para él era jodido y aun así no se movió.
-Es extraño...- le tomo por sorpresa que el omega iniciara la conversación- la ultima vez que vi a estas personas vivíamos en otro lado, eramos otras personas, estabamos vivos...
Bakugo se acerco de manera lenta y pudo leer los nombres de las lápidas que estaban frente a ellos, y la sensación de dolor se volvió más fuerte.
-Ella era...?- no pudo terminar la pregunta, no tenía el tacto para estas cosas, pero tampoco quería irse sin saber que sucedía ahí.
-Era mi madre...- al pronunciar esas palabras a ambos se les formo un nudo en la garganta.
No se conocían del todo bien, pero en su pasado tenían coincidencias en sus vivencias... y perder a sus padres por un ataque era algo que solo ellos podrían entender.
-Y ese... era- no quería preguntar... pero la mirada insistente del pecoso le obligo.
-Era mi alpha...
Bakugo se sintió abrumado. La vista se le nublo por un momento y le dolía respirar, fue algo jodido, podía notar el anhelo y el aprecio que le tenía a esa persona, algo que en ningún momento había visto que el omega le enseñara a otra persona y aunque no quisiera aceptarlo o quisiera verlo de otra manera... talvez sintió celos de esa persona.

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Mi pecado
FanfictionUna manada incompleta era una manada en peligro, el Alpha necesitaba un Omega y para esa época era muy difícil encontrar a alguno. Midoriya era un omega que trataba de alejarse de todo ello, pero un incidente con el alpha más dominante que había con...