Una manada incompleta era una manada en peligro, el Alpha necesitaba un Omega y para esa época era muy difícil encontrar a alguno.
Midoriya era un omega que trataba de alejarse de todo ello, pero un incidente con el alpha más dominante que había con...
En la obscuridad de la madrugada, en un silencio incomodo, caminaban 10 lobos hacia la aldea que alguna vez les hizo demasiado daño, pero que ahora necesitaban su ayuda.
Hasta atrás de la fila de lobos, venían los lobos que no pertenecían a esa manada, protegiendo a todos, pero al mismo tiempo algo distraídos.
"Es increíble que vinieras al viaje cuando el omega esta en celo..."
"Parece ser que con un solo golpe no quedaste satisfecho"- el enojo era evidente en el alpha rubio.
"Bueno me lo merecía... te dije que ayudaras a Midoroya y después te detuve, pero fue porque Uraraka estaba aterrada"
"Esa chica esta encantada con Deku y es claro que no le agrado"
"Pues... yo fui quien la salvo y como estaba sola acepto venir con nosotros, pero tu actitud nunca le agrado"
"No me importa si le agrado, ella es libre de hacer lo que quiera"
"Creo que tu problema es que no dices todo lo que piensas, si dijeras todo esto como me lo dices a mi... tal vez ellos te entenderían mejor"
"Nadie pidió tu opinión"
"No seas un amargado Bakugo, date la posibilidad de ser feliz"
"No tiene caso... esa es mi actitud y si me aceptan bien y si no tambien"
"Va a llegar la persona en que tire ese muro que pones"
"No se de que me hablas..."
Sus pensamientos quedaron al aire cuando sintieron algo fuera de lo normal. Estaban siendo rodeados y los que iban enfrente de él parecían aun no notarlo, así que aúllo para advertir a los otros.
Todos se pusieron tensos, nadie sabia que sucedía hasta que un lobos salió de su escondite a atacar. Iba directo hacia el pelinegro omega y salto para interferir en el trayecto que no salió bien librado.
Los colmillos del otro lobo se clavaron en su pata derecha, pero eso no impidió jalarlo y morderle el cuello dejándolo sumiso ante él.
El lugar volvió a quedar en silencio y esta vez un lobo pelirrojo salió a dar la cara... era mucho más grande que él y su aroma que no quería ocultar le hostigo el olfato.
Sin decir nada los otros que le seguían salieron a dar la cara, pero les abrieron el paso, indicandoles que les siguieran.
Mirio fue el primero en andar y todos le siguieron, Bakugo fue el ultimo en moverse, siendo seguido por el pelirrojo que supuso seria el alpha de esa manada.
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-Tienes que intentar calmarte, necesito que comas para que mantengas tu fuerza mientras pasas tu celo...- insistía Kaminari mientras le llevaba la comida al omega.
