Capitulo 22

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-No podemos seguir de esta manera...- susurro Bakugo escondido en la sombras de la habitación.

-La cabeza me da vueltas, podemos hablar de esto después?- trato de convencerle.

-No- sentenció el rubio -entre en pánico estando a kilómetros lejos de aquí, supe donde estabas sin siquiera tratar de buscarte, y te encuentro de esa manera... si no me das una explicación me volveré loco...

-Si haces preguntas, esto se volverá complicado- se sentía incómodo.

-Tenemos que avanzar, cada vez que pasamos tiempo juntos algo más extraño sucede... después de conocer a esos tontos espíritus esto es...

-Que?!- solto un grito interrumpiendo a Bakugo.

-Aaah...- suspiro y se sentó a su lado en la cama.-No importa que los conozca, si tu no me quieres cerca me iré, si tu decides decirme te voy a escuchar, pero ya estoy harto de ir y venir sin explicación.

-No debiste conocerlos... eso talvez sea mi culpa.

-Me odian, no creo que quieran verme.

-Como lograste que te odiaran? -se sorprendió el menor.

-No creo que tenga importancia...

-Si quieres saber la verdad... tenemos que salir de aquí...

-Que? Porque? Aquí no hay nadie.

-No es que exista alguien, pero supongo tendrás que verlo.

-A donde quieres ir?

-A mi antiguo hogar... al centro de todo, al corazón del bosque...

-Eres consciente que ir al centro es suicidio?

-Justo ahora es imposible entrar ahí, aunque llegar ahí si es un peligro.

-No pueden entrar? Lo que he escuchado es que es el centro de la guerra- volteo a verlo con interés.

-Lo que le rodea es la guerra, pero el territorio donde estuvo la manada centro esta protegido- su voz fue desapareciendo.

-Y eso porque?

-Pense que solo querías que te ayudara con tu problema, porque tanto interés en estas cosas?

-Porque se que hay más de lo que dices y si no acabamos esto pronto, seguirás ignorando mi problema.

-Estan relacionados... lo que me sucede a mi y lo que sucede contigo.

-Lo se... pero no quiero que lo digas- ambos se quedaron en silencio- si le ponemos nombre a lo que tenemos, sera más difícil terminar con todo esto.

-Es más fácil cuando concordamos...- hubo un momento incómodo, pero no duró mucho tiempo.

-Iremos a ese lugar, solo si prometes decirme todo.

-Lo prometo, pero... solo podemos ir nosotros dos...

-Que? Acaso quieres morir?

-Si llevamos a alguien más llamaremos la atención, no podemos poner en peligro a nadie.

-Supongamos que te sigo la corriente, si algo nos pasa a nosotros, como supones que saldremos de esa?- frunció el ceño.

-...- no hubo respuesta, la verdad es que sabia lo que sucedería, pero no quería decirlo.

-Te lo pondré más claro, si alguno muere o es secuestrado? Que haremos?

-Yo no...

-No pienso dejarme ser capturado, pero existe la posibilidad... y si a ti te pasa lo mismo que esperas que haga?- su pregunta era seria.

Mi pecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora