III.

691 70 5
                                    

—¡Yaomomo! –gritó Mina entrando efusivamente a la habitación de su amiga para luego abrazar el musculoso cuerpo que ella tenía ahora, mientras está parecía en su propio mundo y escuchaba a los adultos frente a ella y de paso asustando a las personas dentro —¡Oh rayos! –dijo deteniéndose en seco al ver a Bakugō padre junto con, quienes creía, eran los padres de la vicepresidenta de la clase A.

—¡Ashido-san! –dijo con clara sorpresa con su nueva y ronca voz —¿Qué haces aquí?

Detrás de ella, todas las chicas de su clase, Kendo y Tokage entraban cansadas por una obvia carrera para llegar a la habitación de Momo.

—Momo ¿Cuál es el significado de esto? –preguntó una mujer de cabello rubio, alta y con ojos increíblemente negros; enfundada en un vestido de tubo rojo y unos zapatos negros mientras sostenía una cartera de mano color rojo. Mina y las demás observaban a la bella mujer, sorprendidas mientras que se bajaba de la camilla.

—Madre, ellas son mis amigas y compañeras –presentó Yaoyorozu a sus padres con un leve temblor en su voz —Ashido Mina, Asui Tsuyu, Uraraka Ochako, Tokage Setsuna, Jirō Kyoka, Hagakure Toru y Kendo Itsuka.

—Buenos días señoritas –dijo un hombre de cabello y ojos de un color negro profundo, casi haciendo lucir a Momo como una irrespetuosa —pero justo ahora, mi esposa y yo estamos teniendo una conversación importante con Bakugō-san y no puede demorar más ¿nos permiten terminar esta pequeña charla?

Mina hizo una reverencia a modo de disculpa y se despidió de su amiga dándole un abrazo, seguido de esto salió; las demás la imitaron y en silencio una por una fue saliendo de la habitación de Yaoyorozu.

—Yaomomo parecía que quería llorar –dijo Tsuyu de pronto, llamando la atención de las chicas.

—Nunca he visto a Bakugō llorar –mencionó Setsuna pensando en las veces que había visto al rubio y lo único que se le vino a la mente fue una sonrisa retorcida, lo que le dio escalofríos.

—Ese chico no llora, suda por los ojos –se burló Toru.

—Como todo un hombre –Mina imitó la voz de Kirishima con una sonrisa socarrona.

—Pero hablando enserio –volvió a llamar Tsuyu —sus ojos estaban rojos y Yaomomo siempre un gesto con los labios cuando está apunto de llorar.

—Y no te ve directo a los ojos –reaccionó Mina dándole la razón dejando de jugar con Toru —en el abrazó que le di recién, pude sentir como si estuviera temblando.

—¿Será que sus padres la regañaron? –preguntó Kendo intentando unir cabos —digo, la chica literalmente dio la cara y casi su vida por Bakugō. ¡Si hubiera sido yo, mi madre seguro que me cuelga luego de asegurarse de que estuviera bien!

—Pues se ven muy serios e incluso dan miedo –Hagakure se cruzó de brazos —y estaban hablando con Bakugō-san de algo urgente.

—¿Creen que quieran demandar a Bakugō por haber hecho que casi asesinaran a su hija? –Tsuyu y las demás comenzaron a hacer conjeturas acerca del porque del estado de su amiga.

—Yo demandaría a Bakugō por simplemente existir –dijo Setsuna a sus amigas, sacando una risa jovial a todas.

—¿Jirō-san? –llamó Ochako a la chica, moviendo su hombro un poco —¿Estas bien? ¿Te sientes mal? –le preguntó al ver a la chica tan seria.

—No es nada, solo pensé que... –«—Te pido por favor que no comentes esto con nadie Jiro-san» las palabras de Momo hicieron eco en su mente y de inmediato sonrío —recordaba algo de clase de Midnight-sensei.

switchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora