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—Si ese idiota no se aparece, juro por Dios que le voy a volar los testículos al correcaminos y al otro pendejo también.

—Por favor, Kacchan –pidió Izuku acercándose al rubio mientras se arreglaba por décima vez el moño de su corbata, esperando con anticipación la explosión para esquivarla y evitar que su cara o su smoking se ensucie —estoy seguro que Todoroki-kun e Iida-kun vendrán enseguida con los anillos. No hay de que preocuparse –le sonrió amablemente el héroe mientras con nerviosismo y disimulo veía en reloj en su muñeca.

Habían pasado 10 años desde que salieron de la UA. Diez años de aventuras, proezas, viajes, dolores, alegrías, risas, diversiones, tristezas, perdidas, etc.
Habían pasado tantas cosas durante ese periodo de tiempo que en realidad uno no sabría por donde empezar.
Pero, supongo, que lo primero en comentar era que ahora Katsuki estaba por casarse. Que en menos de cinco años de servir como pro héroe, pudo posicionarse en las primeras puestos de la lista de Popularidad de Japón, que ahora él estaba en proceso de desarrollar una agencia en el distrito donde viviría con su, próximamente, esposa. Que la relación entre Mitsuki y él estaba mostrando una enorme mejoría luego de que él, literalmente, murió en batalla contra Shigaraki cuando tenía apenas 17 años, que su amistad con Deku se volvió más tolerante al punto que él le pidió ser el padrino cuando se casó con Ochako y para sorpresa de todos, este acepto e incluso ambos le pidieron que fuera el padrino de bautizo de la pequeña Midoriya Himeno.

Y ahora ahí estaban, en la habitación del hotel que había pedido específicamente para que fuera su recepción y ceremonia.

—¡Oh! –Midoriya brincó mientras sacaba su teléfono del bolsillo y sonreía aliviado —Son ellos Kacchan, ¿ves? Todo está bien- ¿Hola Todoroki-kun? –preguntó con una sonrisa mientras ponía el altavoz.

—¿Midoriya? ¿Aún no está la novia allá?

—¿...no? –preguntó Izuku —¿Porqué?

—Es que... –la voz de Shotō se quebró y un grito enorme de Tenya hizo que su presión sanguínea se fuera para el suelo.

—¡Perdimos los anillos! –le grito Iida ya en un obvio colapso —¡los teníamos en la mano y-!

—¿Qué ustedes, idiotas, hicieron qué? –la voz de Bakugō acercándose a Midoriya hizo estremecer a los tres adultos —repítanlo, malditos extras.

—Lo siento, pero fue un error Bakugō –se apresuró Todoroki a decir, mientras sentía la mirada penetrante del rubio aún cuando estaba al otro lado de la ciudad —vamos a encontrarlos, no te preocupes-

—¿Qué no me preocupe?

—Ka-Kacchan... –dijo Deku mientras sentía el fuerte agarre de su amigo, que apretaba su muñeca y la acercaba a su boca para hablarle al móvil de Midoriya.

—¿Qué-no-me-preocupe? –escupió enojado —¡Me voy a casar en dos horas, malditos estúpidos! ¡Solo tenían un trabajo! ¡Uno solo! –él le quito el móvil a Midoriya y comenzó a caminar de un lado a otro —¡por eso no se lo pedí ni a Sero, ni a Kaminari o a Kirishima! ¡Momo me dijo "Ah, puedes confiar en Tenya-kun y en Shotō-kun. Ellos se tomarán el trabajo enserio" –imito la voz de su prometida —¡pura mierda!

—Bakugō-kun-

—Escúchenme los dos, cabrones hijos de las mil chingadas –interrumpió el rubio a Iida —ustedes van a buscar mis anillos y estarán aquí antes de que llegue mi prometida. De lo contrario, tengan en mente que su esperanza de vida se va a ver muy reducida, ¿captan? –y colgó, aventándole el aparato a Midoriya, quien estaba pálido.

—¿Kacchan? –preguntó el chico, temeroso de la bomba con pies que era el rubio.

—Cierra el pico Deku –dijo Bakugō rojo de la furia. No podía gritar, lo podía armar una escena donde descargara toda su furia en el hombre frente a él por varias razones:
La primera era que ya habían invitados en el hotel, esperando y aún arreglándose; no podía provocar un circo a unas horas de su boda.
La segunda, había medios de comunicación fuera de los terrenos del hotel, esperando plasmar un evento de la talla del héroe número 2 de ese año.
En, lo que muchos llaman, la boda más inesperada y ansiada de los últimos tiempos, se reunirían muchos héroes muy reconocidos, muchos de los cuales estuvieron en aquella terrible Guerra contra AFO, otros extranjeros, científicos reconocidos, algunos muy famosos, etc.
La tercera era que su traje valía una fortuna y no era para menos, fue diseñado por un amigo de sus padres (el cual trabaja para una marca muy importante de moda). El chiste es que no lo podía arruinar o su mamá pegaría el grito en el cielo.
La cuarta y más importante era que su vieja estaba en la habitación de a un lado y ya estaban en buenos términos y no quería hacer un desmadre en el que sería el día más feliz de su vida.