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VI.

—Oye Uraraka –llamó Ashido a su castaña compañera, quien volteó y la vio con ojos de curiosidad mientras se ajustaba los guantes para montañismo.

—¿Qué ocurre Ashido-san? –la chica le sonrió curiosa por ver qué era lo que su compañera veía de manera fija desde hacía un rato.

—Estaba pensando... ¿no crees que Yaomomo y Bakugō han estado pasando mucho tiempo juntos? –preguntó la de cabello rosa buscando con la mirada a los nombrados, encontrandolos en un rincón del gimnasio hablando muy concentrados, a tal punto que ni el chico se dio cuenta de la mirada que recibía de ellas y otros.

—Bueno... sí, pero es el cambio de cuerpo ¿no? –inocentemente, Uraraka siguió la mirada de su amiga hasta los dos — Aizawa-sensei les ha aconsejado que se apoyen entre ellos. Recovery Girl lo apoya y- –ella comenzó a pensar más y más —y... bueno, ¿Sí?

—O sea sí, claro. Aizawa ajá, pero –Ashido se acercó a Uraraka para abrazarla de forma confidencial y acercarse a su oído —me refiero a que estan muy unidos –ella levantó las cejas —últimamente Yaomomo ha estado sentándose con Bakugō y por ende con Sero, Kami y Kirishima- ¡no me mal entiendas! Amo no ser la única chica teniendo que soportar las babosadas que ellos hacen o dicen, pero también he notado que ambos se desaparecen durante el lunch en algunas ocasiones, también los dos estudian juntos ¡incluso Kirishima me dijo que una vez la vio salir del cuarto de él! ¿Sabías que a ninguno de nosotros nos permite la entrada? La primera y única vez que entramos -sin permiso- Bakugō envió a volar a Kirishima y Sero por que fue a los primeros que encontró.

—¡Cielos! –dijo ella, tomando enserio el comentario de su amiga, pues conociendo el carácter de su compañero podía imaginar que esa había sido la menor de sus reacciones.

—Como sea –la chica de cabello rosa achico los ojos e hizo un tres con la boca, poniéndose la mano izquierda sobre su mentón  y la derecha en la cintura —¿Crees que se gusten?

—Ashido, Uraraka –interrumpió Aizawa a Uraraka antes de poder responderle a su compañera, todo ello al verlas charlar y no hacer el ejercicio indicado —¿quieren puntos menos? Mejor hagan lo indicado o les dejaré leer solo a ustedes todo el Manual del Héroe de Valkyria para mañana.

—¡Sí señor! –dijeron ambas mientras corrian hacia la montaña de tierra y piedras del gimnasio para escalar. Nadie quería leer aquel tedioso libro de 2,356 hojas sobre el cuidado para la salud de un héroe profesional.

Mientras que en otro rincón de aquel gimnasio, Momo le mostraba a Bakugō aquella pesada enciclopedia que siempre cargaba y donde le mostraba como era que ella hacía los calculos para crear cualquiera de sus objetos.

—Entonces, mentalmente calculo el peso tomando en cuenta la gravedad, sus elementos y número en la tabla periódica, los materiales que este tiene además de minerales entre otras cosas –le explicó ella cerrando la primera parte del enorme y pesado libro —también estoy acostumbrada a comer mucho, mi quirk demanda mucha ingesta de carbohidratos; si yo no como lo suficiente al usar mi quirk, puedo desmayarme o no ser lo suficiente en una batalla real.

—¿Es por eso que estas tan puñeteramente delgada? –preguntó Katsuki tocandose el estómago y levantando el brazo libre para dejarle ver como este era tan delgado que podía rodearlo sin problema alguno con su índice y dedo gordo.

—Bueno... sí, mayormente es por eso –dijo apenada —mis Creaciones solo se limitan por el conocimiento y la imaginación. Mi quirk puede hacer muchas cosas muy variadas, incluso monedas, billetes, etc... pero- pero no puedo crear vida con él.

El rubio asintió y se quedó pensando con los brazos cruzados.

—¿Te importaría comenzar a mostrarme como usar tu quirk? –preguntó ella impaciente, moviendo el pie en un tap-tap-tap constante que a Bakugō empezaba a volver loco —Ya han sido dos veces las que me despierto por una explosión, producto de que mis palmas sudan mucho y el calor que se crea por mi cobertor favorito no ayuda.