DOMANDO A LA FIERA

CAP 13

Otro cap más 😎
No olviden dejar sus votos😫🙏
Graciass ♥️♥️🙏🙏
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Los ojos de Cristina se abrieron como platos ante la propuesta de Federico. No cabía duda de que aquel hombre quería controlar todos sus pasos.

C: ¿Y dónde queda mi privacidad? - Preguntó.

F: ¿Cómo puedes llamar a aquello de privacidad? Oh por favor, Cristina, ¿tú crees que yo permitiré que otro hombre te mire desnuda?? - Murmuró, visiblemente enojado.

No era la primera vez que él se mostraba celoso. Cristina se sintió amada, deseada… Eso de tener celos podía ser bueno.

C: ¿Estás celoso, Federico? - Preguntó con una sonrisa.

F: ¡Por supuesto que sí! Tengo que cuidar lo que es mío. Sólo mis ojos han visto a estas deliciosas curvas y así será - miró hacia abajo, analizando las curvas de su mujer. Cristina se sonrojó ante la mirada seductora de su marido, y empezó a excitarse y fue inevitable no humedecerse otra vez mojando el miembro de él que todavía estaba dentro de ella.

Federico sintió la humedad de su esposa y fue imposible no empezar a endurecerse de nuevo dentro de su cuerpo.

C: ¿Federico??? - Excitada y asustada a la vez, sintió como sus músculos internos se dilataban ante el nuevo estado de la virilidad de su marido.

Prácticamente habían acabado de hacer el amor y él ya estaba así de nuevo…

F: Cristina, yo sé que debo contralarme, todavía estás dolorida, pero... oh... ¡Me vuelves loco!

Uff él también la volvía loca.

C: Dolorida no estoy, pero acabamos... Ooooh…

No pudo seguir hablando, su marido empezó a moverse lentamente, arrancando gemidos de su esposa.
Ella se arqueaba extasiada por lo que sentía, recibiendo los empujes de Federico que no tardaron en tornarse más vigorosos. Fue cuando ella no pudo dejar de imaginar que la vida sexual con su marido sería muy, pero muy intensa.

....

Más tarde, en la cama de su habitación, Cristina se abrazó a la almohada, con una sonrisa tonta en el rostro, como si fuera una adolescente enamorada.

Pero ella no era una adolescente, era una mujer, y estaba casada.

Estaba claro que la atracción física que existía entre ellos era una cosa grandiosa, maravillosa…

Por lo tanto, dejaría de lado sus temores, al menos por ahora intentaría ya no enfrentarse tanto a Federico, iba a entregarse totalmente a esta nueva etapa de su vida. No sabía qué le esperaba cuando regresase a la hacienda, por lo que iba a aprovechar estos días lejos de todo, trataría de conocerlo  mejor y disfrutar de su marido.

Poco después de hacer el amor en la mesa, por segunda vez, ella se había refugiado en la habitación. Aún se sentía un poco avergonzada de estar desnuda delante de un hombre y especialmente por las actitudes de él. Ella había  correspondido a Federico con la misma pasión que él le había demostrado, y eso la asustó.

Después de un baño, puso nuevas sábanas en la cama y se echó sobre ella, vestida sólo con una bata.

Mientras tanto, Federico estaba preparando el almuerzo. No era bien lo que le gustaba hacer, porque en su manera de pensar, esto era algo de mujeres. Los hombres fueron hechos para hacer trabajo duro, hacer cosas que exaltasen su masculinidad y no al revés. Pero ese día decidió que podría hacer una excepción, no había nadie más en la casa, excepto su esposa, por lo que no corría el riesgo de ser descubierto.