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---Cristina no respondió de inmediato. No había pensado en esa posibilidad.
Durante muchos años quiso conocerlo personalmente y agradecerle, pero siempre tenía miedo de volver a vivir todo de nuevo, entonces nunca lo había buscado.
Pero revelar a Federico algo que siempre la había hecho rechazar a los fue un gran alivio. Había llorado y se asustado otra vez mientras le contaba la historia, pero cuando sintió los brazos de su marido consolándola y dándole a ella la seguridad que nunca había sentido con ningún hombre, en ese momento ella se sintió libre.
¡Libre!!! Libre para amar y confiar en él.
Siempre había rechazado y odiado a los hombres, por lo que nunca se relacionó con ninguno. Trató de hacer lo mismo con Federico, luchó, maldijo pero en última instancia se rindió a sus encantos. Y se enamoró.
Era la segunda cosa que ella confiaba a su marido.
La primera había sido su virginidad, y él la había tratado tan bien, como si fuera una pieza de porcelana y tuviese miedo de romperla.
Y ahora ella le había confiado ese secreto, un secreto que ni su madre conocía.
¿Acaso esta confianza repentina era una evidencia de que podría tener un buen matrimonio?? Cristina se sorprendió ante ese pensamiento, pero luego sonrió. Tal vez los dos pudiesen sí se llevar muy bien juntos.
C: Federico, yo sé lo que haría… - respondió finalmente. - No sé si quiero verlo. Estoy muy agradecida por haberme salvado, pero nada justifica el hecho de que haya matado a alguien. Él podría cogerlo por la camisa y hacer que se quitara de encima de mí, no sé, hacer algo en lugar de dispararle.
Federico se sintió tensar.
F: ¿Cómo? - logró susurrar en la confusión de sus pensamientos ante las palabras de Cristina.
Pero… ¿Acaso Cristina no entendía que lo había matado para salvarla??
¿Y ahora qué? ¿Cómo devolverle a su esposa la confianza que le había depositado, revelando que era el asesino de aquel hombre sin que esto pudiera acabar con su matrimonio?¡No! Todavía no era el momento de contarle, pero encontraría una manera de hacerlo. No podría continuar ocultando eso para siempre. Sólo rezaba al cielo que en el momento adecuado, Cristina pudiera comprenderlo.
Debería haber sabido que su mujer no aceptaría tan fácil que alguien le quitara la vida de otro, incluso si se trataba de salvarla de algo tan horrible.
C: Eso mismo lo que acabas de oír. Y ya no necesito conocer a este hombre, no tengo ningún interés en esa historia y además ya tengo a ti - Cristina le dio una sonrisa tímida y Federico se sintió un poco más relajado con esta declaración.
F: ¿A mí? - Federico parecía un tonto.
C: Sí, te tengo a ti. Contigo siento lo que jamás he sentido por nadie. Me casé, me entregué a ti… y mira que después de ese episodio yo había jurado que nunca dejaría que un hombre me tocara y sin embargo, aquí estoy yo... ¡Casada! - Sonrió.
Federico la miró y vio sinceridad en los ojos de su esposa. Estaba inmensamente feliz de haber ayudado a Cristina a superar sus inseguridades y miedos. Él juró a sí mismo que la protegería con su vida si así fuera necesario y aunque ella nunca lo perdonase al descubrir la verdad, la amaría para siempre.
F: ¡Muy bien casada! - Federico la apretó más fuerte, dándole un beso en la cabeza, acariciando el pelo sedoso de su mujer. - Voy a cuidar muy bien de ti, cariño.
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DOMANDO A LA FIERA
ChickLitElla, una mujer de genio difícil, es determinada, fuerte pero en su interior tiene sus debilidades, ella guarda un secreto que la impide entregarse al amor, por lo que a la altura de sus cuarenta a ños ella sigue siendo soltera y virgen. Él, un homb...