Ron abrió la boca para decir algo, pero no salió ninguna palabra. Por el contrario, largó un tremendo eructo y le salieron de la boca varias babosas que le cayeron en el regazo.
El equipo de Slytherin estalló de risa. Los de Gryffindor rodeaban a Ron, que seguía vomitando babosas grandes y brillantes.Nadie se atrevía a tocarlo.
Claire dio una fugaz mirada a el platinado, estaba indignada, no por lo de Ron, sino por lo de Hermione. En aquel tiempo juntas se habían vuelto como uña y dedo, todo el tiempo pegadas.-Lo mejor es que lo llevemos a la cabaña de Hagrid, que está más cerca -dijo Harry a las chicas, Claire y Herms cogieron a Ron por los brazos y Harry por las piernas.
-¿Qué ha ocurrido, Harry? ¿Qué ha ocurrido? ¿Está enfermo? Pero podrás
curarlo, ¿no? -Colin había bajado corriendo de su puesto e iba dando saltos al lado de ellos mientras salían del campo. Ron tuvo una horrible arcada y más babosas le cayeron por el pecho-.-¡Ah! -exclamó Colin, fascinado y levantando la cámara-, ¿puedes sujetarlo un poco para que no se mueva, Harry?
-¡Fuera de aquí, Colin! -gritó Claire enfadada. Entre ella y los chicos sacaron a Ron del estadio y se dirigieron al bosque a través de la explanada. Claire se recogió el pelo con un lápiz que tenia allí. Hermione propinó un zape a Harry, quien se había quedado mirando bobamente a Claire mientras recogía su pelo.
-Ya casi llegamos, Ron -dijo Hermione, cuando vieron a lo lejos la cabaña del
guardián-. Dentro de un minuto estarás bien. Ya falta poco. Respira.Les separaban siete metros de la casa de Hagrid cuando se abrió la puerta. Pero
no fue Hagrid el que salió por ella, sino Gilderoy Lockhart, que aquel día llevaba una túnica de color malva muy claro. Se les acercó con paso decidido.-Rápido, aquí detrás -dijo Harry, escondiendo a Ron detrás de un arbusto que había allí.
-¡Es muy sencillo si sabes hacerlo! -decía Lockhart a Hagrid en voz alta-. ¡Si necesitas ayuda, ya sabes dónde estoy! Te dejaré un ejemplar de mi libro. Pero me
sorprende que no tengas ya uno. Te firmaré un ejemplar esta noche y te lo enviaré. ¡Bueno, adiós! -Y se fue hacia el castillo a grandes zancadas.Claire asomó la cabeza para ver cuando Lockhart desapareciera. Una vez que se habia ido corrieron con Ron hasta la puerta. Llamaron a toda prisa.
Hagrid apareció inmediatamente, con aspecto de estar de mal humor, pero se le iluminó la cara cuando vio de quién se trataba.-Me estaba preguntando cuándo vendríais a verme... Entren, entren. Creía que sería el profesor Lockhart que volvía.
Harry, Claire y Hermione introdujeron a Ron en la cabaña, donde había una gran cama en un rincón y una chimenea encendida en el otro extremo. Hagrid no pareció preocuparse mucho por el problema de las babosas de Ron, cuyos detalles explicó Harry apresuradamente mientras lo sentaban en una silla.
-Es preferible que salgan a que entren -dijo ufano, poniéndole delante una
palangana grande de cobre-. Vomítalas todas, Ron.-No creo que se pueda hacer nada salvo esperar a que la cosa acabe -dijo
Hermione apurada, contemplando a Ron inclinado sobre la palangana-. Es un
hechizo difícil de realizar aun en condiciones óptimas, pero con la varita rota...Hagrid estaba ocupado preparando un té.
-¿Qué quería Lockhart, Hagrid? -preguntó Harry, rascándole las orejas a Fang.
-Enseñarme cómo me puedo librar de los duendes del pozo -gruñó Hagrid,
quitando de la mesa limpia un gallo a medio pelar y poniendo en su lugar la tetera- Como si no lo supiera. Y también hablaba sobre una banshee a la que venció. Si en todo eso hay una palabra de cierto, me como la tetera. Era muy raro que Hagrid criticara a un profesor de Hogwarts, y Harry lo miró sorprendido. Claire no, Claire creía que lo extraños sería que no lo criticara pues ese hombre tenía muchas cosas juzgables. Hermione, sin embargo, dijo en voz algo más alta de lo normal:-Creo que sois injustos. Obviamente, el profesor Dumbledore ha juzgado que
era el mejor para el puesto y...-Era el único para el puesto -repuso Hagrid, ofreciéndoles un plato de
caramelos de café con leche, mientras Ron tosía ruidosamente sobre la palangana-. Y quiero decir el único. Es muy difícil encontrar profesores que den Artes Oscuras, porque a nadie le hace mucha gracia. Da la impresión de que la asignatura está maldita. Ningún profesor ha durado mucho. Decidme -preguntó Hagrid, mirando a
Ron-, ¿a quién intentaba hechizar?-Malfoy le llamó algo a Hermione -respondió Harry-. Tiene que haber sido algo muy fuerte, porque todos se pusieron furiosos.
-Fue muy fuerte -dijo Ron con voz ronca, incorporándose sobre la mesa, con el rostro pálido y sudoroso-. Malfoy la llamó «sangre sucia».Ron se apartó cuando volvió a salirle una nueva tanda de babosas. Hagrid parecía
indignado.-¡No! -bramó volviéndose a Hermione.
-Sí -dijo ella-. Pero yo no sé qué significa. Claro que podría decir que fue
muy grosero...-Es verdad, se notaba muy enojado cuando dijiste lo de el puesto de Gryffindor.
-Es lo más insultante que se le podría ocurrir -dijo Ron, volviendo a
incorporarse-. Sangre sucia es el término mas despreciativo para llamar a los hijos de Muggles. Hay algunos magos, como la familia de Malfoy, que creen que son mejores que nadie porque tienen lo que
ellos llaman sangre limpia. -Soltó un leve eructo, y una babosa solitaria le cayó en palma de la mano. La arrojó a la palangana y prosiguió-. Desde luego, el resto de nosotros sabe que eso no tiene ninguna importancia. Mira a Neville Longbottom... es de sangre limpia y apenas es capaz de sujetar el caldero correctamente.-Entonces también soy sangre sucia...
-¿Dijiste algo Claire? -preguntó Harry. Ella negó.
-Y no han inventado un conjuro que nuestra Hermione no sea capaz de realizar -Siguió Hagrid.
-Verdad. Solo olvídalo herms, es un malcriado ricachón que no sabe que hacer con su miserable vida.
-Siendo así, no te culpo por intentar hacerle un hechizo, Ron -dijo Hagrid con una voz fuerte que ahogaba los golpes de las babosas al caer en la palangana-. Pero
quizás haya sido una suerte que tu varita mágica fallara. Si hubieras conseguido
hechizarle, Lucius Malfoy se habría presentado en la escuela. Así no tendrás ese problema.Harry quiso decir que el problema no habría sido peor que estar echando babosas por la boca, pero no pudo hacerlo porque el caramelo de café con leche se le había pegado a los dientes y no podía separarlos. Claire lo miró confundida y posó su mano en la de Harry tratando de entender las caras que hacia.
-Harry -dijo Hagrid de repente, como acometido por un pensamiento repentino. El nombrado y Claire lo miraron-, tengo que ajustar cuentas contigo. Me han dicho que has estado repartiendo fotos firmadas. ¿Por qué no me has dado una?
Harry sintió tanta rabia que al final logró separar los dientes.
-No he estado repartiendo fotos -dijo enfadado-. Si Lockhart aún va diciendo
eso por ahí...Pero entonces vio que Hagrid se reía.
-Sólo bromeaba -explicó, dándole a Harry unas palmadas amistosas en la
espalda, que lo arrojaron contra la mesa-. Sé que no es verdad. Le dije a Lockhart que no te hacía falta, que sin proponértelo eras más famoso que él.-Apuesto a que no le hizo ninguna gracia -dijo Harry, levantándose y
frotándose la barbilla.Claire quiso pasar desapercibida al tratar de ver si estaba bien por el rabillo del ojo, pero esto no paso desapercibido para Hermione. Esta ya había notado numerosas veces la preocupación especial que tenía por el bienestar del azabache.
-Vengan a ver lo que he estado cultivando -dijo Hagrid cuando Harry y Hermione apuraron su té.
En la pequeña huerta situada detrás de la casa de Hagrid había una docena de las calabazas más grandes que Claire hubiera visto nunca. Más bien parecían grandes rocas.
-Van bien, ¿verdad? -dijo Hagrid, contento-. Son para la fiesta de Halloween.
-Parecen ruedas de 4x4
-¿Ruedas de que? -preguntó Hagrid.
-Olvidalo.
-¿Qué les has echado? -preguntó Harry.
Hagrid miró hacia atrás para comprobar que estaban solos.
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THE MIRACLE; La verdad [HARRY J. POTTER]
Fiksi PenggemarTHE MIRACLE| "-No sé que hacer, Papá... -¿La llamo?.." Harry Potter y la cámara secreta ✨ continuación de The miracle, el comienzo de una historia.