¡Al fin te encuentro!
—¡Un momento! ¡¿Qué significa todo eso?! ¡¿A qué te refieres con lo de la naturaleza y la ciudad?! ¡Espera! ¡No te atrevas a irte!
Desmond se ha dirigido al callejón más cercano que tiene a su disposición, ignorando por completo los gritos del muchacho acercándose cada vez más rápido hacia él, ha llegado el momento de ver si no es un tonto, o al menos no uno muy grave. Zenón lo pierde de vista cuando entra en el callejón, y pueden llamarlo loco o como quieran pero puede jurar que el sonido de algo encendiéndose está saliendo de ahí. Espera, acaso eso no es…
—¿Luz? ¿Cómo está saliendo luz de un lugar así? ¡No me lo creo, eso es…! —Muy tarde. Una supernova del más puro blanco le niega la visión de lo que pasa en el callejón frente a él, tiene que cerrar los ojos para evitar perder la vista ante tal destello misterioso. Sus brazos inconscientemente cubren su cara para dejar de recibir la luz de forma directa, tiene una tentación de seguir moviéndose, adentrarse al interior de ese pasillo callejero y descubrir qué rayos está haciendo Desmond, pero no puede, su cuerpo se niega a dar un solo paso en lo desconocido.
El resplandor se va apagando lentamente, lo nota a través del pequeño espacio entre sus brazos que le permite al menos una mínima visión al frente. El brillo desaparece por completo y Zenón se quita los brazos de la cara, fijando todo su ser en analizar hasta el más mínimo detalle ahí dentro en busca de la anomalía o su causante.
—Se fue, ¡se fue sin prestarme la más mínima atención! —una rabia arde en su interior si hay algo que puede detestar es de seguro el ser ignorado. Pero no es momento para rabietas.
«Se ha ido en un destello de luz, parece como si no hubiera estado nunca aquí. Es obvio: usó magia para esfumarse, a menos que…»
Entrando de una buena vez, el chico camina muy suavemente para inspeccionar mejor las paredes y el suelo, parecen muy sólidos y sin ninguna anomalía que resalte, no pueden tener algo que ver. Solo le queda una opción a revisar.
Veamos…
—Sí, no está en la basura, menos mal que no porque le hubiese quitado lo épico —Satisfecho de no encontrar más que bolsas de basura en los contenedores al fondo del lugar cierra ambos rápidamente, no gustar olores feos—. De verdad ha usado magia para irse, pero cómo se atreve a largarse así sin más después de decir que me ayudaría, si él no está entonces no puedo hacer lo mismo que hizo.
Bueno, no todo está perdido en general. Es aquí cuando recuerda las palabras que literalmente escuchó hace unos segundos.
—Desmond dijo que hay puntos de acceso en toda la ciudad, que solo tengo que ser ingenioso para verlos. ¿Acaso va a ser algo como portales ocultos que tengo que buscar? Pero si están esparcidos por todas partes es muy seguro que debí ignorar uno sin darme cuenta —Después de esa revelación Desmond no le dio nada especifico, se fue por las ramas hablando de cómo la magia es asombrosa y otro montón de cosas cero precisas—. Si la clave es encontrar como una puerta misteriosa, portal u algo así por ahí pues debo ponerme en marcha, a ver qué se consigue.
Viendo que no va a conseguir nada en el callejón sale de ahí con dirección…a ningún lugar en específico. Ya que no tiene necesidad puede dejar de preguntarle a la gente pasando, un alivio muy necesario. Eso sí, debe moverse porque el tiempo no está para nada de su lado, con algo de suerte podrá conseguirlo en menos de cinco minutos.
Cualquier parte puede ser especial, cada pared, ventana o callejón con los que se encuentra son penetrados por su mirada en un intento de ver algo más allá de su estructura, buscando un mínimo detalle que los haga diferentes, que destaquen de una manera indiscreta para que solo los más curiosos puedan revelar sus secretos, pero no, completamente normales.
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Magic Work
Fantasy¡Ha llegado el día en el que la gran empresa PTPM comenzará el curso de introducción para nuevos trabajadores! Y habiendo recibido una carta de invitación para participar, Zenón decide entrar para ver qué le depara. Sin embargo, él no va a ser el ún...