La verdad tras el curso.
—Vince —La sola mención de su nombre le es suficiente para salir de ese estado de meditación en el que se puso desde que tomaron asiento. No le gusta ser interrumpido cuando se encuentra haciendo eso, pero menos le gusta ser descortés, así que fija su atención en su compañero sentado frente a él—. Ya hemos confirmado la presencia de ella aquí, está unos dos vagones detrás de nosotros.
—Lance también nos informó que no viene con ningún acompañante, por lo que tenemos una buena oportunidad —Las palabras de su otro compañero sentado junto a él le hacen mirarlo, sin mostrar alguna reacción—. Solo necesitamos tu aprobación y procederemos con el plan.
Con esa última aclaración Vince vuelve a cerrar los ojos, cruzándose de brazos para enderezar su postura. Se puede sentir como un aura de tranquilidad absoluta desborda de cada parte de su cuerpo como si se tratara de una marea pacifica, que puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Verlo de esa forma le transmite a los tres presentes junto a él una señal clara, no es momento de molestarlo.
—Me parece adecuado esperar a que todo siga transcurriendo con normalidad, no tenemos la necesidad de molestar el curso entero por nuestras acciones egoístas. Participaremos como los demás y al mismo tiempo le seguiremos la pista, cuando la situación parezca ideal será cuando llevaremos a cabo nuestro movimiento, es recomendable que sea cuando ella esté en un amplio lugar abandonado, ahí es cuando saltaremos a la acción.
—Entendido —Sus tres compañeros asienten ante sus órdenes, incluyendo los otros dos que están sentados en la otra mesa debido a la limitación de espacio. Son un equipo y deben seguir las órdenes de su líder sin rechistar. Vince suspira profundo para volver a hundirse en sus pensamientos.
Muchas cosas pueden suceder al momento de establecer combate contra esa mujer, las bajas son posibilidades más que verdaderas y eso es un miedo con el que debe correr. Los deseos o plegarias no son para nada su estilo, le parecen una pérdida de tiempo cuando cuentas con las capacidades para hacer cualquier cosa que deseas, pero si tuviera que pedir solo un deseo en esta vida o rezar una única vez por algo, ese algo seria que cuando llegue el momento vaya tomar las mejores decisiones y que dirija lo mejor posible a su equipo. Todo sea para poder terminar con este deseo impuro de venganza en su interior.
«Muy pronto nos encontraremos, Lisbeth Daira.»
En otro vagón...
—Finalmente, un puesto vacío —Zenón por fin puede soltar un suspiro de alivio cuando ve que hay un asiento lo suficientemente grande como para dos personas totalmente libre de estas, después de haber pasado como cinco vagones buscando lugar al parecer ya puede relajarse—. Disculpen, ¿puedo sentarme aquí?
Un hombre adulto y una chica que parece de su edad están sentados juntos, uno está con audífonos puestos mientras la otra solo mira por la ventana. Se ven como personas comunes, y lo único que hacen ellos es reaccionar a las palabras de él.
—Claro, no hay problema —responde el hombre sin darle la menor importancia, ella por su parte solo asiente para volver a poner su mirada donde estaba.
—Gracias —sin decir nada más se sienta frente a ellos, quitándose la mochila para ponerla entre sus piernas. Personalmente a él le encanta ir en los asientos que estén junto a las ventanas por lo que conseguir uno en este tren específicamente y a esta hora parece un milagro, una vez acomodado es casi inconsciente para él ver la hora, 6:19 pm—. Por poco.
¡Perfecto! Ahora que al fin está cómodo solo queda esperar a que el tren se mueva y esperar las instrucciones que le den. Pronto todo este curso va a empezar y no tiene la menor idea de lo que va a suceder, pero si algo es seguro es que se las arreglará para superarlo, siempre es así con las cosas, mientras que esas advertencias de muerte solo sean un chiste de mal gusto todo bien, tuvo suficientes encuentros con esta el día de hoy…
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Magic Work
Fantasy¡Ha llegado el día en el que la gran empresa PTPM comenzará el curso de introducción para nuevos trabajadores! Y habiendo recibido una carta de invitación para participar, Zenón decide entrar para ver qué le depara. Sin embargo, él no va a ser el ún...