T sunami

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La niña abrió los ojos desconcertada. No recordaba cómo  había llegado al parque. Pero se tranquilizó al ver un rostro conocido. Su maestra se acercó  más a ella y la abrazó. No tenía que contarle nada, ella sabía los vejámenes que sufría Indira desde que su madre había muerto y era su padre el responsable de ella. En el centro de salud miraban para otro lado cuando trataban estos casos. Atendían a las pacientes pero nadie intervenía para evitarlo.
Indira posó su pequeña cabeza en el pecho de su maestra. En ella todo era un torbellino del que no sabía  cómo escapar.

MICROreflejos-2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora