— ¡Mierda, por favor, deténganse!
Mis gritos de dolor estaban siendo totalmente ignorados. Parecía que a nadie detrás de ese cristal blindado le importaba el hecho de que las venas de mis brazos ya estaba tornado de color violeta casi negro y por quinta vez en la semana me estaban sacando sangre de mi cuerpo.
¿Para qué mierda necesitaban tanta? Era increíble el hecho de que siguiera vivo, pero lo malditos tenían estrategias para mantenerme vivo a costa de poder seguir experimentando con mi cuerpo.
Había perdido por completo la noción del tiempo. La última vez que supe sobre la fecha en la que me encontraba, era el veinticinco de diciembre y ya había pasado bastante de ese día. Quizá levaba tres semanas aquí encerrado o más, pues nadie había venido a verme después del primer día que desperté aquí.
¿Me habían olvidado?
— Listo, es suficiente. Desconéctenlo.
Un par de doctores entraron a mi habitación, tomándome fuertemente de los hombros para desconectarme de las enormes agujas y ponerme algodones en los pequeños agujeros que estas dejaron cuando fueron sacados de mi piel.
Me habían quitado la cama donde antes me encontraba, así que prácticamente dormía en el suelo.
— ¡Son unos malditos degenerados, sáquenme de aquí! —Grité con las pocas fuerzas que me quedaban. No sé cuánta sangre me habían sacado, pero estaba muy mareado y comenzaba a ver borroso.
— ¡Ya, cierra la boca Lee MinHo! —Uno de los doctores frente al vidrio gritó, haciéndome estremecer—. ¿Qué no lo sabes? La gente de aquí ya no vuelve a salir jamás. Aunque no tengan el virus, mueren aquí por falta de alimentación o por el frío que hace aquí, incluso por los experimentos a los que son sometidos. Te han engañado, niño, no volverás a salir, y si lo haces, será muerto.
— ¿El ejército está enterado... de esto? —Pregunté tomando con fuerza el suelo para no caer inconsciente.
— Claro que si, todo no es color rosa, este refugio tiene un lado oscuro, donde las personas que caen, jamás vuelven a salir. Es una lástima que no hayas podido vivir tranquilamente en este refugio, quizá hubieras servido bastante para ayudar a la poca comunidad que queda.
— Dios, están enfermos... —Susurré conteniéndome las ganas de gritarle todas las groserías que sabía—. ¿Y... mis amigos?
— Después de que despertaste, un par de semanas después trataron de venir a verte, pero el lider los rechazó incontables veces hasta que lograron hartarlo. Hace una semana volvieron a venir con la esperanza de saber cómo estabas, pero lamentablemente "Lee MinHo fue detectado con el virus y murió hace un par de dias después de recibir uno de los tratamientos. Lo siento mucho." —La sonrisa del doctor se ensanchó y mis ojos se abrieron a más no poder, llenándose de lágrimas que pronto se desbordaron de mis ojos—. Pero no llores, todo esto tiene un propósito, si el último experimento que hicimos funciona en tu cuerpo, estaríamos a un paso más cerca de encontrar la cura.
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ᴅᴇsᴛʀᴜᴄᴛɪᴏɴ ¹ / ᚒ໑᮫۫ຳེ᳕ᴍɪɴsᴜɴɢ༣᮫ࣤᤳᚒ
ActionHan JiSung es un joven adulto que ha vivido veintidós años de su vida privado por completo de uno de sus sentidos: La vista. El nació siendo ciego, por lo que cree que no es feliz, debido a las contantes burlas a su alrededor e incluso por algunos c...