— ¿Felix? ¿Estás ahí? Hola... —Articulo suavemente, sintiendo una opresión de tristeza en mi pecho. Es el quinto día que pasamos aquí, en Atianta, y no hay señales de Felix, ni de ChangBin. Cinco días son lo que han pasado, en los que la paz ha reinado las calles de la ciudad; Por primera vez en dos meses, he Vuelto a ver gente caminando por las calles, autos pasar con tranquilidad y respetar los semáforos. Sin embargo, no me siento del todo bien, a pesar de poder dormir tranquilo; Dos miembros del grupo no estan y no sabemos ni su paradero, o si aún siguen vivos.
— ¿Minho? —Preguntan detrás de mi, por lo que volteo lentamente. Donde me encuentro, es el único balcón en la casa, donde he estado desde las seis de la mañana tratando de comunicarme con Felix. Pero como el día en que nos separamos de ellos, no hay respuesta del otro lado.
— ¿Que pasa, JiSungie? —Pregunto en cuanto siento sus manos entrelazarse en mi cintura, y luego, sentir el suave peso de su cabeza sobre mi espalda.
— Hace frío aquí afuera, ¿Por qué no entras a dormir? —Vuelve a preguntar, pero niego dejando el Walkie Talkie a mi lado, para tomar suavemente las manos de JiSung y acariciarlas en el acto.
— Necesito encontrar algo que me diga que Felix y ChangBin estan bien. Ya han pasado días, y no hay respuesta.
— Posiblemente se les cayó el Walkie Talkie, ¿No lo habías pensado asi? —Hago una mueca, sintiendo de nuevo esa tristeza en mi pecho. El Walkie Talkie que ellos tienen, es la unica forma en la que puedo comunicarme y sin ella, no hay forma de encontrarlos—. Honnie, te estás estresando demasiado...
— ¿Cómo no quieres que no lo haga, JiSung? Es mi mejor amigo, y ChangBin nos ayudó a salir de corea. Me importan, y mucho... Por eso estoy insistiendo —JiSung suspira, soltándome y posicionándose a mi lado, para mirar hacia el frente y cerrar sus ojos.
— Yo también los extraño, pero... hay algo que no me deja tranquilo. Un presentimiento...
— ¿De qué hablas? JiSung, sé claro —Digo volteándolo a ver, y él solo me mira con tristeza.
— Tal vez, no lo lograron.
— No digas eso, JiSung... por favor —Murmuro pasándome una de mis manos por el cabello con frustración, tratando de sacar los malditos pensamientos que me han comenzado a invadir la mente.
— Min, debes afrontarlo, quizá ellos no regresen...
— ¡No, JiSung! ¡No les sucedió nada! —Exclamo golpeando el barandal de metal con los puños, para después voltearlo a ver, JiSung tiene una cara de miedo, por lo que rápidamente reacciono relajando mi cara para acercarme a él—. Lo siento, JiSungie.
— Dejaré que te calmes, ¿Si? Volveré a dormir —Dice mirándome con cierta tristeza, para después darse la media vuelta y caminar hacia la habitación, pero lo detengo, tomándolo de la mano.
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ᴅᴇsᴛʀᴜᴄᴛɪᴏɴ ¹ / ᚒ໑᮫۫ຳེ᳕ᴍɪɴsᴜɴɢ༣᮫ࣤᤳᚒ
AçãoHan JiSung es un joven adulto que ha vivido veintidós años de su vida privado por completo de uno de sus sentidos: La vista. El nació siendo ciego, por lo que cree que no es feliz, debido a las contantes burlas a su alrededor e incluso por algunos c...