Han JiSung es un joven adulto que ha vivido veintidós años de su vida privado por completo de uno de sus sentidos: La vista. El nació siendo ciego, por lo que cree que no es feliz, debido a las contantes burlas a su alrededor e incluso por algunos c...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuatro horas y media despues de que salimos huyendo de la casa llena de infectados, terminamos parándonos en una gasolinera abandonada a cientos de kilómetros de ahí, para descansar un poco y estirar las piernas después de tan largo viaje, al igual que aprovechamos para rellenar los tanques de nuestros vehiculos y asi poder seguir nuestro camino hasta el siguiente estado sin complicaciones.
Y gracias al maldito clelo, en el transcurso del camino Chris despertó. A pesar de que él comenzó a jadear adolorido y a hablar incoherenclas, HyunJin terminó calmándolo para que no hiciera tanto esfuerzo, pues notamos lo difícil que estaba siendo para Chris articular tan siquiera una pequeña oración.
— En la tienda de la gasolinera hay una habitación vacia, podemos usaría para curar a Chris —Dice ChangBin a lo lejos, quien viene con algunas cosas entre sus manos junto con una pequeña sonrisa, detrás de él está JeongIn, aunque este no se ve de buen humor y lo comprendía bastante despues de un viaje de casi cinco horas. Los dos, por ordenes de HyunJin, habían sido mandados a revisar la tienda por posibles medicinas o algo que nos pudiese servir, tambien para matar a los posibles infectados que se encontrasen dentro, pero por suerte no hubo ni uno solo—. Está limpia, no parece que algún infectado haya muerto ahí, asi que es seguro.
Mientras que a todos se les fue asignada una tarea, como acomodar nuestras cosas en la cajuela de la camioneta o rellenar los tanques, HyunJin y SeungMin decidieron ayudar a Chris a poder salir de la camioneta y poder curarlo un poco, ya que a duras penas él pudo levantarse del asiento con la ayuda de ellos dos y de JiSung, sin embargo, verlo de esa forma, me parte horriblemente el corazón.
— MinHo —La voz de JiSung me hace voltear, asi que despego la mirada de la espalda de los tres chicos que se alejan con lentitud para entrar a la tienda—. ¿Manejarás tu esta vez?
— Si, ¿Necesitas algo, Cariño? —Pregunto acariciando su cara suavemente con una leve sonrisa. JiSung suspira y me imita, dejando que pase mis dedos por sus casi inexistentes cicatrices en su cara, pero no puedo evitar ver su mejilla que se encuentra tapada con una gasa por el maldito golpe que le metió el idiota que trató de hacerme enfurecer. En cuanto llegamos aquí, no dudé en bajarme de mi asiento e ir hacia él, para curarlo y limpiar un poco la herida que se había abierto un poco.
Por suerte JiSung se mantuvo tranquilo hasta que termine de ponerle la gasa, por lo que me lo agradeció con unos cuantos besitos por toda la piel de mis mejillas y dos en los labios.
Amaba ver que JiSung poco a poco estaba superando su trauma.
— No, sólo que quiero estar en el asiento del copiloto, junto a ti —Dice jugando con sus dedos, mientras sonríe con ternura—. JeongIn está muy distante, después de la muerte de SooBin no me presta mucha atención.
— A nadie le presta atención, JiSungie. A todos nos duele bastante la pérdida de SooBin, pero a él, parece que le quitaron de los brazos a su hermano menor —Digo torciendo levemente la boca, sintiendo cómo la tristeza me invade por dentro—. Ahora perdimos tambien a Ragnar y Ellen se ve bastante extraña, esto es difícil y debes entenderlo, pequeño. Las personas no siempre estarán felices.
