Jennie esperó hasta que la clase del joven profesor Jackson estuviera finalizada para acercarse a hablar con él. estaba noventa y ocho por ciento segura que no le negaría su petición, pero temía por los dígitos restantes. Esperaba de todo corazón que no cerrara a la idea de darle una última oportunidad a uno de sus alumnos, en este caso, Lisa. Su confianza en que aceptaría era enorme, no tenía mente para dudar por una razón: Jackson era íntimo amigo de la familia Kim. Lo conocía desde que tenía memoria y muchísimas veces jugaron juntos, siendo él varios, pero pocos años mayor que ella.
"profe Jackson, ¿podemos hablar un momento?". preguntó cerca de su mesa reteniendo una risa al igual que él.
"Claro, señorita Kim. ¿Qué se le ofrece?". En ese instante todos terminaron de de salir del aula y tanto él como Jennie explotaron en risas. "Dime, Jen, ¿qué tienes? Dudo que vayas mal en alguna materia y necesites que te haga la segunda".
"Ahm, algo así". Jackson la miró sorprendido. "Pero no para mi, sino para una amiga, Jack". lo llamó como siempre lo llamaba cuando no estaban en el campus.
"¿Quién?"
"Lisa Manobal". saboreó su nombre y lo miró anhelante de una buena respuesta.
"¿Manobal?". abrió un poco los ojos. "Vaya. No sé qué tanto pueda hacer por ella, Jen. Va con seis y sabes que se necesita como mínimo un nueve y medio para ganar".
Jennie cruzó los brazos y lo miró con gesto suplicante esperando a que él se compadeciera. La mirada de de cachorrito nunca fallaba con Jackson, gracias a eso el hombre siempre terminaba robando dulces para ella en las fiestas de los Kim en la que solo podían asistir adultos.
"¿Por favor?"
"Bien, dame ideas para ayudar a tu amiga". volteó los ojos ante su debilidad por la pequeña castaña ojos cristalinos. Quería a Jennie como la niña tierna que conoció hacía años, de una manera meramente fraternal, siendo esta la hija de Liliam Kim, la doctora más admirada del pueblo y la mujer de la que siempre estuvo enamorado platónicamente.
"Un examen final que valga esos cuatro puntos que le faltan".
"¿Y si reprueba?"
"No lo hará. Te lo aseguro porque yo la ayudaré". puntualizó con firmeza.
"Está bien, Jen". el hombre sonrió negando con admiración hacia la castaña. "Un solo examen. Cuatro puntos. Última oportunidad. ¿Bien?".
"Bien".
Ahora solo quedaba darle clases de tutoría a Lisa para que pasara las materias y continuara jugando fútbol como tanto amaba.
Necesitaba que su chica siguiera en eso para poder animarla haciéndole las porras.
***
Lisa se movía como un guepardo en la cancha, ágil y velozmente, el balón siendo su presa y capturándolo con destreza pero entregándolo a su equipo cuando era necesario. Daba todo en la cancha como la delantera que era, teniendo una perfecta precisión para pasar o chutar el balón, dependiendo de cuál fuera la situación en la que se encontrara. Era sumamente talentosa con sus impecables técnicas, una completa estrella de fútbol a la que nadie se atrevía a refutar diciendo lo contrario, había demasiadas pruebas que lo demostraban; aunque bastaba solo con verla en la cancha.
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MIRADAS - JENLISA ADAPTACIÓN
FanfictionLa famosa jugadora de fútbol femenino, Lalisa Manobal "Lis". recordaba cuando vivía en el pequeño pueblo y recatado pueblo de California y pensaba en cómo se vería afectado su presente con su próximo regreso. 10 años habían desde que se fue huyendo...