Jennie ya lo había decidido; quería arriesgarse. No solo por Lisa, sino por ella misma. Deseaba tener nuevos retos, salir de lo que conocía y ver un poco más el mundo, por lo que sí, se mudaría a la ciudad, una ciudad que había conocido por encima y nunca tuvo la oportunidad de llegar a verla a fondo. Al menos por medio año, el tiempo que le propuso a Lisa para ver si funcionaban o no. Seis meses de prueba.
Era cierto, su principal razón para irse era estar con Lisa, pero también lo era el gran trabajo que Ellen, la amiga de su padre, le había ofrecido un par de años antes. Nunca aceptó ya que no le veía sentido. Tenía todo lo que (en ese momento) quería. No había un por qué para tomar el puesto más que el de crecer laboralmente, pero a Jennie ya le iba bastante bien en su trabajo. ¿Para qué un cambio? Y ese fue uno de sus mayores errores; el no buscar progresar. Quedarse estancada en un mismo lugar, sin moverse, sin probar cosas nuevas o tomar riesgos, lo que estaba ahora por hacer.
Lisa y ella habían tomado la decisión de arreglar todo antes de anunciar la partida de Jennie. Hablaron durante horas por la noche, se desvelaron planeando cada detalle y consiguieron un buen resultado. O uno equilibrado, porque había un punto donde Lisa no estaba de acuerdo.
Hablaban en el sofá de la casa de Jennie, recostadas en él con la rubia entre las piernas de Lisa mientras ésta la abrazaba por detrás. Estaban increíblemente cómodas y llevaban un largo rato así, Jennie mimando su brazo y Lisa acariciando su mejilla y oreja con la nariz, reposando un beso allí cada tanto.
Jennie soltó una risita la tercera vez que Lisa se quejó.
"Es que, Jen, si vamos a ver si funciona, lo mejor sería que te quedes en mi apartamento. No en otro sitio".
"Allá veremos, ¿te parece?"
"Solo lo dices para que no siga insistiendo".
"Me encanta que insistas, pero no estoy segura de que sea lo mejor".
"No entien..."
"Mañana iré a hablar con Jisoo y Irene para contarles. Serán las primeras en saberlo".
Lisa por supuesto que notó el cambio de tema de Jennie y eligió seguirle. Ya luego vería cómo hacerla cambiar de opinión.
Su rostro no debió de poner una bonita mueca, ya que Jennie se giró un poco más para verla y frunció levemente el ceño.
"¿Todavía sigues disgustada con Jisoo?" Lisa suspiró.
"Odio lo que le hizo a mi hermano". aceptó, bajando la mirada y abrazando más fuerte a Jennie
"Bambam no es ningún bebé, Lis. Sabía lo que hacía, solo fue desafortunado que Wonho se enterara y pasaran por ese momento en la disco".
Ah, sí. El momento en que su hermano llamó a Jennie para hablar sobre eso y no a ella. Aunque adoraba a ambos, le daba un poquito de celos verlos juntos y la química que tenían, pero más ganaba el empezar a adorar lo bien que se llevaban su hermano y su novia.
Finalmente, y luego de que la castaña le explicara mejor, entendió la razón por la que Bambam llamó a Jennie: por el ligero roce que Lisa tenía ahora con Jisoo luego de enterarse de lo que tuvo con su hermano. Ella de seguro no hubiera actuado tan bien en esa situación. Quizás hubiera avivado la llama de la discordia en vez de calmarla, y es que, a sus enemigos, no los pasaba. Y consideraba a Jisoo una de ellos.
"Siempre será un bebé para mí". confesó Lisa, recordando cuando Bambam era un enano recién nacido. Siempre tendría la voluntad y el instinto de protegerlo, sobre todo por lo que tuvieron que pasar cuando pequeños con su padre.
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MIRADAS - JENLISA ADAPTACIÓN
FanfictionLa famosa jugadora de fútbol femenino, Lalisa Manobal "Lis". recordaba cuando vivía en el pequeño pueblo y recatado pueblo de California y pensaba en cómo se vería afectado su presente con su próximo regreso. 10 años habían desde que se fue huyendo...