La famosa jugadora de fútbol femenino, Lalisa Manobal "Lis". recordaba cuando vivía en el pequeño pueblo y recatado pueblo de California y pensaba en cómo se vería afectado su presente con su próximo regreso.
10 años habían desde que se fue huyendo...
Lisa se despertó en la cama, estirándose del placer que daba poder levantarse una mañana sin tener que ir a la escuela, algún entrenamiento o realizar compras para la casa.
Le encantaba despertarse temprano esos días e ir a trotar para activar su cuerpo, era una sensación satisfactoria de estar haciendo algo por su vida sin que alguien la obligara. Todo fue bien hasta que sus memorias comenzaron a liberarse, llevándola a recordar la noche del día anterior donde se había sentido decepcionada por Jennie. Era algo tan estúpido que ni ella misma podía creérselo, pero le fastidiaba, le fastidiaba demasiado... Saber que a Jennie no le importaba si en algún momento de su pasado tuvo algo con Wonho, le molestaba porque eso significaba una cosa: Lisa no le gustaba. Al menos no de la manera en que ella gustaba de Jennie.
Abrió de una buena vez los ojos, todavía un tanto adormilada, y solo vio la mitad de la cama vacía con la cobija destendida. Anoche cada quien se durmió en el borde más lejano a la otra, Lisa por miedo a caer rendida y abrazar a Jennie sin darse cuenta en medio de uno de sus sueños.
Se sentó dejando caer la sabana en su regazo y frotó sus ojos buscando despertarse por completo. Pagaría lo que fuera por un café en ese preciso momento. Sus antojos pudieron con ella y, poniéndose de pie, fijó la mirada en una hoja blanca con algo dibujado, estaba encima de la solitaria silla en la esquina de la habitación. Caminó con sus pies desnudos por el frío suelo en busca de dicho dibujo, gustosa de la sensación que le ofrecía, lo agarró con cuidado.
Su pecho se oprimió al mismo tiempo en que sus labios se separaron, exteriorizando Su impresión al verse a sí misma dormida en ese dibujo de carboncillo. Era... hermoso. Fue como un viaje a la conversación sobre las formas que había tenido con Jennie, estaba segura que ella era la autora de semejante retrato y eso la emocionó.
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Salió del cuarto luego de cambiarse a un vestuario casual y fresco para ir a la playa, lo que seguramente harían ese día también. En la sala solo estaba Jennie comiendo un sándwich mientras cambiaba los canales rápidamente, ni siquiera creía que estuviera viendo los canales, tan solo los pasaba por pasar.
"Hey". Lisa la saludó teniendo que morderse los labios para no reírse del sobresalto que Jennie tuvo, al parecer la había asustado.
"¡Lisa!" Jennie maniobró para que el sándwich no se le cayera. "Buenos días..."
"Buenos días para ti también". Era claro que a ella si le hacía gracia el susto de la castaña. "Vi tu dibujo, es..."
"No tenemos que hablar de él". Jennie se ruborizó.
"Lo dejaste ahí para que lo viera". Caminó hasta ella y la miró con intensidad, haciendo agradecer a Jennie estar sentada. "Gracias Jennie, es precioso. Lo digo en serio".
