11. Tu voz

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En unas semanas volveré a España para las vacaciones de Navidad. La verdad es que tengo muchas ganas de volver y ver a mi familia y a mis amigos. Aqui estoy aprendido mucho y lo estoy pasando bien, pero realmente echo de menos mi vida de antes.

He pasado la tarde en la biblioteca leyendo algunos libros sobre filosofía antigua. Estas últimas semanas he descubierto que la biblioteca es el mejor lugar de la escuela, el silencio y la cálida paz que emana este lugar es maravilloso.

Me despido de Rita, la bibliotecaria, y me dirijo a la habitación apresuradamente. Miro el reloj y este indica las 20:00, es mas tarde de lo que pensaba. El tiempo pasa volando cuando estas leyendo.

Con la llegada del invierno la hora ha cambiado y se hace de noche demasiado pronto, por lo que los campos de la escuela suelen estar vacíos a estas horas y sumisos en un profundo silencio.

Cuando estoy a unos diez metros de la entrada del bloque diviso dos sombras en la entrada. Entrecierro los ojos para ver de quien se trata y me sorprendo al divisar a Astrid demasiado cerca de Emmanuel Léopold, el otro príncipe de la escuela. No le conozco mucho pero su metro ochenta resalta allí donde va.

En cuanto Astrid nota mi presencia empuja bruscamente a Emmanuel y tose levemente.

- Eh si, gracias por... los apuntes y eso.- Astrid habla torpemente mientras le hace señas muy poco disimuladas al príncipe.

- Em, si, de nada.- Contesta él, bastante confuso.- Que pases una buena noche Leonor.

Con un leve asentimiento se aleja de allí, dando torpes miradas hacia Astrid.

- ¿Que fue eso?- Pregunto mientras ambas entramos al bloque.- No sabia que conocías al otro príncipe.

- Solo le pedí unos apuntes.

- ¿Apuntes? Ni si quiera vamos a la misma clase.

Astrid parece entrar en un pequeño ataque de nervios.

La situación era obvia a ojos de cualquiera. Asi que decidi hacerlo sencillo para mi amiga.

- Oye esta bien, no te preocupes. Sea cual sea la relación que mantienes con Emmanuel esta bien, yo no voy a meterme.

- Prefiere que le llamen Manuel.- Aclara ella sonriendo levemente.- ¿No le contarás a nadie no?

- Tranquila, pero solo quiero saber una cosa.

Ella me mira con desconfianza.- ¿Que cosa?

- ¿Él es el motivo por el cual desapareces tan seguido?

- Si.

En realidad eso explicaba muchas cosas. Parpadeas un segundo los ojos y Astrid ya habia desaparecido. No se cual pueda ser la naturaleza de su amistad o relación con el príncipe, pero si no quiere hablar de ello no insistire.

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Sábado, hoy será nuestra primera competición de equitación. Cada semana se realiza una competición o partido de alguna de las actividades que ofrece el instituto. Y esta semana nos toca a nosotros.

A pesar de tener años de experiencia en lo que a montar caballo respecta, estoy terriblemete inquieta. Y la cantidad de alumnos y profesores en las gradas me pone realmente nerviosa. Astrid, Helen y Meredith han venido a verme y estan sentadas en primera fila, cuando notan mi mirada sobre ellas gritan y me saludan efusivamente. Me sonrojo involuntariamente cuando los alumnos cercanos a ellas centran su mirada en mi, por lo que decido fingir que no las conozco.

Me acercó dónde esta reunido el resto del equipo. Kate esta repitiendo la charla que nos dio el otro día. Básicamente competiremos divididos en tres grupos, y los ganadores de cada grupo se enfrentarán en una carrera y así se decidira al ganador. Es una carrera alrededor del establo, sin saltos ni nada, solo una carrera.

Contra más alto sea tu puesto en la carrera más puntos recibirás para tus notas finales. Aun que las actividades tienen como principal objetivo el pasar un buen rato en sociedad, también están implicadas en puntuaciones extras para las notas.

Realmente me conviene llegar a una buena posición para lograr que mis notas sean excelentes.

Los grupos ya estan divididos y compito en el primero. Doy una última mirada a las chicas antes de dirigirme a los establos, ellas alzan las manos y me brindan cálidas sonrisas, deseandome suerte.

Alexia, quien compite en el tercer grupo, ni si quiera me dirige una mísera mirada. No hemos vuelto a hablar desde que acepto que me dejaria mi espacio. No lo admitira en voz alta, pero realmente echo de menos hablar con ella.

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Las competiciones de los tres grupos han finalizado. Y para mi inesperada suerte he quedado primera en mi grupo, no quiero parecer engreída, pero iba muy por delante de los demás, no fue muy difícil. De los otros dos grupos se clasificaron Alexia y un chico llamado Pol.

Los tres estamos en la línia de salida preparándonos para la última carrera.
Kate nos desea buena suerte y se aleja del circuito. Estoy a punto de subirme a Lilka, mi yegua, cuando oigo la dulce voz de cierta pelirroja.

- Buena suerte.

Me giro para divisar a Alexia enfrente de mi, no me mira mientras se pone el casco.

- Gracias, buena suerte a ti también.

Ella me da una leve sonrisa y sube rápidamente a su yegua.

Sus palabras, aunque hayan sido por pura cortesía, me alegran interiormente.

Me subo con cuidado encima de Lilka y espero a que suene el silbato.

Una vez oigo el pitido salgo disparada. Lilka se ha desestabilizado un poco en el inicio por lo que voy por detrás de los otros dos. Rápidamente Lilka recuperara su firme galope y nos ponemos cerca.

Los tres vamos realmente juntos cuando pasamos los cien metros y empiezo a ponerme nerviosa cuando noto que Lilka no consigue pasarlos. Confío en Lilka y se que puede hacerlo.

Noto por el rabillo del ojo que Pol se queda atrás, su caballo ha trastabillado con quien sabe que, dejándolo muy por detrás.

Los gritos y exclamaciones del público me ayudan a sentirme mas segura y exaltada. El ganador esta entre Alexia y yo.

Estamos llegando a la meta y la cercania de Alexia y su yegua a mi costado derecho me hace dudar de si llegare antes. Cuando quedan unos diez metros Chaya frena abruptamente, haciéndo asi que Lilka pise la linia de meta antes que ella.

Los aplausos y gritos se hacen audibles a los pocos segundos. Pero yo solo puedo pensar en que Chaya no ha frenado accidentalmente. Alexia la ha hecho frenar.

Me bajo rápidamente de Lilka y evito los llamados de Kate para acercarme a Alexia, que baja tranquilamente de su yegua.

- ¿Por que has hecho eso? Ibas a ganar.

Ella me mira sin expresión alguna.- ¿De que hablas? Chaya se ha equivocado, no he sido yo.

- Eso no es verdad, Chaya nunca se equivoca, ¿porque me has dejado ganar?

La pelirroja se quita sosegadamente el casco, sin emoción alguna, como si no hubiera estado a escasos segundos de ganar la competición.

- Mira Leonor, se cómo de importante es para ti tus estudios y todo eso, yo no necesito puntos extras, me dan igual.

Sus palabras se clavan fuertemente en mi cabeza. ¿Me ha dejado ganar para que pueda subir mis notas? Si es así no entiendo porque lo ha echo, ella también necesita buenas notas, al fin y al cabo también es una princesa.

Alexia parece notar mi descontento y me mira comprensivamente. -No me mires asi, si fuera heredera quizás me importaria más, pero realmente no me importa. Se que tu querias esos puntos extras.

- Gracias Alexia, enserio.

Puede parecer un gesto sin importancia para cualquiera, pero para mi es una bendición . Nadie había echo nada asi por mi antes. Siento ganas de darle un abrazo pero la voz de Kate irrumpe mis impulsos.

- ¡Enhorabuena querida!

Astrid y las chicas se acercan casi corriendo y se abalanzan encima de mi en un efusivo abrazo.

Cuando giro el rostro Alexia ya no está. Decido no pensar en ello y aceptar con cortesía las felicitaciones de las personas.

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