Tener semana de exámenes no ayuda en absoluto a mi estrés de los últimos dias. Solo lo aumenta a niveles poco sanos.
Se que mis problemas en realidad no son tan graves y pueden parecer una tonteria, por eso me da pánico contarselos a alguien. No quiero que piensen que soy una mimada que se estresa con cualquiera cosa.
Es mejor que lleve mis asuntos solo conmigo. Me ahorro muchas explicaciones y expresiones despectivas. Nadie podrá juzgarme de esa manera.
Pero sinceramente, y teniendo a Astrid delante, siento ganas de contarle absolutamente todo, al menos para poder desahogarme. Dicen que ayuda a sentirse mejor pero no sé si es una buena opción.
Es la mejor amiga que tengo en el College, y para nada luce como alguien que puede juzgarte o burlarse de ti. Además, ella me conto lo suyo con Emmanuel, sabiendo que contarlo podria ponerles en un aprieto.
- Deja de mirarme fijamente, da miedo.- Gruñe Astrid, levantando su vista del libro que lee para mirarme.
Me avergüenzo al instante al no haberme dado cuenta. Desvio la mirada apenada.
- ¿Hay algo que te este carcomiendo por dentro? Estas rara últimamente.- Enarca una ceja.
- No, estoy bien, gracias Astrid.
Ella se encoje de hombros no demasiado convencida con mi respuesta, sin embargo continua su lectura.
Me hubiera soprendido ver a Astrid leer un libro por voluntad propia, pero al ojear la portada he visto que se trata de la lectura obligatoria de lengua. De la cual tenemos el examen en dos dias y Astrid lo ha dejado para última hora. Honestamente no entiendo como logra aprobar todo con notas altas dejándolo todo a última hora.
Debería contarselo. Es mi amiga al fin y al cabo. Y no confío aqui en nadie más que en ella para contarle mis cosas.
- En realidad si.- Confieso tras largos segundos de silencio.- Me gustaría hablar con una amiga.
- Pues estas de suerte Leo.- Responde ella, dejando gustosamente su libro de lado.- Porque casualmente yo soy tu amiga, asi que adelante.
Astrid se levanta y se cruza de piernas, a la espera de que yo hable.
Antes de poder arrepentirme se lo cuento todo sin pausa alguna.
El asunto sobre como mi familia pretende que vaya enlazando lazos con Cristian para casarnos en un futuro no muy lejano.
En el estrés que siento al saber que debo sacar notas excelentes porque todos tienen sus miradas puestas en mi y pretenden poner el peso de todo un pais en mi en cuanto mi padre deje el trono.
Y finalmente, le hablo de Alexia. Aún que sin mencionar la identidad de dicha persona, obviamente. Solo le hablo de la situación. Sin dar ninguna pista de su identidad.
Con la ultima información, Astrid luce realmente sorprendida e intrigada. Obviamente el echo de que este interesada en alguien le llama más la atención que otra cosa. No la culpo, yo seria igual.
- Aver que me aclare.- Empieza ella cuando ya he finalizado mi relato.- Es muy probable que te cases con Christian, a penas tienes tiempo de disfrutar porque debes estudiar para no decepcionar a nadie y te gusta una persona, y digamos que os habeis estado conociendo durante unos meses..., ¿y el sentimiento parecia mutuo no?
- Aja.
- ¿Pero ahora crees que realmente esa persona no siente lo mismo que tu y que solo eres una diversión más en su vida?
- Si- Repondo algo apenada.
Astrid asiente pensativa.
- ¿No es Christian verdad?
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Irrelevantes Decisiones
RandomLeonor, heredera al trono de España, es enviada al UWC Atlantic College para cursar su primer año de bachillerato internacional. Totalmente decidida a cumplir con su deber no verá venir todo lo que allí vivirá. Lo que esta claro, es que no contaba...