Noto mi presion cardíaca aumentado cada vez que Alexia posa sus labios sobre los mios. Nuestras respiraciones son agitadas y siento partes de mi cuerpo que no conocia demasiado sensibles ante el tacto de Alexia.
¿Estoy excitada?
Nunca me he sentido así, pero probableme ahora mismo este terriblemente excitada, y solo con unos besos y caricias de más.
Alexia besa mi mandíbula, dando besos cortos pero calientes hasta mi cuello. Se mantiene varios minutos disfrutando de mi cuello, con mordidas y lametones demasiado sensuales. Tengo el presentimiento de que me quedara alguna marca, pero eso ahora no importa.
Bajo mis suaves gemidos Alexia desliza sus manos al borde de mi camiseta, tirando ligeramente de ella hacia arriba, dejándome en un simple sostén blanco. Seguidamente hace lo mismo con su propia camiseta.
Probablemente en otras circunstancias estaria demasiado avergonzada como para estar sin camiseta delante de alguien, sin embargo, la mirada deseosa sobre mi de Alexia me hace sentir segura de mi misma.
- Eres jodidamente preciosa Leo.- Susurra ella, volviendo a juntar nuestros labios.
Con sus manos en mi pequeña cintura, me tira hacia atrás, dejándome tirada en la cama, debajo de ella.
La pelirroja situa sus rodillas a mis costados y se concentra en besar y lamer cada parte de mi pecho y abdomen bajo el suave toque de sus caricias.
Baja sus manos hasta mi pantalón y me da una mirada de cuestion, en la que yo asiento, antes de bajar mis pantalones. Dejándome simplemente en ropa interior.
- Quiero hacer algo, ¿me dejas?- Pregunta ella, con sus manos firmemente puestas en mis muslos.
Estoy demasiado agitada como para articular una palabra entendible. Asi que solo asiento con la cabeza, dejandome totalmente disponible a la chica de mis sueños
Alexia baja, con una lentitud mortal, mis bragas. Dejándome literalmente desnuda.
Obviamente nunca te estado desnuda delante de nadie, ni mucho menos. Y en estos momentos empiezo a sentirme menos segura con la situacion. Me siento demasiado vulnerable. Al menos agradezco interiormente estar depilada en mis zonas intimas, sino esto seria mucho más vergonzoso.
Mis pensamientos se nublan cuando la pelirroja comienza a acariciar mi zona íntima. Es simplemente una caricia o algo asi, pero lo siento demasiado excitante.
Arqueo ligeramente la espalda y agarro el brazo izquierdo de Alexia con urgencia, ella deja inmediatamente sus caricias mirándome con preocupación.
- ¿Estas bien?
- No, osea si. Pero yo... Yo nunca, eh...
- Nunca nadie te ha echo esto, ¿no?- Termina la frase por mi.
Yo asiento cabizbaja.
- No te preocupes Leo, se como hacerlo, lo he echo antes. Lo haré con cuidado, solo quiero que sientas placer.
Levanto la cabeza aún avergonzada.
- Si no quieres hacerlo solo dímelo, no insistiré a que hagas algo que no quieras.
- No no. Si que quiero, si.
- ¿De verdad?- Sus ojos avellana brillan con intensidad.
- Si.
- Esta bien, si en algun momento quieres parar solo dimelo, ¿si?
- Vale.
La pelirroja me estira suavemente de nuevo a la cama. Cuando mi espalda hace contacto con el cómodo colchón cierro los ojos, tratando de relajarme y no pensar en demasía.
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Irrelevantes Decisiones
RandomLeonor, heredera al trono de España, es enviada al UWC Atlantic College para cursar su primer año de bachillerato internacional. Totalmente decidida a cumplir con su deber no verá venir todo lo que allí vivirá. Lo que esta claro, es que no contaba...