8. Música lenta

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Viernes. Las clases ya han terminado y Meredith y Helen llevan unas tres horas preparandose para el baile.

Astrid está sentada en su cama, resignada a ponerse el vestido que Helen le ha prestado.

- No pienso ponerme un vestido.- Gruñe ella.

Me río por lo bajo.- ¿Y que vas a ponerte?

-No sé, ¿unos jeans?- Responde ella con indiferencia.

Meredith se gira de sopetón y deja a medias el maquillaje que se estaba haciendo.

- ¿No pensarás en ir a un baile en jeans no?- Exclama ella totalmente horrorizada.- Al menos deberías ponerte una falda Astrid, todo el mundo se va a arreglar.

- Tienes un cuerpo maravilloso Astrid, el vestido que te he prestado te va a quedar genial. Solo será por una noche.- Helen se sitúa junto a Astrid mientras le hace pucheros.

Astrid gruñe notablemente, pero para sorpresa de todas acaba accediendo, aunque se niega rotundamente a ponerse tacones, y Helen se ofrece rápidamente a prestarle unas bonitas sandalias sin tacon.

Yo por mi parte, me he decantado por un vestido rojo, de entre mis opciones era la que mas le gustaba a las chicas. La parte de arriba es de encaje y algo ajustada mientras que la parte de abajo es algo mas suelta hasta los tobillos. Creo que me sienta muy bien. Según Helen, ese vestido estaba hecho para mi.

He accedido a que Helen y Meredith me arreglen el pelo y me maquillen. Les he pedido que el maquille sea más bien discreto ya que no quiero llamar mucho la atención ni verme demasiado extraña con tanto maquillaje.

Confío en ellas, se que la moda es uno de sus puntos fuertes y siempre se preocupan por que todas estemos perfectas, o como ellas suelen decir "divinas".

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Mi expresión es de asombro cuando me miro al espejo. Las chicas me han maquillado exactamente como lo deseaba. Una sombra de ojos rosa claro, con una dismulada línea marrón, me han puesto algo de polvos y colorete y finalmente un pintalabios carmesí leve. Me veo sorprendentemente guapa.

Y en cuanto al pelo, las chicas han optado por dejar el pelo suelto con varias ondas. Normalmente en ocasiones asi llevo el pelo recogido, pero no me disgusta llevarlo suelto.

Agradezco a las chicas de corazón por ayudarme y procedo a ponerme unos pequeños tacones.

Me estoy dando los últimos retoques cuando alguien toca a la puerta.

- ¡Yo abro!- Exclama Meredith.

Giro la cabeza para ver de quien se trata y cuando la puerta es abierta diviso a un chico moreno, Luke, lo he visto varias veces junto a Christian, vamos a la misma clase.

- Leonor De Borbón. ¿Estas lista? Christian te está esperando.- El chico habla serio pero su boca amenaza con formarse en una divertida sonrisa.

Ruedo los ojos.- No me digas que Christian te ha obligando a hacer esto.

Miro a las chicas con una expresión de falso desespero, todas estaban encantadas cuando les informe que acudiría al baile junto a Christian. Ellas tienen una expresión de diversión en su rostro menos Helen, quien mira a Luke de una manera poco disimulada, Meredith le da un leve codazo y ella torpemente se da vuelta para buscar quien sabe que en su tocador.

Él chico moreno rie levemente.- ¿Crees que haría esto por voluntad propia? En fin, si el idiota pregunta he sido serio y respetuoso.

Me uno a sus risas mientas me acerco a él. Agarro mi bolso y me despido de las chicas. Astrid me ruega que no la deje sola con ese par de locas de la belleza pero la puerta se cierra y no puedo salvarla.

Irrelevantes Decisiones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora