Celos enfermizos.

116 60 4
                                    


— Mmm... ¿quieres unirte bonita? – le dice Anastasia aún más excitada.

— Anastasia recoge tu culo y sal de aquí. – "Ella" dice perdiendo la paciencia.

— Oye, no seas egoísta, podemos compart... – trata de decir Anastasia.

Pero sus palabras quedan a medias porque "Ella" ya está encima dándole unos puñetazos.

Pero Anastasia tampoco se queda atrás, le da un puñetazo en el labio que la hace sangrar.

— ¡Ahora sí perra! – Ella le grita.

Se lanza hacia Anastasia causando la caída de ambas. Ella no le da chance de defenderse agarrando la de los pelos y estrellado su cabeza en el suelo.

Me da un poco de pena Anastasia porque aparenta ser un poco mala, pero no lo es.

Cuando mi cerebro me pide que intervenga antes de que la mate, tomo un suspiro y trato de ayudar a Anastasia, pero "Ella" me da un codazo que me deja sin aire.

"Esta en la otra vida fue un gorila"

Dos enfermeras entran y aun así no pueden quitársela, el charco de sangre que veo me hace entrar en acción.

Levantó a "Ella" y esta patalea, hasta que le clavan una aguja en el cuello, supongo que un tranquilizante. Dos guardias entran y uno de ellos me la quita de los brazos, mientras el otro se lleva a Anastasia.

— Tú te quedas aquí hasta que llegue la directora – me dice una de las enfermeras.

Salen las dos dejándome encerrado.


— Entonces jovencito andabas teniendo relaciones sexuales en mi psiquiátrico.- me dice la directora. Llegó hace cinco minutos y hace tres estaba tratando de hacer que me levantara del piso.

— Pues, no le diré que no. – le digo sin mirarla, sigo jugando con el líquido rojo esparcido en el suelo.

— Para su información, esto es un hospital psiquiátrico, no un motel, y trae consecuencias. – me dice seria. Esta vez sí la miro.

La directora es bonita para su edad, que ronda entre los 60, su cabello es blanco debido a las canas, su piel es blanca un poco pálida, pero tiene un buen estilo la verdad.

— Sra. Coleman, discúlpeme en serio, pero... – trato de explicar.

— Pero nada. Las otras dos también tendrán su castigo. – me dice.

— ¿Cuál será mi castigo? – pregunto aburrido. Me paso las manos por la cara sintiendo la sangre aún tibia.

— Pasarás el fin de semana en el piso 3, iniciando desde ahora. – me mira.

Esto es una maldita pesadilla, devuelta al infierno. En ese piso te mantienen todo el tiempo drogado.

Me llevan al piso tres donde una de las enfermeras me hace recostarme en mi antigua cama.

Miro a mi alrededor y siento el pinchazo, la enfermera se va y solo estoy aquí pensando en porque Ella estaba tan celosa si apenas la conozco.

Siento el efecto del medicamento, todo me da vueltas. Cierro los ojos y todo se apaga.

...

Estoy nuevamente en la oscuridad absoluta. No puedo moverme, mis extremidades se sienten muy pesadas y mi boca parece sellada. Vuelvo a escuchar el pitido de la otra vez, voces lejanas, una puerta abrirse y pasos acercándose a mí.

— Creo que está reaccionando. Tal vez pronto lo haga por completo. – dice alguien a mi derecha, sin embargo no puedo verlo ni reconocer su voz.

— Espero que así sea, es lo único que me queda. – dice otra voz, esta si me parece familiar.

— No quiero desilusionarte, pero si reacciona no podrás verlo Ax...

Siento un pinchazo en mi brazo derecho que me hace abrir los ojos. La oscuridad, el pitido y las voces desaparecen, como si cambiara por completo el ambiente.

Nota: holaaaa, pues quiero darles mil gracias por el apoyo, ya somos 1k de leídas!. Y por eso quiero decirles que... Tenemos una página en Facebook espero que se puedan pasar por ahí y seguir apoyándonos!.

Los amo!.

Los amo!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pesadillas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora